Capítulo 24: Desgracias

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Las siguientes tres semanas parecieron literalmente suspendidas en el tiempo.  

Clive y Louis estaban saliendo a conocer la ciudad mientras buscaban pistas sobre Jason.  William pagaba a ese detective que no lograba dar con ningún Jason Smith que se ajustara a la descripción que Louis daba. 

Le presentó a varios hombres llamados así pero ninguno era el.

Y Louis se sentía mal.

No físicamente.  En ese sentido, todo iba más que estupendo.  El bebé pateaba mucho, él se sentía fuerte y desde que estaban en Nueva York volvía a comer mejor y había engordado mucho.

Casi sin darse cuenta su barriga se hizo grande y redonda y sus caderas se ensancharon y los movimientos del bebé se convirtieron en algo constante y no casual.

Pero por las noches no lograba dormir y durante el día a veces sentía una necesidad irracional de correr hacia algún sitio.

Algo en él le decía que su alfa estaba cerca y sentía una absoluta y desesperada necesidad de buscarlo dondequiera que estuviese. 

Noviembre se acercaba y hacía muchísimo frío.  Con el primer día de noviembre llegó la primera nevada.

Las noches para Louis se hacían entonces interminables.  Aunque dentro del hotel hacía calor, escuchaba la nieve y miraba la escarcha de los cristales y sentía que necesitaba a Jason abrazándole. 





-Odio tener que posponer cosas por desastres naturales -Se quejó Zayn.

-¿Quieres un desastre natural?  La niñera se marchó en el carruaje anterior al desprendimiento y ahora mismo tu hija se ha hecho caca.  -dijo Harry entrando en el salón. 

Liam y Zayn estaban en el salón conversando sobre el contratiempo del desprendimiento y el retraso que les había llevado a estar en la casa sin niñera. 

Afortunadamente la nodriza de Charlotte seguía allí.

Harry se puso a cambiar a Charlotte e hizo un gesto de fastidio. Uno de los beneficios de ser conde era precisamente no tener que hacer esa clase de cosas.

-Buenos días -dijo Niall – Ya deberíamos estar donde mi abuela hace días y aquí estamos.

-Dímelo a mí.  Venga a cambiar pañales... y no le digas al señor alfa que lo haga él porque no lo hará.  Y se acerca mi celo y esta vez no sólo voy a prevenir, le voy a echar del cuarto...

-Estás muy alterado.

-Es hija de los dos.  Esperaba un poquito más de ayuda -dijo Harry molesto – No quiero quejarme porque desde que tuvimos aquellos problemas él ha sido encantador pero...

-Pero no te ayuda con Charlotte ahora que lo necesitas.

-Me sobrepasa.  Cuidar de ella todo el rato... le están saliendo los dientes y creo que le duele y... Niall, voy a decirle a Zayn que volvamos a casa.

-Creía que querías viajar.

-Yo también pero estoy agobiado y Charlotte ahora... ayer no dormí porque le duele la boca.  No se donde hay un doctor que hable inglés si algo ocurre.  Tengo una bebé y yo mismo estoy aún raro tras esos episodios de melancolía.  Quiero volver a casa.  Con ayuda, niñeras, doctores... y gente que hable mi idioma.

-Esta bien.  Lo entiendo. 

-Se lo diré hoy. 

Charlotte gorjeó e hizo un ruido y a Harry se le iluminó la mirada y se le llenaron los ojos de amor.

-Ya voy, princesa de papá. 

-Esta muy grande.  Parece mentira que solo haya pasado un año desde que estábamos en Londres tan perdidos...

-¿Cuándo piensas animarte a tener tu un bebé? 

-La verdad... creo que ya.  No pudimos medios de ninguna clase en el celo y no he sangrado.

-Oh, Dios...

-Pero ya sabes que aún es precipitado. He estado teniendo náuseas por la mañana y ya son tres semanas de retraso pero...

-Tienes que decírselo a Liam.

-Aun no.  Es pronto.  Cualquier doctor aconseja esperar a un retraso de cuatro semanas para estar seguro y...

-No, te lo veo en la cara.  Lo estás...

-Voy a acostarme un rato.  Me he despertado muy cansado.

-Será por el bebé -dijo Harry con una sonrisa traviesa y Niall se ruborizó.

Se acostó a dormir una siesta muy feliz de cómo se encaminaba todo. 





Cuando se despertó, se encontraba mal.

-Niall -Liam estaba sentado en la cama -llevas durmiendo cinco horas. 

-Estoy muy cansado.  Y ahora mismo, aún más cansado... -Niall se dejó caer hacia atrás – Quiero dormir.

-Niall, estás muy pálido. 

-Solo necesito dormir otro poco.  Me sentiré bien al despertar. 

Liam encendió la luz de gas de la mesita de noche y abrió la cama para intentar que Niall comiese algo cuando se quedó quieto y asustado.

-Niall... ¿de verdad estás bien?

-Muy cansado.  He tenido algo de dolor, el desayuno me sentó mal al estómago y...

-¿Es normal que tengas la camisa de dormir y las sábanas tan llenas de sangre?  Es decir, no habías sangrado pero no se cuando es normal...

-¿Sangre?  -Niall parpadeó.  Bajo la cabeza y el movimiento le mareó.  Tenía los muslos cubiertos de sangre. La ropa de dormir.  Las sábanas.  -Oh, Dios... no se, nunca me había pasado así... creo que no es normal.

-Buscaré un médico...

-Ayúdame a limpiarme, no puede verme así... -empezó a decir Niall pero la figura de Liam se le estaba desenfocando.

Hasta que se desmayó.

Sin Cuestiones ||Cuestion de Honor T-3||Lason||Zarry||Niam||Wive||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora