Escucho que alguien llama a la puerta haciendo que me despierte, cosa que no me agrada en absoluto, espero que no sea mi padre porque así puedo golpear al responsable y quitarme un poco el mal humor mañanero de siempre.
- Pasa - digo, colocándome pegada a la pared.
Veo que es Fran quien entra por lo que salto en su espalda una vez se acerca a la cama. Cae de bruces contra el suelo y es entonces cuando le doy una colleja.
- ¡Estás loca! ¡quita de encima que pesas! - grita mi amigo fránces para su mala suerte.
Le vuelvo a dar una colleja por haber dicho que peso mucho, eso quiere decir que me acaba de llamar gorda y aunque eso quizá me haga parecer la típica chica, cosa que no es del todo mentira, no me gusta que me llamen gorda, más que nada porque me hace sentir mal.
Todas las mujeres detestan que las llamen gordas, sean tan delgadas como un esqueleto o estén tan obesas como una pelota de pilates.
El caso es que si te metes con el peso de una mujer ve preparando la maleta porque se sentirá muy indignada e irá a por ti de una manera nada agradable.
Así lo veo yo, al menos eso le pasa a las personas del sexo femenino que me rodean.
Sacamos las garras cuando se meten con nuestro peso, aunque en el caso de mi tía Edith ella si que tiene sobre-peso, sin embargo, eso no quita que le moleste tanto que hace dos años le tiró a unos adolescentes, que se reían de ella, una bolsa de basura que estaba por tirar.
- ¿Me acabas de llamar gorda? - pregunto indignada.
- Sí, ahora bájate de mi espalda, ¿quieres? - dice de nuevo el desgraciado que tengo como amigo.
Estoy replanteándome la idea de coger un cuchillo de la cocina y afeitarle la cabeza a jirones.
- Cuando retires lo que has dicho Francisco Bonnet - gruño cerca de su oído.
Cuando siento que tiembla bajo mi cuerpo no puedo evitar reír aunque intento ahogar las carcajadas para seguir dando la imagen de chica dura que me gusta que vean.
Si todos ven que eres una roca, te ven indestructible aunque seas tan débil como el aire, pero como ya sabéis... el aire en grandes cantidades puede ser mortal... esto, ¿que estaba diciendo? ¿a que venía eso?
Ya pierdo el hilo de mis propios pensamientos, ¿esto puede acabar mucho peor? mejor me callo que sino verás tu lo que me pasa al final del día.
- Lo retiro Lily, ¡lo retiro! - grita cuando le tiro de la oreja - ¿contenta?
- No - respondo.
Vuelvo a tirar de su oreja haciendo que chille.
¿Me estoy pasando? que lastima... ¿verdad? creo que lloraré junto a él por esto. Odio que digan que estoy gorda tanto como odio a la gente superficial y falsa, por lo que ya sabéis, no utilicéis ese adjetivo conmigo.
Creo que esa obsesión viene de familia, antes de que mi tía le lanzase la basura a esos pobres chicos mi abuela Marie hizo algo mucho peor... o bueno, en mi caso algo entretenido, le robé el donut a una pobre mujer que pasaba por ahí para ver el espectáculo.
Mi abuela comenzó a hacer lucha libre con una pobre mujer algo más jóven que ella.
Creo que este carácter tan... ¿fuerte? sí, dejémoslo así, me viene de familia. Las mujeres de mi familia han sido siempre de armas tomar, exceptuando a mi madre, ella es la oveja negra de la familia como lo estaba siendo mi hermana Noelia
- Di que soy extremadamente atractiva, que eres un jodido idiota y como idiota te vestirás de animadora junto a Will, ¡dilo maldita sea! - exclamo en su oído haciendo que de un bote.
ESTÁS LEYENDO
Intento de chica perfecta
Teen FictionMis padres siempre han querido por hija a la chica perfecta; educada, elegante, hermosa, bien vestida... y por ello estoy aquí. Encerrada en una cárcel llamada internado, pero no es un internado normal, no, es un internado de gente con dinero. Donde...