It's a good morning Mr. Garfield

Un capitulo en el cual la palabra café se repite mucho.

Andrew.

Me sentía tonta porque me estaba costando un poco dejar de relacionar cosas con en él.

Realmente quería dejar de pensar por un instante siquiera, ya habían pasado algunos días desde el viernes de la película, pero aún así seguía todo congelado en mi mente. No sé por qué.

Debía dejar de estar encerrada en mi cuarto. Así nunca podría pensar en otra cosa. Mi habitación no era muy interesante.

Por otro lado no cambiaba mucho que estuviera en mi habitación o en cualquier otra parte de la casa.

Debía salir.

Había un sitio que había descubierto hace poco tiempo. "Starbucks" un negocio de café. No era muy frecuentado en realidad, en Inglaterra siempre ha gustado más el té, quizás sea por eso. Pero a mi me gustaba, me encantaba el café.

Mi mente lo procesó de esta manera:

Starbucks.

Café.

Gente.

Gente tomando café en Starbucks.

Me visto, me lavo el rostro, recojo mi cabello, tomo mi cartera y salgo de mi casa.

Comencé a caminar por las calles de Londres. Mis pies suelen ser mi transporte alterno al metro, ya que no tengo auto y le tengo pánico a los autobuses desde que a los 6 años me perdí en uno y no me pude bajar a tiempo. Recuerdo que me quedé en una plaza, sola y llorando por dos horas hasta que mis padres me encontraron. Es ridículo que ahora, todos estos años después, siga teniendo ese miedo, pero es así, no puedo hacer nada por el trauma.

Así que seguí caminando y me distraje con las personas y con las palomas.

Llegué al Starbucks. Noté que había más gente de lo normal, incluso había algo de fila para pagar.

Me acerqué al mostrador.

-Buenas tardes, ¿me podría...-Pero me interrumpí al ver el rostro del empleado.

No puede ser.

De ninguna manera.

¿Estaba alucinando y veía a Andrew en otras personas o el chico de la caja era realmente el mismo de la sonrisa tierna y del cabello castaño, que nunca había visto Volver al Futuro hasta que se la mostré?

-Cuentame como te podrías. -Dice Andrew.

No estaba alucinando, ese era Andrew. El que había acabado de hacer probablemente el peor chiste de toda la historia.*

-Ja-ja, no da risa. -Le respondí.-¿Que haces aquí?

-Uh, ¿trabajar tal vez?

-No sabía que trabajabas aquí.

-Si, bueno, empecé la semana pasada.

-Y ¿qué tal? ¿te diviertes vendiendo café?-Le pregunté divertida.

Andrew abrió la boca para decir algo, pero la señora que estaba detrás de mi en la fila dijo molesta:

-Oh, disculpen ¿se van a tardar mucho? ¡Porque estoy esperando mi turno!

Miré a Andrew con cara de "Oops". Y él tomó mi orden.

Me sentía algo nerviosa. ¿Por qué?

No lo sé.

Cuando el café estuvo listo vi a Andrew escribir mi nombre en él. Aunque mi nombre no era tan largo como para lo que estaba escribiendo.

Cuando fui a tomar mi pedido, vi que en el vaso estaba escrito: