-Natt: Oh, no
-Yo: ¿Qué pasó?
Yegres empezó a ponerse nervioso, yo no entendía nada en ese momento.
Voltee a ver a Natt y ella también volteo a mirarme con cara de preocupación. A lo lejos pude notar que se acercaba un chico y una chica, hasta que quedaron en frente de nosotros.
-¿?: Pero miren a quienes no encontramos.
Dijo el chico, tenía cierta aura de arrogancia y su tono de voz era de superioridad.
-Alexa: ¿Que tú haces aquí?
-Yegres: Vámonos de aquí, por favor.
Lo dijó en un tono inaudible, cuando volteo a ver a Yegres, tenía lágrimas recorriendo sus mejillas.
-¿?: Hola Yegres, ¿cómo has estado?
¿Cómo sabía el nombres de Yegres?, esa pregunta no dejo de rebotar mor mi mente.
-¿?: Ya vámonos, déjalos tranquilos.
-Natt: Cállate Lia, que tu palabra no vale nada después de lo que hiciste.
La chica bajó la cabeza.
-¿?: Ya dejen de ser tan rencorosos.
-Gabi: Yegres, ¿Estás bien?
-¿?: Pero, y ¿Quién eres?
Lo dijo dirijiéndose a mi.
-Yo: Soy L.M, novio de Yegres.
Cuando dije que era novio de Yegres, pude notar como la chica habría los ojos y la cara del chico tomaba una expresión de sorpresa.
-Yo: ¿Y tú quién eres?
-¿?: Bueno, no sé si te han hablado de mi, pero yo soy Rubén, el ex de Yegres.
-Yo: Tú desgra-
Mi mano se cerró y se dirigió hacia su cara.
El chico se me acercó y en un movimiento me había agarrado por un brazo y me jala hacia el hasta quedar a pocos a centímetros de su cara.
No podía moverme y Yegres tenía solo una expresión de asombro.
-Rubén: Vamos a ver a qué saben tus labios.
La distancia que había entre nosotros se esfumó, nuestros labios estaban juntos.
Lo golpeé en la cara y me alejé de él.
-Rubén: Cómo me lo imaginé.
Yegres tenía la cabeza baja y cuando me acerqué a abrazarlo me empujó y caí al suelo, después se acercó a donde estaba Rubén.
Una vez frente de él lo agarró por la camisa y lo golpeó.
-Natt: ¡Yegres!
-Alexa: ¡Si!, golpealo más fuerte.
-Yegres: Eso fue por lo que me hiciste, y esto el por besar a mi novio.
Lo golpeó en el abdomen e hizo que se arrodillara.
La chica miraba asombrada y atemorizada.
-Yegres: ¡Vámonos!
Se acerca hacia mí y me agarra de la mano y me empieza a arrastrar.
Nos fuimos a la parada de buses y nos quedamos ahí esperando Yegres no me dirigió una palabra.
Después de subir al bus no hablamos en todo el trayecto.
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Buenas Noches
RomansaRealmente no tenía pensado enamorarme, hasta que vino él. Pero lamentablemente no durará mucho.