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Estupido. así se sentía Jung Kook.

Y es que simplemente todo le salía mal, nada de lo que intentara ayudaría a cambiar las cosas.

Le había mentido a todos, incluyendo a Nam y HoSeok.

Habían pasado tres días desde que Jimin sabía la verdad, para ese entonces por lo menos sus amigos más cercanos deberían saberlo, si no es que ya lo sabía toda la escuela.

No quería afrontar lo que él mismo había provocado, tenía miedo, poco a poco se quedaría solo, primero había perdido a su mejor amigo, después perdio al amor de su vida y ahora tal vez había perdido a las únicas dos personas que se se habían quedado con él sinceramente después de su estupidez.

No había asistido a clases, no podía ver a JiMin.

Se encontraba en un parque, sentado en una banca mirando al cielo.

Eran alrededor de las 10 de la noche, había ido a un bar pero al no estar acostumbrado a beber no tardó ni dos horas en embriagarse.

Sentado en la banca tratando de contener las lágrimas se preguntaba porque las cosas siempre tenían que salir de ese modo...

MAL.

Suspiró con frustración, había recibido unas cuantas llamadas por parte de Nam pero era demasiado cobarde como para contestar.

Miró a algunas parejas caminar de la mano y las ganas de llorar aumentaron.

Cerró los ojos y elevó su rostro.

De repente sintió a alguien sentarse a su lado y golpear su brazo.

—¿Prefieres estar aquí que contestar mis llamadas? —preguntó Nam.

—Yo... lo lamento. —susurró Jung Kook agachando la mirada.

—¿Qué lamentas?, ¿mentirnos o no contestar mis llamadas? —preguntó Nam.

—Lamento todo... mi vida es un desperdicio. —dijo el castaño con desprecio hacia su persona.

—Callate, imbecil. —Nam lo golpeó.

—¡Ya, deja de golpearme, Hyung!, por favor.

—Deja de decir idioteces, Kook. —Nam suspiró. —estas ebrio, te llevare a casa, vamos levantate.

Nam a duras penas pudo levantar al castaño quien, al parecer, había entrado en etapa de depresión pues lloraba desconsoladamente mientras decía incoherencias.

Llevarlo a casa fue toda una odisea, pues Jung Kook quería ir a ver a JiMin, así que llamo a HoSeok para que lo ayudara a llevarlo a casa.

Después de algunos minutos éste llegó y ayudo a Nam a levantarlo, pues Kook se había tirado en el suelo.

Como pudieron entraron al coche de HoSeok y se dirigieron a la casa de Kook.

Cuando llegaron suspiraron con cansancio ya que el castaño se había quedado dormido.

Lo sacaron como un peso muerto y buscaron en sus bolsillos esperando encontrar la llave, se demoraron algo para poder entrar a la casa y entre los dos lo subieron a su habitación, donde lo recostaron.

Después de asegurarse que estaría bien salieron de la habitación.

—¿Crees que va a estar bien? —preguntó HoSeok recargado en la pared.

—No lo sé, debe ser demasiado para él. —suspiró Nam. —lo mejor sera dejarlo descansar.

—¿Nos vamos?

—No, si quieres irte puedes hacerlo, yo me quedaré aquí por si las dudas, no quiero que haga alguna idiotez. —habló firme, Nam.

—Bien, entonces vamos a ver que tiene en la alacena, tengo hambre. —respondió HoSeok.

GASHINA • KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora