Capítulo 12 (Resfriado)

269 15 0
                                    

Tobías

     Al entrar al despacho Harrison está sentado en una silla rotatoria con sus manos entrelazadas sobre el escritorio viéndonos fijamente. Está molesto, muy molesto. Avanzamos hasta el escritorio y nos sentamos en las sillas que están frente a el, son de color negro pero la habitación en sí es blanca y el piso es de baldosas negras. El despacho de Harrison no está en el complejo como tal, está en la Espira, el edificio de cristal sobre la sede de Osadía.

— ¿Ustedes planearon eso? ¿Cierto? — dice calmado

     Se que no está calmado, por dentro debe estar ardiendo como un infierno, planeando cuál sería la forma perfecta de torturar a Zeke y a mí, o la forma perfecta de matarnos a ambos. Pero, aún pone su mascara de líder calmado y paciente, cuando no lo es.

— Yo fui el que planeó todo, Harrison — digo firme, no quiero que Zeke, Amar, Bud, Mina o Hector sufran las consecuencias de mi idea.

     Su mirada pasa a concentrarse en mí, en vez de pasar de mí a Zeke y en viceversa. Decido continuar

— Quería hacerte una broma, es todo, era el día de las bromas osadas y... — el me interrumpe.

— Pero se te paso un poco la mano ¿no Cuatro? — dice

     Su cabello está mojado, lo que hace que su tono rubio se haga mas opaco, no se si es por las olas del abismo o porque se ducho antes de venir... Lo mas probable es que sea la primera opción.

— No fue una... — empiezo pero me vuelve a interrumpir

— Claro que fue una broma cruel... Y pesada — dice el alzando la voz un poco

     Admito que fue una broma algo pesada, pero han ocurrido casos peores el día de las bromas osadas, incluso personas heridas con quemaduras, cortes, raspones e incluso fracturas.

— ¿Pesada? Pesada fue la broma que le hicieron a una chica hace un año: era una iniciada, entonces empezando el día, pintaron su cabello de naranja, no le quedó tan mal para ser sinceros, luego en el almuerzo, le agregaron pimienta a su comida, demasiada pimienta y ella acabó en la enfermería por una gran irritación de garganta, según me contaron, al final del día, ella decidió hacerse un tatuaje pero sus amigos empujaron a Bud mientras trabajaba en el brazo de la chica y ahora tiene una gran línea curva en medio de la palabra "Osadía" que atraviesa todo su brazo — dijo Zeke tratando de ayudarme a salir de esta.

     Harrison desvía su mirada y la dirige a Zeke. Solo se queda ahí sin hablar, solo viéndonos a los dos, esta expresión de Harrison me preocupa, pero me preocupa mas el malestar que siento, mi cabeza duele, mi garganta arde, mi nariz igual y creo que... Estornudo, Harrison y Zeke me miran

— Lo siento — digo y Harrison dice su veredicto final

— Lo voy a dejar pasar, por ser el día de las bromas osadas, que no se vuelva a repetir ¿entendido? — dice y Zeke y yo asentimos — Ya pueden irse, ah y Cuatro, hoy empezarás a enseñarles el lanzamiento de cuchillos y mañana prácticas de tiro, luego pueden seguir con el combate cuerpo a cuerpo — termina diciendo.

     Asiento y salimos del despacho de Harrison, me siento fatal, pero tengo que entrenar a los iniciados

— Te veo en el comedor, voy a mi departamento un momento — digo

— Ok, nos vemos — se despide Zeke y camino en dirección opuesta.

     Al llegar a mi departamento lo primero que escucho es un estornudo, Tris está definitivamente resfriada... Y creo que yo también. Paso a mi habitación sin saludarla y tomo las pastillas que me dio la enfermera anoche, voy a la cocina y trago una con un vaso de agua. Le llevo a Tris un vaso con agua y otra pastilla.

Leal a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora