SAME SOUL

A.00

La primera vez que escuché "almas gemelas" fue cuando estaba en secundaria.

一A lo que más le tengo miedo, es que mi alma gemela se tatúe algo ridículo en la frente o algo así. Tú sabes, porque sea lo que sea que se escriban en su piel, aparecen en la tuya一una chica, cuyo nombre no recordaba, dijo.

一¿Un alma gemela? 一pregunté sin pensarlo bien.

Grave error, porque el grupito de chicas me miraron mal, como si me dijeran "lárgate de aquí" o "regresa por donde viniste".

一¿No te han enseñado que meterse en las conversaciones de los demás es de mala educación?

一Y encima, ¿no sabes de las almas gemelas? 一interrumpe otra, cruzándose de brazos一Cuando naces, hay alguien que está destinado a estar contigo. Están conectados; si una persona escribe algo en la piel del otro, los trazos aparecen en la de su pareja.

一Pobre de ti, será que naciste sin alma gemela. Por eso hasta ahora te enteras.

Les saqué mi dedo del medio y me fui por mi lado.

Por alguna extraña causa, siempre fuí la apartada de lo demás, aquella persona que a primera vista crees que no tiene ambición, pero todos quedaban sorprendidos al descubrir que era todo lo contrario.

Por más apartada que fuera, por más que yo consideraba que la soledad es parte de mi, soy muy competitiva. No dejo que los demás me pisoteen. No soy una maldita alfombra.

Por otro lado, ¿cómo es que me entero de esto ahora?

Al llegar a casa, le enfrenté la situación a mi madre.

一No quería que te ilusionaras 一fue lo que me respondió, seguido de un一: ¿Quién crees que era tu supuesto padre?

一...¿Tu alma gemela?

一Así es. Solo porque uno nace con un "predestinado", no significa que la relación vaya a resultar. No es más que un cuentito que nos dicen para quedarnos tranquilos, para tener la certeza de que no moriremos solos.

Las palabras de mi madre resonaban en mi mente, incluso antes de irme a dormir. Recién me enteré hoy sobre eso, así que realmente no tengo alguna opinión firme sobre este tema. Pero...mi mamá tiene razón en lo que me contó. Solo porque estés destinado a estar con alguien, no significa que sea lo correcto. Están conectados por compromiso, en otras palabras.

Es como un matrimonio, cuya razón de existir es por cualquiera otro, excepto por el de amor.

Y esa fue mi reflexión para esta noche. Me acomodé en mi cama y estreché con ganas mis sábanas, inhalando el olor a lavanda.

Sentí un cosquilleo en mi brazo izquierdo, incomodándome. Malditos mosquitos.

Me pegué en esa área e intenté conciliar el sueño, a pesar de que ese cosquilleo no cesaba.

Eran las 10 de la mañana cuando me levanté, mi mirada encontrándose con el techo. Mi cabeza dolía por alguna extraña razón. Tal vez dormí en una mala posición.

Me di la vuelta, queriendo seguir durmiendo, pero al notar unos extraños garabatos en mi muñeca...mi corazón casi se detiene.

Decía "presentación el lunes, ¡no lo olvides!".

Vaya, qué interesante. Esperaba a que fuera un dibujo, pero resulta que me están usando de agenda.

Me levanté y me dirigí al lavamanos, luego comencé a intentar borrar el memo con agua y jabón pero maldita sea, la cosa estuvo difícil de quitar.

Suspiré, frustrada. ¿Debería decirle a mi madre respecto a esto?

Eh, mejor no. Aunque me imagino que ella debe estar consciente de que tarde o temprano pasaría.

Qué ironía; justo el mismo día que me entero de esto es el día que conozco que tengo un alma gemela, en alguna parte del mundo. Respirando al mismo tiempo que yo, ¿sabrá esa persona que ya me di cuenta?

Busco entre mi lapicera algún bolígrafo y al encontrarlo, lo destapo...pero justo antes de decidir lanzarme hacia esa opción me hace pensar...¿Qué le escribo? ¿Qué le dibujo? ¿Le gustará la tinta azúl? ¿Y si es una chica?

¿Y si es alguien que ya conozco?

Miré de nuevo la tinta semi-borrada en mi brazo izquierdo.

Aparentemente esta persona tiene alguna presentación la próxima semana. Sin embargo, hasta donde yo recuerdo, no tengo ningún proyecto esta semana que se avecina. Además, tengo amigos de otros salones, y ellos tampoco tienen presentaciones en esta semana.

Tal vez el desconocido es de un grado diferente al mío, o en el peor de los casos: Vive en otro sitio.

¿Cómo rayos haré para conocerlo?

Me tumbé devuelta en mi cama, frustrada. Me pregunto si él o ella también puede sentir mis emociones.

Inconscientemente, acaricié el área marcado en mi piel.

Quiero conocer a esta persona, pero no sé cómo lo haré.