Quedan dos días para que sea, por fin, el evento de "el día de las puertas abiertas". Estoy ansiosa para que ese día llegue, ya que veré a mis abuelos y de nuevo veré a mi padre. Dice que me tiene un regalo y que se muere por dármelo, incluso dijo que me encantará, más que la moto.
Lo veo difícil.
Acelero el paso hasta llegar a la cafetería y, ya allí, entro dentro de la cocina donde me pongo la bata blanca que usan las cocineras y una redecilla para la cabeza. Queda ridículo, pero... he hecho lo posible para no ponérmelo y es imposible, las cocineras dan más miedo que yo pensando en apocalipsis zombis.
- Hola Luke – saludo al peliazul con una amplia sonrisa - ¿Qué nos toca servir hoy?
- Pescado – responde totalmente asqueado.
A pesar de lo poco que conozco a Luke, he averiguado muchas cosas sobre él bastante interesantes. ¿Sabéis que está loco por Francisco? Está enamorado de mi amigo francés, ¿veis los gustos que puede tener la gente? Horrorosos, aunque yo tampoco me libro, estuve a punto de salir con él.
Eso es incluso peor.
Asiento "emocionada" y luego corro hasta dónde está mi amigo francés, al verle de espaldas salto sobre esta y me cuelgo de su cuello para no caer. Al principio se tambalea un poco, pero luego acaba sujetándome bien para que no caiga al suelo.
Este es mi amigo, el que me protege y no quiere que me haga daño.
- ¿Ansiosa por lo de pasado mañana? – pregunta una vez me bajo de su espalda.
- Claro, ¿vendrán tus padres? – cuestiono bastante interesada en su respuesta.
Asiente sonriente.
No me extraña que le emocione volver a verlos, lleva sin verlos desde que huyó de mí... hace más de un año. Ahora, tras pensar cuanto tiempo ha pasado tras lo de Noelia, me doy cuenta de lo fácil que ha sido perdonarlo. Se nota cuando alguien es tu verdadero amigo y cuando alguien te está utilizando.
Al que te utiliza no le perdonas nunca, al verdadero amigo... te duele hacerlo puesto que sientes que te traicionó, pero te duele aún más el tenerlo lejos y acabas perdonándolo. Así es aunque no queramos verlo, siempre prefieres tenerle cerca a pesar del dolor pasado, a no volver a verle.
- ¿Qué tal te va con Will? – pregunta sacándome de mis pensamientos.
Sonrío como tonta y por ello recibo codazos en el costado, miro a Fran sonriente y veo como la sonrisa que él me devuelve no le llega completamente a los ojos. Reconozco que me duele ver que le hago daño estando con Will, pero soy bastante egoísta y no dejaré a Will por Fran.
Le doy un beso en la mejilla antes de ir a servir la cena.
La gente pasa y sigue pasando, a la mayoría los conozco y me saludan amablemente, a los que no... pues bueno, les sirvo el plato y se van algo cohibidos, no sé porque la verdad. Tampoco me importa. Cuando llega el turno de mis amigos les sirvo una mayor cantidad de comida y entablo una breve conversación con ellos antes de que se vayan.
- ¿Cómo te va? – pregunta Peter apoyándose en la barra, encimera, lo que sea que es esto.
- Estoy aburrida, no me vendría mal que me entretuvieses – bromeo.
- Bueno... lo cierto es que te tengo una mala noticia - dice nervioso. Me acerco a él confundida y curiosa, ¿Qué quiere decirme? – pero no sé si debería hacerlo... es algo que puede dolerte, ¿lo aguantaras?
Asiento decidida, odio que me oculten las cosas y sea lo que sea quiero saberlo.
- Vale – suelta un suspiro – es mejor que lo sepas de todas maneras – dice aun nervioso, sea lo que sea debe ser duro decirlo ya que no se atreve si quiera a decir nada – es sobre Will, está muy unido a Jennyfer, hará unos cinco días que va todas las tardes a su cuarto a verla.
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Intento de chica perfecta
Teen FictionMis padres siempre han querido por hija a la chica perfecta; educada, elegante, hermosa, bien vestida... y por ello estoy aquí. Encerrada en una cárcel llamada internado, pero no es un internado normal, no, es un internado de gente con dinero. Donde...