C.01

5.5K 809 312
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para mí, el mundo pareció detenserse, mientras esperaba a que Jisung me respondiera, mi destinado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para mí, el mundo pareció detenserse, mientras esperaba a que Jisung me respondiera, mi destinado.

Y tal como me lo temía, colgó. 一¿Jisung?一lloré al darme cuenta de lo que había hecho一Jisung, ¿qué hiciste?

Siento como si mis piernas flaqueran y me derrumbé en el piso, mi celular quedando en alguna parte de este. Mis ojos arden tanto como para seguir llorando, pero unas lágrimas se escapan.

Al menos puedo descansar en paz sabiendo que se lo he dicho.

Siempre me he quejado de que Jisung me oculta todo, y yo he considerado irme por mi lado tantas veces y hacer lo mismo, apartarlo como él me lo hace mí; sin embargo, he tenido que esforzarme en ser honesta con él, por más que hiera mi orgullo.

Aparto mis manos de la cara y la prescencia de las medicinas se vuelven más omnipresentes, como si me estuvieran juzgando desde su posición en la mesita de noche. Esto duele como los mil demonios, pero me levanto y camino hacia estas.

Una vez una de estas pequeñas capsulas verdes caen la palma de mi mano, hay un molesto chillido en mis oídos, pero sé que es por la presión.

No puedo tomarlas, no puedo. No quiero olvidar estos sentimientos por él, él es un ángel. El único que ha sabido tratar conmigo, por más cortante que actua, ha demostrado que solo es así para protegerse. No está haciendo mal. Y desde el primer segundo que he salido con él, me he prometido en covertirme en aquella persona que él necesita. Una persona en la que él pueda confiar sin temor, desahogarse hasta la saciedad. Pero al ver dicha condenada medicina, caí en cuenta de que fallé miserablemente.

Pero si esto es lo mejor para ambos, lo haré más por él que por mí.

No dudé ni un segundo más, porque si lo hacía podría arrepentirme y echarme para atrás todo de nuevo.

Fue rápido, casi inexistente. Se sentía como haber tomado una mera medicina para la tos, pero estoy muy consciente de que esto no es para la tos.

Me observo en el espejo y veo cómo los indeseados trazos van desapareciendo uno por uno, como si hubiera sido magia. Me encuentro tanto maravillada como consternada de lo rápido que ha funcionado una cápsula no más grande que la yema de un dedo.

SAME SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora