GASHINA • KookMin

019

—Es mi foto favorita. —susurró Jung Kook mirando a los ojos a JiMin.

—La mia tambien, —soltó un pesado suspiro. —las cosas eran buenas entonces. —bajó la mirada.

—Si que lo eran, aún recuerdo cuando nuestros padres nos presentaron, desde el primer momento en que te vi, me dejaste idiota. —JiMin rió.

—No me culpes, idiota siempre fuiste, tu madre me lo dijo.

—Mi madre me traiciono. —Jung kook hizo una pose dramática provocando que Jimin riera.

—Ella era una buena mujer, tus padres eran buenas personas. —susurró.

—Los tuyos tambien. —afirmó el castaño.

—Creo que por algo eran tan amigos, lamentablemente no se lo enseñaron bien a su hijo.

—La verdad es que no, me hubiera gustado ser tan inteligente, como mi padre, si él hubiera estado aquí jamás hubiera terminado contigo. —soltó un pesado suspiro. —lamentablemente él no está, y no herede su inteligencia, así son las cosas, ¿no crees?

—Creo que esto se esta poniendo demasiado triste, yo... —el pelinegro fue interrumpido por Kook.

—Casi nunca hablamos de esto, Minnie, tratamos de enterrarlo en lo más profundo pero no se puede. —rió amargamente. —¿de qué me sirve todo lo que tengo si no tengo a nadie?, no quiero que esto que estoy diciendo lo tomes como si quisiera conseguir algo...

Los dos guardaron silencio unos segundos y jung kook continuó hablando.

—JiMin, hablemos, hablemos hoy sobre la vida, sobre nuestros padres, sobre la felicidad, dejemos de lado por un rato que tu me odias y que yo me odio a mi mismo, por favor.

JiMin.

El pelinegro se quedo en silencio por unos largos segundos para después sonreír brevemente y asentir.

Porque por fin después de unos largos y grises días podían entenderse.

—¿Donde te sientes más cómodo para hablar? —preguntó el castaño.

El pelinegro se encogió de hombros sin mirar a Jeon.

—Bien, entonces elegiré yo. —Kook se dirigió a la cama y recostó su espalda en la cabecera de la misma aún con la foto en las manos. —ven, recuestate a mi lado.

JiMin lo miró dudoso mordiendo su labio inferior.

—Por favor. —suplicó el castaño y JiMin no pudo negarse.

—Bien... —susurró y camino hasta la cama para después acomodarse a su lado mirándolo a los ojos.

—¿Sabías que dicen que encuentras el verdadero amor sólo una vez en la vida? —cuestionó Jeon.

—Sí, eso dicen.

—Bien, pues yo... yo realmente espero que encuentres al amor de tu vida, debido a que yo ya no lo puedo ser. —suspiró y antes de que JiMin dijera algo al respecto volvió a hablar. —¿recuerdas el día que nos dejaron solos por toda una semana en tu casa? —rió. —pensamos que haríamos muchas cosas pero sólo nos dedicamos a ver series y salir a pasear.

—Sí. —soltó una pequeña risita el pelinegro. —y justo el último día se nos ocurrió hacer... cosas. —se sonrojó. —y cuando estábamos a punto de comenzar llegaron nuestros padres.

—Recuerdo que de ese viaje nos hicieron obsequios un tanto... subidos de tono. —los dos rieron fuertemente.

—Sí, me sorprendió muchisimo.