-L.M: ¡Yegres!
El grito de L.M hizo que me sobresaltara.
Me desperté de golpe.
-Yo: ¡¿Qué?! ¡¿Qué?!
-L.M: Hola.
Mi cara cambió de una adormilada a una furiosa, mi ojos se volvieron blancos.
Ya levantado por la culpa de L.M, me levanté y me dirigí al baño a bañarme.
Ya han pasado 5 minutos y no ha salido Yegres del baño.
En ese momento sonó el teléfono de Yegres.
Primer tono, segundo tono, tercer tono, no contesté.
Volvió a sonar el teléfono, está vez decidí agarrarlo.
En el pedazo de vidrio se mostraba un número, con el título "desconocido"
Pensé dos veces antes de presionar el botón de contestar.
-Yo: ¿Hola?
-¿?: ¿Yegres? ¿Quién es?
-Yo: ¿Quién pregunta? ¿Quién eres?
-¿?: Yo pregunté primero.
-Yo: Tú estas llamando.
-¿?: Soy una amiga de Yegres.
En ese momento escuché como la puerta del baño se abría y se cerraba indicando que el otro individuo había salido, colgué rápidamente la llamada.
En un intento fallido por ocultar el teléfono, él entra al cuarto.
-Yegres: ¿Qué haces con mi teléfono?
Lo dijo en un tono tan frío que me dió miedo responderle.
Pensé por un momento mi respuesta antes de contestar.
-Yo: Te andaban llamando.
-Yegres: ¿Quién era?
Me preguntó mientras se ponía una camisa.
-Yo: Una amiga tuya.
-Yegres: ¿Quién?
-Yo: No dijo su nombre.
Se dió media vuelta y se terminó de vestir.
-Yo: Oye.
Volteó hacia donde estaba me respondió fríamente.
-Yegres: ¿Qué?
-Yo: Podemos salir.
-Yegres: ¿A dónde?
-Yo: No sé.
Mis hombros se alzaron y respondí con desdén.
-Yegres: Yo no tengo ganas de salir.
-Yo: Vamos, ¿No te cansas de estar encerrado en tú casa?
-Yegres: No, yo lo disfruto.
[Y]
-L.M: ¿Y como quieres que te conquiste si no colaboras?
Fui a salir del cuarto cuando L.M escupió esas palabras.
Mi cuerpo se volvió rígido.
-Yo: ¿Quién dijo que yo quería que me conquistaras?
Dije denso dando media vuelta mirando hacia donde L.M estaba parado.
L.M se fue acercando hacía mi lentamente yo retrocedía cada vez que se acercaba.
-Yo: ¿Qué haces?
ESTÁS LEYENDO
Buenas Noches
RomanceRealmente no tenía pensado enamorarme, hasta que vino él. Pero lamentablemente no durará mucho.