Tris
En este preciso instante, quiero salir corriendo de Erudición. Cara, Mattew y Caleb no hacen mas que hablar sobre los resultados de los exámenes de mi cerebro y yo sentada en una silla en el laboratorio jugando con un lápiz. Mi mente se centra en Tobías, quisiera que estuviera aquí, sacandome alguna sonrisa o simplemente hablando. Su expresión dura, es apenas una carátula; cuando de verdad lo conoces, te das cuenta de que tipo de persona es. Su apodo pasa por ligeros flash de recuerdos: Cuatro... Cuatro... Cuatro. Mi memoria hace un inmenso intento de recordar pero lo único que consigo es un dolor de cabeza horrible.
— Bueno Tris... Creo que ya tenemos una solución a tu amnesia — empieza diciendo Caleb
— Creemos que pequeños estímulos a tu memoria podrían restaurarla, pero llevaría algo de tiempo. Recuerdas toda tu vida, excepto de los dieciséis años en adelante; alguien de gran peso sentimental en tu vida debería ayudarte a recordar — dice Cara
— ¿Como Tobías? — pregunto y Cara asiente seguida de Mattew, pero Caleb no lo hace.
— Tu hermano también podría — dice Mattew.
— Lo siento pero; quiero que sea Tobías — digo firme
— Supongo que no le costará nada. — dijo Cara
No, no le costará porque me ama pienso y una sonrisa rebelde aparece en mi rostro.
— Ya nos vamos — dice Cara — Regreso luego — termina diciendo y salimos del Laboratorio de Mattew.
En el camino a su departamento, hablamos de cosas muy triviales, no tocamos el tema de mi amnesia; ya era suficiente haberlo oído toda la mañana, ni de mi paseo nocturno con Tobías, se que el oculta algo, debajo de toda esa fachada de osado sin sentimientos. Al llegar al departamento cocinamos un almuerzo sencillo, luego Cara tuvo que irse a Erudición otra vez y yo me quedé sola. Al cabo de unos minutos, decidí salir a caminar.
Salgo a la avenida Míchigan y camino hacia el lugar más familiar que recuerdo hasta ahora: Abnegación. En mi recorrido puedo ver la gran diferencia de personalidad de cada facción: Los osados caminan, trotan o corren en grupos hablando y riendo cálidamente, algunos de ellos saltando al tren y otros trepando edificios abandonados. Los cordiales ríen y hablan mientras caminan y dedican sonrisas. Los eruditos solo caminan solos y aveces en pequeños grupos de tres personas intercambiando breves palabras. Los abnegados ayudan a cualquiera que lo necesite y los veraces no paran de hablar.
El sector de abnegación parece un pequeño cuadrado de cemento gris, con varias cajas grises colocadas en perfecta alineación. Cuando las personas me ven pasar, su expresión se queda sombría. Debe ser porque soy de Osadía, estas dos facciones han pasado por varias cosas, la gran mayoría malas, y eso explica las breves miradas de odio. Veo la casa de mis padres, inhabitada pero reconstruida, pongo mi mano en el picaporte de la puerta y me sorprendo al ver que está abierto. Entro y la veo perfectamente amueblada, pero hay varios signos de que nadie ha estado aquí en un buen rato.
Subo a lo que antes era mi habitación y pareciera que nada hubiera pasado, todo en su lugar, perfectamente acomodado, sin decoración alguna. Varios recuerdos nostálgicos pasan por mi mente y un pensamiento algo lógico y alocado se quedó suspendido en el aire:
¿Que hubiese pasado si la guerra entre facciones por los divergentes, nunca hubiese existido?
Bajo las escaleras y me siento en uno de los sillones de la sala; estar aquí se me hace familiar y al mismo tiempo ajena, ¿por qué nadie la habrá habitado?. Cierro mis ojos un rato, no estoy dormida pero tampoco despierta y por eso cuando escucho que la puerta se abre; salto del sillón como un resorte, suspiro aliviada viendo que solo es un niño, de al menos 9 o 10 años. Cuando se da cuenta de mi presencia da un pequeño salto hacia atrás y me mira con el ceño fruncido.

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Leal a ti
AléatoireTobías (4) descubre que su gran amor Tris en realidad esta viva , y es víctima de una serie de experimentos a manos de David quien al parecer fue inoculado contra el suero de la memoria. Tobías hará lo imposible para recuperar a Tris con ayuda de Ch...