Leal a ti

Capitulo 15

Tris

Una gran ola de emociones viene a mi cabeza provocando grandes cambios de personalidad, lloro recordando las muertes que vi y provoqué y Tobias me abraza formando una jaula alrededor de mi torso.

— ¿Que ocurre? — pregunta elevando mi rostro con cuidado — ¿Tris?

— Cuatro... Tobías — digo con un hilo de voz y rompo en llanto otra vez.

El solo me abraza y acaricia mi espalda de arriba a abajo, ambos arrodillados en medio de la avenida Míchigan, bajo el oscuro cielo de Chicago sin estrellas, solamente la silueta de la luna detrás de las nubes.

— Tris... Debemos irnos — dice levantándose y por consecuencia a mi también. Coloca su mano en mi espalda baja obligándome a caminar.

— Vamos a Osadía — anuncia y seguimos caminando. Estoy emocionada por volver a Osadía, digo, se que ya estuve antes pero no era consciente de lo que significaba para mí.

Aun sigo en shock por haber tenido tantas emociones en un corto tiempo, así que no me doy cuenta de que llegamos a la Sede de Osadía y que vamos camino al departamento de Tobías.

— Tobías.. — empiezo a decir pero me interrumpe

— ¿Necesitas algo..? Ve a la habitación y descansa un rato ¿si? Te veo mas tarde

— Tobías... —

— No Tris... Acabas de desmayarte y de reír, suspirar y llorar al mismo tiempo — dice desde la cocina, segundos después sale con un vaso de agua — Toma esto y ve a descansar

— Tobías Eaton ¡podrías prestarme atención a lo que digo! — digo y el me ve sorprendido, frunce el ceño y se acerca a mi.

— ¿Que fue lo que dijiste? — pregunta

— Tobías yo...

— Dijiste mi nombre completo, no como algo extraño... Tris — dice llamando mi atención — ¿Cual es mi Cuarto miedo?

Tomo aire antes de contestar

— Tu peor miedo es verme morir, perderme. — digo y su expresión no cambia, sus ojos reflejan emoción - desesperación, toma aire con fuerza y se inclina un poco hacia adelante.

— ¿Que fue... — toma aire de nuevo — Que fue lo último que te dije, antes de separarnos en La Oficina; antes de soltar el suero de la memoria? — dice todo como si fuera una corriente de agua, cada palabra dolida martillando en lo más profundo de mi cabeza.

Intentando contener las lágrimas respondo

— "También te amo... Te veré pronto". Me dejaste sola para venir a Chicago y hablar con la familia de Uriah.

Su mirada perdida se fija en un punto del suelo y vuelve a la mía, se ablanda y veo que está colmada de lágrimas. Se abalanza a abrazarme y enredo mis piernas en su cintura, mi rostro queda escondido en su cuello.

— Tobías... Te extrañé tanto — digo dejando caer mis lágrimas en su camiseta.

— Tris — dice en una especie de suspiro, acaricia mi espalda y besa mi mejilla — Por favor no llores... .

Levanto la mirada y el hace un intento de sonrisa

— No te vuelvas a alejar de mi, no quiero perderte — dice y lo callo con un beso.

Sus labios se acoplan perfectamente, moviéndose suavemente saboreando cada centímetro. Poco a poco se vuelve intenso, y los movimientos son mas rápidos; el se aleja unos centímetros y nuestros labios se rozan, el deja un rastro de besos por mi mejilla y luego baja a mi cuello mientras juego con el cabello de su nuca.