¿Quereis sabes como transcurren los demás días? ¿si? bueno pues transcurren tranquilos, muy tranquilos. No hemos hecho nada más que visitar Madrid, tantas veces que creo que me conozco mejor esta ciudad que el internado aunque no sería raro ya que apenas he pasado tiempo allí.
Estamos a veinticuatro de diciembre ¿y a que no sabéis que? ¡mañana es el día de Navidad! eso es bueno pero lo que contaré a continuación no... ¡no tengo aun los jodidos regalos! ni siquiera sabía que mañana era el día de Navidad hasta hace unas horas que me lo ha dicho Peter.
Bendito Peter, te tendré que comprar chocolate de premio.
Así que bueno, aquí estoy. En un enorme centro comercial buscando los regalos para todos mis jodidos amigos y claro, por supuesto, el de mi padre solo que a él se lo daré cuando regrese a Los Ángeles.
- ¿Ya sabes que les regalaras? - pregunta David interesado.
Ah sí, se me olvidaba. He tenido que pedir ayuda a David, alguien tenía que traerme y claro está no se lo iba a pedir a uno de mis amigos. Los regalos son secretos.
- Ni idea - hago pucheros - estoy por regalarles a cada uno un bolígrafo con lucecitas y a tomar viento - expreso ya irritada.
Odio ir de compras, ¡lo odio! mucho más cuando estoy en una situación como esta.
- Te puedo ayudar - dice con una sonrísa - mira por ejemplo, por lo poco que conozco a la rubia... - se lleva la mano al puente de la nariz para pensar - ¿Sam? - asiento - pues por lo poco que conozco a Sam, sé que lo que más ilusión la haría sería algo de ropa o complementos.
- ¡Buena idea! - exclamo emocionada.
Le agarro de la mano y corro hasta la sección de ropa. La gente se nos queda mirando por el desorden que ocasionamos y me da igual, porque... Por favor, me estoy agobiando. Entre las prisas y el mogollón de gente que hay me pongo nerviosa.
Le echo un ojo a las prendas y veo un montón de ropa pero que me gustará a mi, no a Sam. Ella quiere algo femenino y "chic", no tenemos los mismos gustos, ni siquiera se me pasa por la cabeza que tipo de ropa la gusta.
De marca, pero... ¿que cojones la cojo?
- Toma, mira - dice David a mi espalda.
Me giro y entonces veo que en sus manos lleva un vestido blanco con la parte de arriba en encaje y sin mangas. Es demasiado fe... ¡Es perfecto para Sam! Ahora que lo pienso... este chico tiene un gusto exquisito en la ropa.
Sigo fantaseando con el regalo de Sam y para cuando me quiero dar cuenta está coqueteando con alguna chica, no ha perdido el tiempo.
Cojo el vestido y lo llevo hasta la caja para pagarlo, pero justo antes de llegar veo el regalo perfecto para Silvia. Al fondo del pasillo hay un bote de tinte de color rosa. ¡Es perfecto para ella! desde hace días me ha dicho que quería hacerse mechas californianas rosas, ¿que mejor momento que ese para comprarlo?
¡Bendita visión la mía!
Corro dejando a David solo, agarro el bote, aunque no soy la única que lo hace. Una mujer ya entrada en los sesenta también lo ha cogido y me mira con una mirada gélida. Tiene el cabello de color azul, muy normal todo.
Leerlo con sarcasmo, please.
- Es mío, mama pitufo - le arrebato el bote de tinte y comienzo a andar triunfal hasta que siento un tirón en mi pelo y caigo de culo al suelo. maldita vieja que fuerza tiene - ¿no te apetece renovar el azul pitufo? ¿o quizá probar con el amarillo pollo? - pregunto con una divertida sonrisa aunque sé que no me entiende - lo siento momia, pero el rosa piruleta es mío.
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Intento de chica perfecta
Teen FictionMis padres siempre han querido por hija a la chica perfecta; educada, elegante, hermosa, bien vestida... y por ello estoy aquí. Encerrada en una cárcel llamada internado, pero no es un internado normal, no, es un internado de gente con dinero. Donde...