Fiesta en casa de Zabini

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Pasó un mes, sus heridas habían sanado, ya no tenían dolor. Todo estaba como antes; los dos en su departamento, conviviendo para lograr su objetivo.




Durante los últimos días las cosas iban mejorando, aun que había algo diferente entre ellos, después de 200 días juntos las cosas tomaban otro camino.

Draco seguía con Pansy, para tristeza de Harry. 

Y Harrry intentaba enamorarse de Oliver, sin suerte alguna.





Pov Harry




-¿Qué te parece si hoy en la noche vamos a una fiesta en casa de Blaise? –preguntó Draco sentándose en mi cama.

-Pero no me invitó –dije riendo.

-No, pero yo te voy a llevar.

-Cuanta confianza –comenté riendo.

-Así es tu hermano, la fiesta empieza a las ocho –dijo sonriendo.

-Son las 5:30 –dije –supongo que iré a darme un baño –dije.





Draco me miró intensamente y luego salió rápidamente del cuarto. 

Reí y me metí a la ducha, prendí el agua, dejé que saliera el agua tibia y entré, el agua corrió por mi cuerpo haciendo que me relajara. 

Al salir fui a mi armario y empecé a buscar la ropa que llevaría.




-Esto está bien –dije viéndome al espejo. Llevaba un pantalón negro ajustado, una camisa a cuadros roja abierta y, debajo de ésta, una playera blanca. Me puse mis converse negros y decidí bajar con Draco.

Eran las 7:50 así que salí corriendo del cuarto.



-Lo siento, me tardé más de lo que creí. Supongo que fue por la ducha con agua caliente.

-No te preo...-se giró y me miró sonrojado.

-¿Qué sucede? –pregunté nervioso.

-Te ves muy bien –dijo sonriendo.









Pov Draco




-Gracias.

Decir que se veía "muy bien" no se comparaba nada a como en realidad se veía. Harry llevaba un pantalón negro ajustado que se pegaba a su cuerpo de una manera impresionante. 

Tenía que dejar de verlo o no podría controlarme.

A diferencia de Harry, yo llevaba un pantalón blanco, camisa azul-verdosa y unos tenis blancos.


-Vámonos, ya es tarde –dije abriendo la puerta.




Salimos del edificio y fuimos hasta nuestro auto. Cuando llegamos a casa de Zabini vi que la fiesta debía haber empezado mucho antes; apenas eran las 8:10 y ya habían demasiados carros, la música ya se escuchaba desde afuera y habían muchas personas.


Bajamos del carro y entramos a la casa. Iba saludando a todos, eran algunos conocidos y unos cuantos chicos demasiado extrovertidos.

365 Días con élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora