GASHINA • KookMin

007

JiMin despertó poco a poco, estaba demasiado a gusto en la cama, sentía unos brazos acariciar su cintura y la sensación era tan agradable que pegó su cara al fuerte pecho que estaba enfrente.

Inhaló un aroma que a su parecer era tranquilizante, era tan familiar, amaba ese aroma, así que sin pensarlo frotó su nariz contra la tela que cubría aquel pecho.

《Se siente demasiado bien, como cuando Jung Kook estaba aquí》

Entonces su mente despertó y abrió los ojos sorprendido encontrándose con la no tan agradable sorpresa...

Jung Kook estaba enfrente de él, mirándolo a los ojos sin dejar de acariciar con su pulgar la esbelta cintura de JiMin.

Entonces el pelinegro se sentó de forma rápida en la cama y Jung Kook lo imitó.

—¡¿Qué haces aquí, Jeon?, te deje bien en claro que no te quería cerca de mí y que tampoco me tocaras!, tú nunca haces caso, Kook, te pedí algo y ni eso puedes hacer. —habló frunciendo el ceño y con los brazos cruzados.

—Yo... es que no pude resistirme, no pude dormir hasta que vine contigo yo... —JiMin lo interrumpió.

—Basta de mentiras, Jeon, no soy idiota, te lo advertí, esto que hice ayer tómalo como un favor, no lo hice para que te creas con la confianza de venir a mi cama, dormir junto a mi y aparte de todo que te atrevas a tocarme. —se levantó de la cama aventandole la almohada en la cara a Jung Kook.

—Pero si ya he venido a tu cama, hemos dormido juntos, y te he tocado más de una vez. —se levantó e intentó acercarse al pelinegro.

—Alejate, no te quiero cerca, ¿cuántas veces tengo que repetirlo? —preguntó exasperado.

—Las suficientes hasta que tú te lo creas...

Lo siguiente pasó tan rápido que JiMin no supo en qué momento ocurrió.

Jung Kook lo había estampado en una de las paredes de su habitación, los dos se miraban fijamente a los ojos mientras el castaño se acercaba aún más haciendo que sus respiraciones comenzaran a mezclarse.

JiMin estaba apunto de ceder, extrañaba los besos y caricias que Jung Kook le regalaba, tratándolo siempre como si fuera la cosa más preciosa de todo el mundo...

Pero entonces recordó que todo era mentira, Jung Kook no lo quería, él lo engañó, le mintió y posiblemente jamás lo amó, así que con toda las fuerzas que tenía lo empujó, alejandolo de él inmediatamente.

—¡¿Por qué, Jung Kook?, ¿por qué me haces esto?, ¿no te bastó con lo que hiciste?! —preguntó con la respiración irregular debido al esfuerzo que hacía para no llorar.

—JiMin, estoy arrepentido, sé que cometí errores, muchos, y sé que te lastime, pero por favor, perdóname, te necesito. —JiMin rió irónicamente.

—Eso lo hubieras pensado antes de hacer estupideces, Jung Kook, ahora no me vengas con tus "te necesito". —lo imitó mientras hacía comillas con los dedos. —que eso te lo crea tu perro, idiota.

—JiMin, me duele lo que está pasando, jamás me habías hablado así, jamás pensé que podrías hablarme así, y tampoco que podrías odiarme.

《No te odio》

—No entiendo a qué va todo esto, yo tampoco esperaba muchas cosas de ti pero aquí estamos, no esperaba que terminaras conmigo, no creía que podrías ser tan falto de tacto, no creía que podrías inventar estupideces de mi, nunca te imaginé estando en una estación de policía, sin embargo lo hiciste, hiciste todo lo que jamás pensé de ti, así que no tienes derecho de reclamar ni de sentirte mal. —sentenció y caminó a la puerta de la habitación para después bajar las escaleras seguido por Kook.