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Actualidad.

JiMin caminó apresuradamente al estacionamiento de la Universidad.

Jung Kook tenía cita médica después de clases y aunque el castaño había intentado convencerlo de que no era necesario acompañarlo JiMin insistió.

—¿Dónde vas JiMin? —preguntó Tae colocándose a un lado de él.

—Voy a acompañar a Kook a su cita, si no me apresuró llegaremos tarde. —siguió caminando rápidamente.

—Él puede ir sólo, No se va a perder, JiMin.

—Lo sé, pero quiero saber como va. —habló mordiendo su labio inferior. —nos vemos luego. —besó su mejilla dejando a Tae en medio del pasillo.

Cuando salió al estacionamiento miró a Jung Kook sentado jugando con sus manos nerviosamente y se acercó.

—¿Nervioso por la cita? —preguntó pero al parecer algo no andaba bien con Kook.

—Hola, Minnie, ¿qué me dijiste?, perdón no te entendí. —habló rápidamente.

—Dije ¿estás nervioso por la cita?, ¿estas bien, Kook? —preguntó curioso.

—Sí, yo estoy bien, ¿nos vamos?

JiMin asintió y entraron al coche de Jung Kook, que por supuesto JiMin conduciría.

El ambiente se sentía tenso, JiMin conocía bien a Jung Kook y su lenguaje corporal le decía que algo no andaba bien.

Sin embargo prefirió no seguir insistiendo.

Se tardaron unos 20 minutos para llegar al hospital.

Esperaron unos cuantos minutos a que los llamaran y ambos entraron.

—Hola. -habló JiMin entrando al consultorio.

—Bienvenidos, tomen asiento. —pidió el médico. —¿cómo te sientes Jung Kook?

—Yo... me siento mejor, los dolores de cabeza son recurrentes pero nada grave.

—Bien, necesito hacerte algunas revisiones, tal vez nos demoramos un poco ¿de acuerdo?

Los dos jóvenes asintieron.

El médico le pidió a Jung Kook sentarse en la camilla para revisar que su cabeza no tuviera hinchazón y que su visión y ojos estuvieran en buen estado.

Cuando estaba realizando la segunda revisión el teléfono de JiMin sonó, se disculpó con los dos hombres y salió del consultorio.

Era uno de sus compañeros de clase preguntando por un trabajo que realizarían en equipos, JiMin prometió llamarle en cuanto se desocupara para quedar.

Regresó a paso lento y abrió la puerta sigilosamente para no interrumpir.

Pero jamás esperó escuchar lo que en ese momento.

—No podemos seguir mintiendo, no puedo mentirle a JiMin, ya no más.

—Tú tienes la culpa de todo esto, esto va en contra de mi código, no se que estaba pensando cuando acepté tu dinero.

—La culpa no es sólo mía, también de usted. Esto No está bien, no podemos seguir mintiendo.

—Sí se enteran que mentimos ambos nos meteremos en problemas, lo mejor sería que diga que estas bien y que no vas a quedar ciego.

—¿Qué sucederá si alguno de sus colegas lo desmiente?

—Eso no va a pasar, así que lo mejor sería que le diga a tu noviecito que estas curado.

GASHINA • KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora