365 Días con él

Vamos a Grecia

Pov Harry

-¿Qué te parece, cariño? –preguntó mi mamá caminando junto a mí. Estábamos en una de esas lujosas tiendas de autos, viendo diferentes opciones, con un molesto hombre caminando junto a nosotros, quien no dejaba de decirnos todos los beneficios que todos los malditos autos compartían.

Negué con la cabeza, esperando que eso respondiera la pregunta de mi mamá.

-Y éste maravilloso ejemplar que tenemos aquí... -comenzó a decir el encargado.

En serio, ¿por qué tenía que repetir lo mismo con cada modelo?

-Tiene: Asientos de piel con calefacción. Sistema activo de detención. Materiales fáciles de limpiar. Puertos USB. Sistema integrado de navegación. Parabrisas climatizado (prevención niebla automático). Intervención de colisión con parada automática. Espejo lateral con señales de cambio de carril. Almacenamiento oculto para computadoras u otros elementos. Controles activados por voz. Bluetooth Audio Streaming –recité ya de memoria sin necesidad de prestar atención a lo que decía el hombre.

¡Si estoy interesado en comprar un coche es porque ya sé sus características! 

Solo pregunte qué modelo quiero y en qué color me gustaría.

-Harry, ¿te sientes bien? –preguntó mi mamá preocupada –Apenas y has hablado. Si no te gusta ningún auto, podemos esperar a encontrar el indicado.

-Creo que sería mejor que volviéramos después entonces, gracias mamá –respondí. El encargado me miró con cara de fastidio, pero ignoré el gesto y caminé hacia la puerta. 

Mi mamá agradeció al hombre y me siguió de cerca.

Me subí a la camioneta de Lucius y esperé a que mi mamá hiciera lo mismo. Cuando se hubo sentado, me miró y suspiró. Luego sonrió y dijo -¿Qué te parece ir por una malteada?

Sabía lo que estaba intentando hacer; "ir por una malteada" era código para "tenemos que hablar y estoy dispuesta a comprarte una malteada y papas fritas a cambio de que me cuentes que te molesta". Asentí con la cabeza aun sabiendo que no tenía ni idea de qué le diría a mi mamá.

Llegamos a la pequeña cafetería que le gustaba tanto a mi mamá; un lugar al que solía ir con mi papá o algo así.

-Bienveni-Ah! ¡Hola, Lily! ¡Harry, cómo has crecido! –nos saludó Tonks. Nymphadora Tonks era hija de los dueños y una amiga de la familia. Era una mujer de mediana edad y complexión pequeña. Su cabello rosa estaba amarrado en un chongo sujeto con una pluma. Llevaba una playera de Panic! At The Disco, unos pantalones holgados y botas negras.