Capítulo 15

134 10 0
                                    


    -Inocente.

Todo pasó en cámara lenta, Juan Pablo y Leonel no podían creerlo, a Danna se le salieron las lágrimas de la emoción, Francisco cayó de rodillas en ese instante y todos fueron a abrazarlo.

-Gracias Dios, gracias Señor, ¡gracias, gracias! –Exclamó Francisco- Hijos, Dios... él me habló anoche, él, hija me habló a través de la biblia, fue inexplicable, me dijo que saldría de aquí y yo recién caigo en cuenta...

___________________________________________________________________________

Había pasado un mes, de cambios en la vida de todos, en especial de Danna, después de tanto tiempo clamando por su familia, por su padre, Dios hizo la obra. Francisco, le entregó su vida a Dios, así como Laura su esposa y Juan Pablo y Susan también, Leonel estaba un poco renuente, pero, en él estaba sembrada la palabra, y ella no perdía la fe de que su hermano también sería salvo.
Toda la familia le instaba a Danna a comenzar la universidad y siguió el consejo, llevaba una semana yendo a la universidad en la carrera de Pediatría.

-¡Danna! Hija tu desayuno. –Gritó desde abajo Laura-
-¡Voy! –Se oyó de arriba-
-¿Papi Francisco? –Dijo Aarón-
-Dime campeón.
-¿Podríamos ir a comer helado hoy después de comer?
-Mmm, buena idea, pero tenemos que invitar a todos, así se desestresan un poco.
-¡Y podemos invitar a Susan y al bebé también!
-Seguro el bebé estará saltando en su panza. –Rio Danna sentándose-
-Hermana, te esperábamos para orar.
-¿Te ganas la bendición cariño?
-Claro hermana. Gracias papito Dios por estos alimentos que son fruto de tu bondad, bendice las manos que los prepararon, dale a todos los que no tienen y a nosotros haznos más obedientes. Y cuida a Emiliano donde quiera que esté. Amén y amén.
-Amen. –Dijeron todos-
-Muy bien campeón. –Dijo Francisco revolviéndole el cabello- Y bien cariño -dijo mirando a Danna-¿te unes a la salida por helado?
-Por supuesto que sí, Dios mediante aquí estaré para los helados.
-Hija, llamó Leonel, dijo que él te venía a recoger para ir a la universidad. –Dijo Laura-
-Ah, gracias Laura. –Le sonrió- Me apuro entonces, Leonel siempre llega rápido.
-¡Llegué familia! –dijo el mismo entrando a la cocina-
-Estábamos justo diciendo lo puntual que eres hijo. –Dijo Francisco riendo-
-Es que tengo unos asuntos que resolver y así llevó a mi hermanita. –le besó la cabeza- ¿Lista?
-Voy por mi bolso y bajo. –Salió de la cocina-
-Después de almorzar iremos a comer helado, ¿vienes? –Le preguntó Laura-
-Nunca me he perdido un helado y hoy no será la excepción. Apuesto a que fue idea del enano. –Rio mirando a Aarón- De quien si no. –Le revolvió el cabello-
-Tú y papi Francisco me despeinan. –Rieron-
-Ya estoy. Ven acá amor, dame un beso. Nos vemos en la tarde. –besaba a su hermano-
-Bueno hermana. Cuídate, te quiero. –Dijo el pequeño-

_______________________________________

-¿Hoy es el sustento de tu tesis?
-Sí, estoy nervioso, no se lo dije a mis papás, no quería que nadie sepa.
-Tranquilo hermano, he estado orando por ti, todo saldrá bien.
-A veces me admiro de ti. –Dijo riendo-
-¿Por qué?
-Todo lo resuelves con una oración.
-Ya se me ha hecho costumbre. –Rio con su hermano- Ya verás que Dios me escucha y lo harás bien.
-Eso espero. –Suspiró- ¿Y ya sabes algo de Emiliano?
-No, pero como quisiera. –Suspiró también-
-Yo sigo sin conocerlo, quiero ver por qué te gusta tanto. Y bueno también espero que esté bien.
-Yo también espero que él esté bien.

_____________________________________

En la empresa las cosas iban bien, Juan Pablo se encargaba de todo por el momento, en lo que su padre descansaba y más aun con el inconveniente, en el que Hugo Cordero resultó ser culpable, el contador de la empresa y el amigo de la familia había estado lavando dinero e inculpando a Francisco. Después del juicio en el que Hugo fue condenado a 15 años de cárcel, Francisco decidió tomarse unas vacaciones, guiado por su esposa y sus hijos. Juan Pablo estaba al mando entonces.

-Sr Juan Pablo. –Dijo Miriam la asistente de su padre- Los nuevos clientes de las acciones ya están en la sala de reuniones-
-Listo Miriam gracias, ya voy para allá. Por favor encárgate de que cafetería envíe a alguien para brindar algo de tomar y algunos bocadillos. Estos accionistas son muy importantes.
-Si sr.

Caminó a la sala, después de todo el enredo en el que se vio envuelta la empresa tras inconveniente con su padre, recibir una oferta de ese tipo para vender las acciones que le pertenecían a Hugo era muy bueno, y haría lo posible para no perder a esos accionistas.

-Buenos días. –dijo entrando y saludando al hombre y a la mujer que estaban en la sala- Mi nombre es Emiliano Torres, vicepresidente de la Empresa y el ingeniero en marketing y publicidad de la misma.
-Buenos días, yo soy Andrés Suárez, ella es mi esposa Manuela.
-Buenos días. –Saludó también-
-Siéntense por favor.
Todos se sentaron y entró la chica de cafetería ofreciendo bebidas.
-Bien, pensé que hablaríamos con el Presidente de la empresa. –Dijo Andrés, sereno-
-Pueden hablar conmigo también, soy su hijo. –les sonrió mostrando simpatía- Como verán después de todo este escándalo, mi padre se tomó unas pequeñas vacaciones para regresar mejor y con más ganas a trabajar.
-Sí, escuchamos del problema que hubo. –Habló esta vez ella-
-Bueno entonces no hay problema en hablar con usted. –Dijo Andrés- Verá, estamos muy interesados en invertir en una empresa como esta, tenemos ya acciones en otras empresas, a parte de las nuestras. Queremos darle esta responsabilidad a nuestro hijo.
-Oh, me parece muy bien, siempre y cuando él sea responsable con la empresa.
-No se preocupe, se lo garantizamos, acaba de ingresar a la universidad y está estudiando Administración de Empresas. Lo conocerá y veremos si llegamos a un acuerdo. –Habló Manuela.-
-Seguro, mientras, sírvanse un bocadillo por favor.

Entonces su teléfono sonó.

-Perdonen. –se levantó se alejó y abrió la llamada- Hermana.
-Juanpa. –Habló ella al otro lado de la línea- Estás ocupado, perdón.
-No, está bien cielo, ¿qué sucede? –Sonrió, su hermana siempre le alegraba el día-
-No es nada importante, bueno para Aarón sí. –Rio- Quedamos todos en ir por un helado después del almuerzo, planeaba ir a tu casa a almorzar con Susan y contigo para después ir a la casa con el resto.
-Claro cielo, yo estoy en una reunión pero no demora mucho, ¿quieres que pase por ti?
-No te preocupes hermano, hoy salgo un poquito más temprano, así que voy a ayudarle a Susan con el almuerzo.
-Está bien entonces, yo las veo en casa ¿sí?
-Bueno, te dejo entonces, ya no te interrumpo. Te quiero.
-Te quiero también cielo.

Cortó y se sentó de nuevo

Amor InvidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora