Wish you were here

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Ya habían pasado tres días desde que Andrew y yo habíamos terminado. Tres días en los que no había parado de recibir llamadas, mensajes, comida (desde cajas de cereal hasta pizza) y notas dejadas por Andrew en mi ventana. Sin embargo no leí un mensaje, no le contesté una llamada y no leí una nota. Debo admitir que la comida la acepté, ¿qué debía hacer si no? ¿botarla? ¡Oh no! Eso no.

Siendo sincera sí me hacía falta. Sí lo extrañaba. Y mucho. Pero no podía volver a caer, tenía que mantenerme firme en mi posición y olvidarme de él. No podía olvidar lo que había hecho.

En esos tres días también me habían llegado unos cuantos mensajes de Dave, Dave Jackson, mi antiguo compañero de escuela, con el cual me había encontrado con Juliet en Da Piero's. Técnicamente sentía que mi celular explotaría en cualquier momento de tantos mensajes que recibía.

Estaba estudiando con unos libros que había sacado de la biblioteca para no estar tan cruda al momento de empezar clases. Ya era septiembre y a penas me quedaban unas pocas semanas para comenzar el semestre. En eso estaba cuando me llamó Dave.

-Isabel, ¿cómo estás? ¿algo que hacer hoy?-Me preguntó rápidamente Dave.

-Hola, la verdad tengo bastante trabajo con el papeleo para la universidad, empiezo dentro poco, ¿otro día?-Respondí yo, aunque fuera cierto, sin muchas ganas de salir.

-Oh vamos, lo mismo me dijiste ayer y antes de ayer. Será breve, dónde tú quieras.-Siguió insistiendo.

-No lo sé, tengo varias cosas que hacer...

-No será más de hora y media, ¿si? estarás en tu casa pronto.

Y como seguía insistiendo y me daba lástima seguirle negando, le dije:

-Vale, pero que no sea mucho rato porque voy retrasada.

-Perfecto. ¿Qué lugares te gustan?

-No sé.-Sólo se me ocurrían lugares que solía visitar... con Andrew.-Uhm... no lo sé, ¿parques?

-¿Te parece si vamos a uno?

-Cómo quieras.

-¿Qué tal el Parque Francis White?

-¿Cuál es ese?

-Al que le dicen El Parque de la Vieja Ciudad.

Ese era el parque en donde había conocido a Andrew. De ninguna manera quería ir allá.

-¿Qué tal si otro parque mejor?

Él estuvo de acuerdo. Por más que le dije que no tenía que venir por mi, insistió en pasar buscándome a eso de las tres de la tarde.

Revisé el reloj, eran las 11:20 am.

¿Sería eso una cita? Esperaba que no lo fuese. No quería estar con nadie por ahora.

Leía y releía, pero no me podía concentrar. Mi mente estaba en otra parte. De hecho había estado en otra parte desde hace días.

Me tiré a mi cama y solté un largo suspiro. Dirigí la mirada al montón de notas que me había dejado Andrew amontonadas sobre la mesa. No me atrevía a botarlas a la basura, pero tampoco me atrevía a leerlas; al igual que no me atrevía a ponerme su chaqueta, aunque tenía unas ganas terribles de hacerlo, no me atrevía a leer sus mensajes, a contestar sus llamadas, a llamarlo. No lo quería extrañar, no lo necesitaba, ni a él, ni a ningún otro imbécil. No necesito de ningún chico, sólo de mí misma. Sin embargo no dejas de amar a alguien de la noche a la mañana, aunque te haya herido, por algo se llama corazón roto; y como no podía evitar echarle de menos, sabía que podía ignorarlo y eso era lo mejor que podía hacer por mi propio bien.

It's a good morning Mr. GarfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora