Una vez llegamos a la playa me quito los zapatos para sentir la cálida arena acariciar mis pies. Nunca me cansaré de este paisaje, me enamora en todos sus aspectos y poder ver el atardecer o el amanecer tiene que ser algo precioso...
No puede ser.
Yo no he dicho eso, ¡es imposible! seguro que es producto de mi loco cerebro. Porque, ¡vamos! soy yo, no pienso así de cursi. Adoro la sangre, las peleas y la adrenalina, detesto los arco iris, las pasteladas, los atardeceres desde el mar y el color rosa.
Yo no he sido capaz de pensar eso, a caso que...
¡Imposible! ¡me niego! ¡eso jamás sucederá!
No quiero regresar a mi antiguo yo, no deseo volver a ser débil y sentir dolor.
- ¿Lily, te encuentras bien? - pregunta Calvin preocupado, me giro para mirarle y asiento - está bien... me he asustado, ponías muecas muy raras y pensaba que te pasaba algo en la patata - afirma.
¿Patata? ¿pero que diantres es patata? ¿y que hago pensándolo y no diciéndoselo?
- ¿Patata? Calvin allí al fondo hay unas hamacas, creo que te hacen falta unas horas de sueño así que, adelante - le empujo un poco rumbo a las hamacas, pero solo se limita a mirarme divertido.
- Patata significa corazón, niña torpe - me da un golpecito en la frente dejándome asombrada y comienza a reír como un loco o en mi vocabulario, como un simio, ambas se aceptan - debería haber traído la cámara de fotos, tu cara era íncreible - se para en medio y comienza a hacer muecas como imitándome.
- Apuesto que sí, yo soy increíble - ambos reímos por la tontería
Una vez llegamos a la cafetería nos sentamos en una mesa del fondo esperando a Ian. De seguro aun no le habrá dado tiempo ha lle... ¡oh! si se encuentra en la puerta. Muevo mi mano como una loca hasta que me ve.
En cuanto me reconoce veo como una enorme sonrisa se extiende por su rostro. Parece bastante feliz por verme.
Con una sonrisa, la cual no borra nunca de su rostro, le veo acercarse a mi y en cuanto llega se acerca a darme un beso en la frente. Algo bastante raro teniendo en cuenta que solo nos hemos visto una vez, pero... ¡da igual! nada estropeara mi día en la playa.
Ya que me atrevo a escapar con todas las consecuencias, lo mejor es que debería disfrutarlo al máximo.
- Hola estrellita - dice a modo de saludo.
- Hola engendro marino - respondo. Sabe como odio ese mote que me ha puesto - por cierto, este es Calvin, mi niñero por lo que creo, Calvo él es Ian, mi amigo de la playa - digo señalandolos según los nombro.
- Lily... - murmura Calvin mirándome entre enfadado y confuso - ¿me has llamado Calvo?
Asiento con una sonrísa y agarro uno de los menús que hay sobre la mesa. Ese apodo ha quedado de maravilla en la presentación, Calvin... Calvo... sí, definitivamente eso ha quedado genial.
Al ver que Calvo no va a decir nada más me centro en los batidos. Hay de tres tamaños. Pequeño, mediano y gigante o en en mi idioma, una bomba de azúcar.
¡Gigante! tendrá como dos litros la copa de batido pero... ¡Oh my fucking god! ese batido es para mi, estoy más que segura de eso. Mi estomago está preparado para tanto.
- Buenas tardes guapos - levanto la mirada frustrada. ¿Soy yo o para la camarera soy invisible? oh, también puede ser que me haya considerado como un chico pero... ¡eso es imposible! tengo tetas y ahora al llevar el bikini se ven - ¿que desean tomar? ¿Quizá me dariaís vuestro número?
ESTÁS LEYENDO
Intento de chica perfecta
Teen FictionMis padres siempre han querido por hija a la chica perfecta; educada, elegante, hermosa, bien vestida... y por ello estoy aquí. Encerrada en una cárcel llamada internado, pero no es un internado normal, no, es un internado de gente con dinero. Donde...