A.01

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esde el descubrimiento de aquél día, me he sentido tentada a escribir en mi piel para llamar su atención. Sin embargo, una espesa nube de dudas e incertidumbre me lo impide. Tal vez esta persona piensa igual que mi madre; que las almas gemelas no son más que un estorbo.

Pero, ¿y si está esperando desesperadamente por una señal?

Durante clases, nunca falta ese pequeño minuto en el que me aburro y mis dedos inconscientemente juguetean con el bolígrafo. Justo cuando estoy a punto de marcar mi piel, me retracto e intento concentrarme.

Como es de esperarse, nunca falta esa mínima voz al fonde de mis intenciones que me dicen "hazlo".

Pero yo nunca me atreví. Además, estamos muy jóvenes para siquiera considerar la posibilidad de pasar nuestras vidas con alguien más.

Toda la semana iba a buen camino, hasta que justo el viernes decidieron tomarlo contra mí.

Ya sabía que yo no era bienvenida entre los grupos de mi instituto y que por alguna extraña razón me tenían rencor; no recuerdo haber hecho algo para merecerme ese odio.

No solían meterse mucho conmigo. De vez en cuando rebuscaban formas de tomarme del pelo, o sacarme de mis casillas, como pequeñas ratas escarbando entre la basura en busca de algo que no satisfacerá sus necesidades. Así mismo buscaban hacerme daño. Pero tenían la desdicha de que yo tengo un carácter más firme de lo que mi exterior aparenta.

Pero agredirme directamente ya es pasarse de la línea.

一Juniper一escuché mi nombre salir de un desconocido. Nunca antes había escuchado de él en este curso. Al ver que no le presté atención, era de esperarse que se enfureciera一. Tú, la apartada social, el bicho raro.

Seguí caminando, sus palabras hacían de poco a nada de daño. Por mí, que se tire de un puente.

一¿No es esa la chica que se metió en nuestra conversación la otra vez?一una "murmulla".

一Cierto, la que nació sin alma gemela.

La chica prosiguió a mirar hacia sus brazos con un cariño enfermizo. En la piel de esta, habían muchos trazos de diferentes colores.

¿Por qué le dan tanto protagonismo a esto de las almas gemelas?

一Ey, chicas...¿y qué tal si sí tiene?

一Lo dudo pero, oye一se dirige hacia mí y me toma del brazo. Yo instantáneamente recurro a darle una bofetada y me alejo de ella cuanto pueda.

El chico que me estaba llamando enante me alcanza y me sujeta las manos. Yo intento patearlo cuantas veces pueda y hasta intento pellizcarlo. Desafortunadamente, todos estos métodos son en vano.

一Sungkyung, saca un bolígrafo y pásamelo一la castaña ordena, una sonrisa sádica formándose en sus labios.

Sungkyung le hace caso y saca más bien un marcador de tinta negra. 一Ten, Yuna.

Yuna revisa el contenido del marcador y lee en voz alta一: Marcador a base de alcohol, pemanente. Buena elección, Sungkyung. No se le borrará en buen rato, sin importar qué tanto intente quitárselo.

El muchacho detrás mío suelta uno de mis brazos pero entre Sungkyung y Yuna, lo vuelven a sujetar, dejando mi extremidad completamente a merced de sus sádicas intenciones.

一¡Déjenlo! ¡No hagan nada!一grito como si eso fuera a deternerlos y pataleo como si eso fuera a ayudarme.

一Yo le quiero escribir en un lugar visible, donde no se pueda cubrir.

一¿En el cuello?

一No, pendeja. Estamos en invierno y no sería extraño usar bufandas. ¿Qué tal en la frente? Así la ridiculizamos tanto a ella como a su alma gemela...si es que tiene.

Le quita la tapa al marcador y comienza a trazar símbolos. No puedo leer muy bien qué es lo que dice.

Cuando termina, se dirige hacia su compañero. 一Sungkyung, sujeta su brazo de nuevo.

Y así se hace. Ahora que ya termino con mi brazo derecho, acerca el marcador hacia mi frente. Lo único que presiento es la fría tinta sobre mi piel.

Me sorprende que no he dejado ni una sola lágrima escapar durante la tortura, pero ganas tampoco me faltaban.

Cuando por fin terminaron y me soltaron, ellos echaron a correr. Pero tuve la suerte de tirarle a Yuna un libro pesado en la cabeza que casi la hace caerse. No obstante, eso no fue suficiente para apaciguar mi hambre de venganza. En algún momento se los cobraré como es debido.

Corro hacia el baño y me miro en el espejo.

"Bicho raro" escrito en mi frente.

"Pobre de ti que te haya tocado ella" a lo largo de mi brazo.

Leer esto me hacía sentir como si estuviéramos devuelta a primer grado.

Insulta a un chiquillo en primaria y lo más seguro es que te responderían de esta forma. No tenían ni la mitad de cerebro para inventarse un insulto apropiado.

Lo que más me enoja de esta situación no era que me "hicieron daño", sino que creen que pueden meterse conmigo y salir ileso de aquello.

Suspiro y no me queda de otra que intentar cubrir esos presuntos insultos con mi flequillo y bajar la manga de mi abrigo hasta mis muñecas.

Sea quien sea mi alma gemela, siento que tengas que pasar por esto. No te lo mereces, o al menos eso creo.

Cuando llegué a casa, tuve la suerte de que mi mamá no había llegado aún. A pesar de que sé de que ella eventualmente se enterará de esto, al menos no tendré que lidiar con ello por lo que queda del día.

Me la pasé anticipando las próximas dos horas alguna respuesta de mi destinado, pero nada. No hubo respuesta.

Eran alrededor de las 22 horas, cuando de repente me siento exhausta. Era como si estuviera corriendo una maratón. Como si estuviera haciendo ejercicio. Pero yo me encontraba cómodamente acostada en mi cama, envuelta en sábanas mientras disfrutaba de un vídeo.

No cabía en mi lógica por qué de un segundo a otro mis extremidades me duelen, sin aliento y al borde de desmayarme. Llego a sentir incluso algunos golpes en mis piernas o en mis brazos. Me suena a que algo tiene que ver con esto de las almas gemelas.

Tal vez...puedo sentir las mismas sensaciones físicas que mi destinado. Lo cual tiene sentido, porque recuerdo sentir cuando él o ella estaba escribiendo en mi brazo aquella mañana.

La fatiga me consumía y de repente perdí el conocimiento.

SAME SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora