C.05

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punto de vista de Juniper
advertencias: menciones de sangre, menciones y escenas de violencia.

Caí insconciente, tras tantas patadas, puñetazos y algunos hasta se osaron a cortarme con sus navajas

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Caí insconciente, tras tantas patadas, puñetazos y algunos hasta se osaron a cortarme con sus navajas. No tuvieron piedad, ni paciencia.

Me desperté, no sé cuánto tiempo después, pero fue gracias a un intenso dolor que me atravesó en la costilla. Me había despertado el líder, cuyo nombre sigo desconociendo, con una patada ahí.

一¿Estás cansadita? Has estado inconsciente por ya casi doce horas一su tono burlón, con su expresión cruel, hacían que mis heridas hasta me dolieran más. Intenté hablar, pero no podía. Me habían destrozado incluso la mandíbula一. Vamos a estar esperando a Jisung por siete días. Si no viene, te mataremos e iremos por él directamente.

Quién los entiende...A veces no sé si realmente piensan aunque sea.

一Mark, ven aquí y vigílala, se terminó mi turno.

Susodicho entra a este oscuro cuarto y cuando el líder sale, él cierra y tranca la puerta. Estaba usando un cubrebocas, por lo tanto, no tenía idea de cómo era su rostro. Los maldigo a todos, si salgo con vida de aquí, no podré describirlos para que la policía pueda perseguirlos.

一Te jodiste terrible, nena.

Lo miré mal y recosté mi cabeza contra el frío piso, intentando ignorar las sogas que parecían estar quemando mi piel.

一¿Te dieron tan duro en la cara?一él se acerca y se arrodilla al lado mío一No puedes hablar, ¿no?

Volví a ignorarlo, ni me imuté en negar con la cabeza.

De repente él pone su mano en el moretón marcado en mis mejillas y lo aprieta fuertemente. Abro mi boca para gritar de dolor y ni eso puedo hacer, estoy afónica.

A pesar de mi clara agonía, él seguía presionando firmemente, disfrutando de mi sufrimiento, hasta el punto en el que pataleaba y habían lágrimas frescas saliendo. 一¿Quieres que te de una buena razón para llorar?

No, no y no. Grité en mi mente y cerré con fuerzas mis ojos, suplicando que todo esto fuera una terrible pesadilla.

A continuación, él lleva sus manos hacia el botón de mis jeans y los desabrocha, prosiguiendo a luego bajarlos hasta descubrir mis muslos. Los peores casos y posibilidades aceleraron mi mente y me sentía tan impotente, ya no quería seguir peleando.

Pero entre las tantas posibilidades que creí que haría, sucedió lo que menos me esperaba: saca su navaja y empieza a hundirlo en mi muslo derecho.

SAME SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora