Día: Luna Creciente

338 24 9
                                    

-L.M: Bueno y cómo también sabe, tengo que elegir a un delegado del salón, está persona estará encargada de avisarles de los avisos del personal directivo, también será el responsable de las actividades de su clase y eso.

Yo no lo estaba escuchando estaba personas en mis pensamientos sobre el beso, cada vez que trataba de ignorarla se repetía, mi mente y sentimientos estaban haciendo un complot contra mí.

-L.M: Entonces, ¿Quién quiere ser el delegado del salón?

Nadie de los que estaban presentes levantó la mano, las esquinas de mi boca se levantaron levemente, me causaba gracia este tipo de situación.

-L.M: Tú, el del libro ¿No quieres hacerte cargo?

Esas palabras me sacaron de mis pensamientos, el hecho de que me llamara 'tú' y no por mí nombre, me hizo enojar levemente.

-Yo: Mi nombre es Yegres, y no, no quiero hacerme cargo.

-L.M: Lo siento por lo del nombre pero ¿Por qué no quieres ser el delegado del salón?

-Yo: Las clases empiezan de 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde dependiendo del día, entonces son 7 horas de clases y estudios, eso sin meter las horas de descanso y las horas de estudio en casa, ser delegado implicaría, tener que asistir a reuniones de aproximadamente 20min dependiendo del tema que se vaya a discutir...

Seguí hablando y haciendo cálculos en mi mente al mismo tiempo mientras que tenía más de 60 pares de ojos en mí.

-Yo: Para resumir, ser delegado sería una perdida de tiempo, desde mi punto de vista.

Todos se quedaron mirándome por unos segundos más y después voltearon a ver a L.M.

-L.M: Entonces, ¿Un voluntario?, Por favor.

Una chica levantó la mano, tenía el cabello negro, ojos café, piel blanca y utilizaba lentes.

-¿?: Yo quisiera ser la delegada.

-L.M: ¡Qué bueno!, Entonces después de clases, búscame para hablar sobre el tema.

L.M salió del salón, y después el salón se convirtió en un lugar bullicioso, hasta que llegó el profesor.

Las horas pasaron lentas, no había dormido bien por ya el hecho mencionado más de tres veces.

Sonó el timbre de receso, y todos se levantaron y fueron saliendo por la puerta, hice lo mismo.

Decidí, comprar algo de comida para desayunar, después de comprarla me dirigirí a la biblioteca.

Después de llegar, subí las escaleras de la biblioteca para dirigirme al segundo piso, después agarrar un libro al azar, me dirigí a mi lugar secreto, consistía en un espacio escondido entre dos estantes, habían una mesa con una sola silla.

Casualmente lo había encontrado, cuando buscaba novelas y libros para pasar el tiempo, me dí cuenta de que había un espacio inusual entre dos estantes, me acerqué y veo una mesa, después de adentrarme, me gustó el lugar y decidí que ese era mi lugar secreto.

Me quedé leyendo hasta que sonó el timbre.

Ya era la última clase, yo solo estaba esperando que se acabara, no soportaba escuchar sobre la guerra de 1812.

Después de que sonara el timbre salí de salón, después me dirigí por los largos pasillos del colegio para salir del mismo.

Quería salir lo más rápido del colegio para no encontrarme a L.M, pero todo el esfuerzo fue en vano ya que él estaba en la parada de autobús.

Me senté a esperar el autobús, L.M estaba sentado al lado mío también esperando.

-L.M: Lo siento por lo de ayer.

Estaba pensando en otra cosa cuando el habló así que no pude escuchar bien.

-Yo: ¿Qué dijiste?

-L.M: Lo siento por lo de ayer no era mi intención hacerte...

-Yo: Tranquilo, no estaba molesto por eso, solo que me sentía incómodo.

-L.M: Pero igual lo siento.

-Yo: Ya deja de disculparte.

-L.M: Está bien, lo siento.

-Yo: Allá viene el autobús.

Después de pagar el autobús y sentarnos, empezamos a hablar.

-L.M: Por cierto, ¿Puedo quedarme en tu casa una semana?

-Yo: ¿Y eso?

No estaba seguro de hacerlo después de lo acontecido pero decidí escuchar lo que él tenía que decir y después basar mi desición dependiendo de su respuesta.

-L.M: Es que mi mamá se va de viaje y no quiero quedarme con mi papá, ya que tuve una discusión con él.

-Yo: Dejame pensarlo.

-L.M: Por favor, no tengo donde quedarme.

Le iba a decir 'Oye y la casa de Elieser el chico que casi me golpea' pero no quería mencionar el asunto y volver el ambiente incómodo.

-Yo: Okey, solo una semana ni un día más.

-L.M: ¡Sí! Iré a la casa de Yegres

-Yo: Pareces un niño.

Después de un rato, llegamos a mi casa.

-Luis Mario: Wow, tu casa es grande.

-Yo: ¿Gracias?

Yo no creía que era grande solo era un espacio de aproximadamente 30x40.

-L.M: ¿Y dónde voy a dormir?

-Yo: En el cuarto de invitados.

-L.M: ¿Por qué?

-Yo: Porque eres un invitado.

-L.M: Pensé que dormiríamos juntos, como en mi casa.

-Yo: Pues, pensaste mal.

Y me fuí caminando hacia mi cuarto sin decir nada.

Después de estar un rato en mi cuarto, veo mi teléfono y eran las 7:00 p.m habíamos salido tarde del instituto, salí solo para preguntarle a mi invitado sí tenía hambre.

Cuándo salgo del cuarto veo que L.M está dormido en el sofá, se le veía que tenía frío ya que temblaba, busqué una sabana y se la tiré encima se despertó de repente.

-Yo: Para la próxima me avisas si tienes frío, para buscarte una sabana.

-Luis Mario: Okey y gracias, pero no tenías que despertarme.

Entré en la cocina para preparar la cena. L.M se apoya del marco y se queda parado con una cara somnolienta.

-L.M: ¿Estás cocinando?

-Yo: No, estoy jugando a ser chef.

Mis palabras fueron escupidas con sarcasmo.

-L.M: ¿Qué estás preparando?

-Yo: Pan con jamón y queso.

-L.M: Que rico.

Sus palabras también fueron escupidas con sarcasmo.

-Yo: Si no te gusta, te invito a que cocines tu propia comida, allá está la nevera.

L.M me remedó y se fue a la sala.

[Remedó/Remedar: Copiar algo que la otra persona realizó (comportamiento o palabras) en un sentido de burla]

Me fui a mi cuarto y me comí mi pan, al rato escucho la puerta abrirse y veo que es L.M.

-L.M: Tengo sueño.

-Yo: En la siguiente puerta esta el cuarto donde vas a dormir.

-L.M: Okey, gracias.

Después algo entre dientes pero no entendí lo que dijo. Veo de nuevo el teléfono veo que son las 9:30 p.m, me había tardado demasiado en hacer la cena, apagué mí teléfono, dejé el plato de comida a un lado y me acosté a dormir.

Buenas NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora