14. Normal

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Era la primera vez que me hablaba en persona después de semanas. Si, dije que hablamos hasta muy tarde casí todos los días, pero eso, solo sucedia teniendo a facebook de canal. En persona, era otra historia, él solía ignorarme en todas las clases que compartiamos y en los pasillos.

Así que revise si en verdad lo que dijo iba dirigido a mí, volteé para verificar y mire a ambos lados.

—¿Me hablas a mí?—su respuesta fue rodar los ojos y empezó a alejarse.

Tan educado.

Creo que estas llevando tu acoso hacía mi a otro nivel, niña, deja de seguirme.

Se comenzó alejar a paso rápido mientras yo trataba de alcanzarlo pero me detuve al ver que no estaba solo. Toda su familia estaba sentada en una de las mesas en la sección de comida. Me dí media vuelta para que el director no me vea acosando a su hijo, digo, siguiendo a su hijo.

No me quedo de otra que reunir valor y acercarme donde se encontraban los chicos. No sabía que podía llegar a ser muy cobarde respecto a chicos, bueno, tampoco es que tuviera mucha experiencia, nunca me había pasado. Siempre solía alejar a los chicos lo más que podía.

Aún recordaba como le mentí sobre mi orientación sexual al ultimo chico que me invito a salir, ver su cara de horror fue épico, era eso o dañar de su orgullo de macho alfa. No era tan cruel, ellos no tenían la culpa de que yo no este interesada en experimentar del amor.

Aunque una vez oí a mi abuela decir que había una cosa de la necesariamente nunca podríamos escapar: el amor. 

Creo que eso no se aplica en mí, ya que, hasta ahora no ha sucedido y dudo que suceda. Sí hasta mis diecíseis años aún no me he enamorado, descartó el que suceda.

—¿Qué hacías hablando con el rarito de la clase?—preguntó Dean cuando me uní nuevamente al grupo.

—¿Rarito de la clase? ¿Te refieres a Bruno?

—¿Se llama Bruno?—le siguio Scott.

—Es el hijo del director—dije obvia.

—Oh, ya entendí a donde quieres llegar, ¿meterte con el hijo del director para aprobar el semestre, he chica espía? —habló pícaro— Aunque me hubieras pedido ayuda a mí si te va mal en algún curso, ya sabes, soy bueno en todo—terminó con arrogancia.

Sin decir nada me aleje de ellos, gastaba saliva en explicarles mi extraña amistad con Bruno.

Me sente donde estaba antes de que Ashton me propusiera ser mi tutor en los bolos. A todo esto, ¿donde esta?

Mis ojos corrieron por todo el lugar hasta hallarlo cogiendo una bola para tirar, observe la fricción de sus musculos al agacharse para tirarla pero antes de hacerlo una chica bajita castaña se paró en frente de él. Al parecer a retarlo, a lo que él acepto con una sonrisa.

¿Ashton sonriendo a una desconocida? Eso es ser afortunada, tu tuviste que aguantar su cara de culo por semanas antes de verlo sonreir de verdad.

Fruncí el ceño por el descabellado pensamiento mientras veía la escena. Mi celular vibro en mi mano, lo que significaba que había llegado un mensaje

«Así que te gusta el castaño»

Era Bruno.

«¿Que castaño?»

«Al que has estado observando»

«¿Ashton?»

«Oh, tiene nombre, supongo que es el. Luego de su actuación de telenovela corriste como una cobarde al baño y ahora estas celosa viendo que habla con la castaña»

Prometo No EnamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora