Capítulo 25: Se acabó la calma

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Abigail no tenía pensado en absoluto volver a tener ningún contacto con nadie remotamente relacionado con la familia que la había repudiado y de la que había huido años atrás en Irlanda.

Pero cuando un carruaje desconocido se detuvo en su puerta y unos empleados de un tal duque de Payne aparecieron contándole que su nieto, de nombre Niall, la buscaba hacía semanas con ciertas dificultades por el idioma y su cambio de dirección, sintió el irrefrenable impulso y deseo de conocer a ese miembro de su sangre.

Sobre todo después de escuchar hablar a los criados del duque acerca del carácter indomable y testarudo del duque consorte.

Ella conocía un atajo para poder atravesar la zona taponada por el alud.  Cualquiera que viviera en Asturias debía conocer esa clase de caminos paralelos si no quería quedarse incomunicado por los frecuentes desprendimientos a causa de las montañas y las lluvias. 

Así que se subió al carruaje y acompañada de la niñera, se dispuso a ir a conocer a su nieto. 

No esperaba encontrar la casa donde esté y su esposo se alojaban convertida en un caos.

Un hombre de aspecto fuerte e imponente que sólo podía ser el duque trataba de hablar y razonar con un galeno.  El médico parecía desesperarse porque el duque no le escuchaba.  La barrera del idioma estaba siendo muy importante.

-¿Qué ocurre? -le preguntó en castellano al doctor.

Éste le explicó todo.  Ella escucho con atención, le dio las gracias y luego se volvió al duque para hablarle en inglés.

-¿Usted es el esposo de mi nieto?

Liam estaba pálido y nervioso.  Niall había sangrado mucho, tenía fiebre y deliraba un poco y no entendía nada.  Estaba tan bien la noche anterior...

-Soy el esposo de Niall.

-Soy su abuela.  No esperaba conocernos así...

-¿Le ha dicho qué tiene? ¿Es grave?

-Tiene que tomar unos remedios para aliviar la fiebre y el dolor y limpiar muy bien la zona aplicando el ungüento que le dio después.  El aborto fue espontáneo pero ha perdido mucha sangre, en cuanto el dolor y la fiebre desaparezcan y empiece a comer se recuperará.  Estaba de muy poco, según el doctor. 

-¿Aborto?

-Eso ha dicho el doctor.

-Tuvo el celo hace unas tres semanas y no había visto que sangrase pero no decía nada así que creí que... no sabía si no me lo había dicho, es tan pudoroso para esas cosas...

La mujer le abrazó y Liam lloró contra su hombro.

-Me llamo Abigail.

-Yo soy Liam.



Clive miraba con disgusto los pasteles dispuestos en bandejas frente a él mientras Louis encargaba varios.

-Solo ver tanto pastel me da asco.

-El azúcar me ayuda a estar de mejor humor.  Por cierto... me ha parecido que Mariano viene mucho por el hotel... ¿habéis vuelto?

-Viene a ver a Keith.

Louis abrió la boca.

-¿Por qué nunca me entero de nada?

-Porque estás comiendo pasteles. 

-¿Entonces...?

-Keith me ha dicho que Mariano viene mucho y es inusualmente amable.  Yo le gaste una broma y le dije que eso es porque le gusta y él se asusto.  Dijo que no quería molestar ni inmiscuirse en asuntos de los blancos.  Tuve que calmarle.

-No han hecho ningún avance entonces.

-Aún no. 

-Esta llegando la Navidad.  -dijo Louis.  Busco dinero para pagar y entonces les abordo una señora mayor que vendía manzanas asadas.

Louis aceptó comprárselas más por darle dinero que por otra cosa.

La señora le entregó las manzanas envueltas en papel de periódico.





William se estaba afeitando.  Se quedó mirando al espejo.

-¿Por qué sigues negándotelo? -le preguntó a su otro yo.

Ninguna de las ocho mujeres de las últimas semanas le habían hecho sentir nada.  Nada.

Iba a tomar la situación de frente. 

Le iba a pedir a Clive que fuese su omega.





-Ya puedo caminar -se quejó Jason -Ya casi no duele.

Sus madres no estaban de acuerdo pero él estaba convencido. 

Era hora de volver a su vida normal.

Sin Cuestiones ||Cuestion de Honor T-3||Lason||Zarry||Niam||Wive||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora