Capitulo 15 "¿El baile? ahórrate la humillación"

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     Guardo un par de libros en la taquilla y luego saco de esta una bolsa de golosinas que compré hace dos días en una tienda de la ciudad.

Calvin está siendo un autentico amor conmigo últimamente y eso que nuestra relación no era como esta al inicio, me lleva a la ciudad siempre que quiero, me ha invitado al concierto de mi grupo favorito y esta tarde mismo vamos incluso al cine del internado, he sido invitada por él.

No es mal chico, después de pasar tiempo con él he podido ver que en realidad es un gran chico en muchos sentidos, pero tampoco es el chico que me conviene. Contradictorio porque es el tipo de chico que busco, pero no me conviene. Somos dos personas con personalidad similar, chocaremos en cualquier momento y habrá una gran explosión, poniendo en peligro a todos nuestros amigos.

- Adams - dice un chico con un irresistible acento francés. 

Fran.

Solo me habla cuando le conviene. Siempre acabo mandándole al cuerno furiosa y no es para menos, si lo único que hacemos cuando hablamos es discutir como dos crios que discuten por quien se queda con el juguete. Es un idiota de pies a cabeza y mira que yo pensaba que lo hacía porque le ocurría algo, pero no, lo hace porque es así, encima, y también soy una idiota de pies a cabeza, así que al final siempre discutimos. No sé en que momento Fran cambió y sus motivos para hacerlo, porque antes no era así, pero lo hizo, cambió y ahora es esta persona que tengo delante de mí.

- ¿Qué quieres idiota? - pregunto cansada sin darme la vuelta. 

- Hablar contigo, ¿puede ser posible? - pregunta y por su tono de voz puedo saber que está cansado de esta situación. Le conozco lo suficiente como para saber como se siente.

No soy la única que en el fondo no disfruta de nuestras discusiones. A lo mejor no lo expreso demasiado por miedo a mis propios sentimientos, pero si hay algo que me está matando por dentro es estar de este modo con Fran. En el fondo solo deseo que olvidemos este estúpido juego donde ambos nos insultamos y volvemos a ser los amigos de siempre.

- Depende, ¿me contaras por fin porque actúas así y me tratas así? ¿por qué estas con putyfer? ¿por qué de un momento para otro has dejado de ser Fran el chico atractivo y cariñoso que conocía para convertirse en un gilipollas con el que estoy hablando? - pregunto algo irritada. Solo él me altera de esta manera.

Silencio. 

No abre la boca en ningún momento y tampoco parece querer hacerlo, solo se limita a mirarme fijamente. Intento descubrir sus pensamientos y sentimientos a través de sus ojos, pero no veo nada. Dicen que los ojos son el reflejo del alma pero o se equivocan o yo no sé mirar a través de los suyos.

Puedo saber que está nervioso y lo entiendo. Puedo saber que quiere decirme algo, pero que no puede. Puedo saber todo eso porque le conozco, sin embargo, no estoy segura de si ahora mismo estoy acertando y eso me asusta un poco, porque me hace sentir que no le conozco. Es cierto que conozco a Fran desde la niñez y debería saber a la perfección que clase de persona es, pero no, no conozco al chico que está enfrente de mí.

- Lo suponía - respondo frustrada - no volveré a decir que te pudras en el infierno porque de tantas veces que te lo he dicho deberías estar ya allí, así que solo te diré una cosa - Me acerco a él lentamente - se te acaba el tiempo, ahora mismo podría llegar a perdonarte porque créeme, realmente quiere perdonarte y hacer como si todo esto nunca hubiese sucedido, así de importante eres para mi, pero... no alargues más la espera, no sé cuanto más voy a poder aguantar esta espera.

Sin mirar atrás comienzo a caminar hasta clase. Ingles, es decir, lengua y literatura para los estadounidenses.

Odio esa clase. ¿Os podeís creer que el profesor nos haya mandado hacer todas las actividades del libro para la semana que viene? es un antipático, a mi me expulsó de clase el otro día por tratar de darle un bollo de chocolate a una paloma que estaba en una rama al lado de mi ventana.

Intento de chica perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora