Capítulo 37: Cuando te folla tu alfa

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-Puedes ir a dormir, Keith.

El joven asintió ante las palabras del alfa.  Estaba claro que William quería estar a solas con Clive.

Cerró la puerta que comunicaba la sala con el pasillo que daba al ala de los criados, con una sonrisa en los labios. 

Tenía un buen trabajo, y no solo con remuneración económica si no que como mayordomo, tenía acceso a l habitación individual para él.

Y ver cómo se amaban los señores de la casa era muy dulce. 





Clive se quedó de pie en medio de la sala, conteniendo las ganas de lanzarse hacia William y suplicarle que le hiciese suyo. 

William dirigió una mirada a la puerta cerrada de la sala.

-Nadie nos interrumpirá... hasta que amanezca o les llamemos.  Lo último, porque luego vas a alimentarte...

Clive soltó una risita de placer.  William le retiró el abrigo con gentileza. 

-Nunca había sentido el placer físico como ahora.  Siento como si lo de antes no fuese nada, estoy como un adolescente, duro por ti todo el día.  Tus movimientos, tu sonrisa... siempre creí que el amor no era para mí y siempre creí que lo del enlace era más mito que realidad porque mi alma gemela nunca llegaba.  Hasta que la dejé de buscar... y tú viniste a mí.

-Desde esta mañana he estado deseando estar de nuevo contigo pero cuando te pusiste tan... tan...

-Mi ángel -William le tomó las manos y se las besó. Luego le besó sobre la marca, aún tan reciente y sensible. – quería asegurarme de que estuviéramos absolutamente solos porque requiero intimidad para poder hacerte todo lo que deseo.

Las rodillas de Clive temblaban como flanes y William mordisqueó con suavidad su marca mientras le desabrochaba los pantalones.

Clive gimió y creyó que iba a caerse pero su alfa le sostuvo.

William se desabrochó su propio pantalón y entonces le acercó más a él.

-Aun tengo tanta energía... -sus ojos amarillos eran hipnotizantes -déjame que descargue esa energía. 

El interior de Clive respondió produciendo lubricación.  Gimió en voz alta y asintió.  William le levantó entonces en brazos. 

-Sostente en mis hombros.

Clive obedeció y William le movió la cadera hasta que le encajó el pene.

Allí.  Vestidos y de pie.

Clive se agarró con fuerza, las piernas enroscadas en torno a su cintura y los brazos en su cuello.

-Ahora vamos a nuestra cama.

No le dio tiempo a decir nada.  William empezó a subir las escaleras cargando con él, y con cada paso que daba, su verga se movía en su interior, acariciando y rebotando.

Clive apretó los dientes y luego gimió.  Estaban ya en el pasillo.  Un par de puertas...

William le empotró contra la pared y empujó fuerte.

-¡WILLIAM!

Clive se corrió y trató de recuperar el aliento para decir algo pero William ya le estaba metiendo en el cuarto del matrimonio.

Y le acostó sobre la cama.

Se salió de él y Clive gimió, sintiéndose demasiado vacío.

-Dame un minuto, ángel -dijo William quitándose toda la ropa.

Clive se arqueó, ofreciendo.  William le retiró toda la ropa y volvió a ponerse sobre él.

Frotó el pene contra su cadera y le mordió suavemente la oreja.  Luego sacó la lengua y lamió su marca mientras con los dedos empezaba a abrirle de nuevo. 

-Tan caliente... y solo yo te hago sentir esto.

-Solo tú -gimió Clive, frotando el trasero contra la cama. 

William bajó la boca y le succionó los pezones.  Quería besarlo, lamerlo, adorarlo...

Y Clive estaba acariciando su espalda, arañando de placer...

Empezó a moverse contra él, haciendo que ambos penes se frotasen y chocasen, acariciando sus testículos y luego bajando la mano para hacerle el amor con dos dedos...

-Willi...

Clive no pudo acabar, su frase se perdió en un jadeo cuando él tercer dedo se abrió camino.

Y William eyaculó contra su miembro, y Clive se sintió estallar de nuevo.

-William...

-Mi amor...

-Te amo -gimió el omega, sus ojos entrecerrándose.

-Descansa un poco.  Luego tienes que cenar. 



Keith abrió la cama para dormir y se encontró con una sorpresa desagradable.

Alguien había ensuciado las sábanas blancas de hollín.

Se preparó una cama en el suelo y se repitió a si mismo que no le importaba pero no logró creérselo.

Sin Cuestiones ||Cuestion de Honor T-3||Lason||Zarry||Niam||Wive||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora