Día: Gibosa Creciente

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[Y]

Eran las 9 a.m de la mañana y fui el primero en levantarse.

Me paré de el incómodo y duro suelo para dirigirme hacia el baño para cepillarme los dientes.

Un ruido en la cocina hizo que me despertara completamente derrepente una brisa fría se coló por mi camisa y recorrió toda mi espalda.

Mi mente estaba lleno de pensamientos e ideas estúpidas.

Una parte de mí me decía que no fuera a la cocina mientras que la otra me decía que fuera, estaba en un conflicto interno.

Decidí ir hacia la cocina, cada vez que me acercaba más a la cocina mi mi corazón latía con más velocidad.

Me sentía como en una película de terror, no sabía que iba a ocurrir después de que me asomara por la entrada de la cocina.

Entonces decidí correr hasta donde se produjo el ruido y golpear por todas partes.

Corrí con los ojos cerrados y apenas sentí la otra presencia a mi lado empecé a golpear a la figura.

La otra figura empezó a producir sonidos de dolor.

-¿?: ¡Ayuda!

La voz de la figura de me hacía conocida, como si la hubiera escuchado en alguna parte.

-Natt: Yegres, ¿Qué haces?

Dejo de agitar mis puños y abro los ojos en dirección hacia la entrada de la cocina y ahí encuentro a Natt y L.M con caras somnolientas.

-Yo: No ves que estoy matando a un demonio.

-¿?: ¿A quién llamas demonio?

Volteo a ver, según yo, a la figura demoníaca y resulta ser me queridísima hermana Alexa.

-Yo: ¡Oh no! A mí hermana la poseyó un demonio.

Empecé a agitar mis puños de nuevo.

-L.M: Pégale con la silla.

Natt se empezaron a reír de la situación.

-Alexa: ¡Ya!

Paré de golpearla y me empecé a reír también.

-Alexa: Ah claro, rianse de mí.

-Frank: ¡Ja! A ver si esos golpes te hacen más inteligente.

-Alexa: ¡Cállate!

-L.M: ¿Qué haces despierto?

-Yo: Se suponía que iba a ir a cepillarme los dientes pero escuché un ruido en la cocina y ya saben el resto.

-Gabi: ¿Qué pasó?

No nos habíamos dado cuenta de que Gabi se había levantado.

-Natt: Nada interesante.

-Alexa: Yegres me golpeó.

-Gabi: Ya es normal, me vuelvo a acostar.

-Frank: Bueno, yo me tengo que ir a mi casa así que, chao.

-Yo: ¿No te vas a quedar a desayunar?

-Jesús: Tengo algunas cosas que hacer así que no me puedo quedar más tiempo.

-Alexa: Ya vete.

Frank solo se limitó a responderle con una mueca de disgusto.

-Yo: Te acompaño a la puerta.

Después de despedir a Frank, todos estaban despiertos, y a excepción de L.M, estaban preparando el desayuno

-Yo: Bueno, yo me voy a bañar.

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