15. El partido de fútbol | parte 1

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Han sido pocas las veces en las que me encontrado en situaciones que llegan a ponerme nerviosa e insegura. Pero repasando los ultimos acontecimientos que he vivido desde que los amigos de Scott y Bruno entraron a mi vida estas situaciones han aumentado. Y no sé como sentirme al respecto.

Siempre solía ser y tambien me consideraba una persona muy segura conmigo misma, me la pasaba burlandome de Caitlyn —ya que es lo más cercana a amiga que tengo— cada vez que pasaba horas frente al espejo y dando la vuelta a su armario cada vez que tenía una cita.

Y mirenme ahora, rebuscando en mi armario hipócritamente, a este paso siento que en cualquier momento llegaré a Narnia. No pensé que tuviera tanta ropa, siendo sincera, nunca me había preocupado tanto por mi imagen personal que hoy. Trato de justificarme pensando que se debe a mi etapa adolescente, porque espero de todo corazón que sea solo eso.

Sigó buscando en mi armario alguna prenda que logre convencerme y es cuando halló unos lindos leggins blancos estoy a punto de tomarlos cuando una ligera punzada en la parte baja de mi abdomén me detiene. Por instinto corró a mi cama y agarro el celular viendo que es quincena de mes, lo que significa que algún día de esta semana me viene el periodo y puede que con un poco de la mala suerte que tanto me caracteriza ese día sea hoy. Es lo malo de ser irregular.

Observo con dramatismo mis leggins blancos para luego correr mi vista de ellos con dolor, porque definitivamente no los voy a usar si es que quiero cuidar mi dignidad y así no brindar un espectaculo sangriento—okey, eso sonó asqueroso—. Así que sin perder más tiempo vuelvo a la tarea de buscar que voy a ponerme hoy.

—¡Guao! ¿Qué ocurrió aquí?

¿Ese fue Ashton? ¿Que hace en mi habitación? Y lo más importante, ¿entro sin tocar? ¿Y si estaba desnuda?

El ultimo pensamiento me causa una mueca de horror, mas salgo del armario a enfrentarlo. Lo encuentro espantado mirando mi ropa que descansa en mi cama, escritorio y suelo.

—¿Qué haces aquí?—al oír mi voz deja de contemplar mi ropa para fijar su vista en mí.

—Ya estamos yendo al partido de fútbol.

Les diría que ya se vayan pero olvide que Logan llevaría a Dyl temprano y con el humor que se trae dudo que quiera venir por mí.

—¿Tan pronto?

—¿Pronto? Falta media hora para que empiece.

Abro los ojos y veo la hora en mi celular, y efectivamente faltan media hora, lo que quiere decir que dentro de poco tendría que encontrarme con Bruno, ¿estaría esperandome? No lo sé, ya que es un chico muy impredescible.

Ashton sigue esperando mi respuesta parado al lado de mi puerta mientras observa nuevamente mi desorden.

—¿Me pueden esperar unos minutos?

—Tal vez, no lo sé. Dile a Scott.

Y sin decir más sale de mi habitación, nuestra relación no cambio luego de la escena que protagonizamos en los bolos. Doy una mirada rapida a mi ropa en el suelo y decido ponerme unos jeans ajustado, la camiseta del equipo que Dyl me regalo hace tiempo, y unas vans negras.

—¡Jennifer apurate!—grita Scott desde afuera de la casa para luego tocar la bocina de su auto desesperadamente.

Me acerco a la ventana y le enseño mi dedo corazón. Me posiciono frente al espejo y aplico casí nada de maquillaje a mi rostro, solo pasó rimel por mis pestañas y coloco un brillo rosa en mis labios, agarro mi celular y audifonos, algo de dinero, y finalmente una sudadera por sí hace frio más tarde y salgo de habitación.

Prometo No EnamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora