FRIEND [ONEW Y TU][SHINee] (en edición)

CAPITULO 21

NARRA TN

Cuando era una niña y él había cargado sobre sus pequeños hombros la difícil tarea de cuidarme, yo conocí por primera vez un sentimiento que hoy puedo describirlo como absoluta gratitud, jamás la había sentido hasta ese momento en el que ese pequeño niño castaño no abandono mis ojos y asesino parte de su alma por salvar la mía; mientras estaba bajo aquel horrible hombre del que ya ni siquiera recuerdo su rostro, solo pensaba "sálvame, si existes sálvame" entonces Dios oyó mis suplicas y detrás del cuerpo de mi madre estaba él, un ángel vestido de niño. Sin importar nada logro protegerme de todos y de todo...menos de mi misma y...de él.

Por horrible que suene, en cada oportunidad que el acabo con una vida por mí y a diferencia de lo que un ser humano normal sentiría yo simplemente no podía evitar el ser feliz, podrían sentirse otro tipo de sentimientos en el momento pero cuando todo acababa y él me abrazaba susurrando un silencioso "nadie nunca más volverá a tocarte" yo...simplemente...le creía y me sentía completamente protegida al estar acurrucada sobre su pecho jadeante, no importaba su aroma a sangre y sudor pues para mi aquella fragancia era la prueba irrefutable de su amor...aunque este fuese simplemente fraterno.

Por ocho largos años él me había protegido y por ocho largos años sin saberlo yo lo había amado desde el preciso instante en el que en medio de una de las noches más frías que habíamos pasado en medio del invierno él me envolvió con su tibio cuerpo y yo hice lo mismo con el suyo, sin saberlo entonces aquel agradable calor había fundido mi corazón al suyo, su dolor era el mío y su alegría era mi fuerza; sujetar su fría mano y ver su rostro aun pálido y sus labios morados mientras descansaba dolía más allá de mi fortaleza, mis ojos no lograban contener mi dolor y lágrimas silenciosas corrían por mis mejillas llenas de culpabilidad, le había salvado la vida y la de su familia ¿pero a que costo? ¿El me perdonara algún día?

***

Jinki apenas y podía moverse de la cama en la que había despertado horas antes y aun no podía creer que estuviese vivo y con ella durmiendo sobre su pecho como cuando vivían solos en New York, a decir verdad comenzaba a imaginar que estaba en el cielo aunque no habría razón para ello siendo que los demonios no pisan el cielo, lo cual le recordó que los demonios tampoco podían amar a los ángeles, pero allí estaba él, amando al ángel más hermoso sobre la tierra quien sin importar la clara luz que bañaba toda la habitación dormía tan plácidamente como si vivir en medio de tanta luz fuese natural para ella.

‹‹ella pertenece a este mundo›› se dijo a si mismo mientras observaba a detalle cada rincón de aquel lujoso lugar, definitivamente ella si pegaba con todo ello, no como él que se sentía tan fuera de sitio como un pez en la tierra.

Cuando se disponía a dormir un poco una alarma lo asusto entonces _____ abrió los ojos y lo miro con una cálida sonrisa.

─tu medicina─dijo ronca y medio dormida.

─¿Qué medicina?─Pregunto viéndola levantarse.

─estas herido y...―ella trago saliva dolorosamente.―te envenene...debemos ser en extremo cuidadosos de que tomes tus antibióticos a tiempo─le alcanzo un vaso con agua y varias pastillas que superviso cuidadosamente que tomase todas─lo lamento─dijo con la voz quebrada.

─¿Por qué?─Pregunto extrañado.

─tuve que hacerlo─respondió mientras sus lágrimas salían precipitadas al acariciar el vendaje que cubría la herida que le hiso al apuñalarlo; Jinki se tensó al sentir su mano sobre su pecho, ella roso su piel alrededor de las vendas apenas unos segundos pero fue suficiente para calentar su corazón.

─¿ahora si vas a explicarme que fue todo eso?―Pregunto luego de tragar saliva.

_______ mantenía su mirada baja, temía encontrarse con su mirada pero había pasado tanto desde la última vez que sus ojos se habían encontrado que termino sucumbiendo a sus sentimientos de añoranza y lo que encontró en aquellos ojos avellana a su espera la desarmo por completo, la comprensión, el cariño, la soledad disipándose...ambos soltaron un suspiro, el suspiro de dos almas solitarias que habían estado gritando el uno por el otro por demasiado tiempo.