Prometo No Enamorarme

23. Es solo un "hasta luego"

Sin perder mucho tiempo bajo las escaleras a pasa apresurado sin temor de tropezar y caer rodando las escaleras aún cuando mamá grita preguntándome qué sucede, no respondo, y continuó mi camino a la puerta. Al llegar la abro y  bajo la vista al suelo encontrando un sobre blanco.

Pero ¿qué?

Sin pensarlo mucho comienzo a correr en chanclas y pijama —dios, que pensara la gente que está pasando— por el camino donde vi desaparecer a Bruno por última vez hace unos minutos, como era de intuirlo, no lo encuentro.

Busco con la mirada mientras voy corriendo y sigo sin encontrar algún rastro de el, sino fuera por el sobre que tengo en la mano hubiera llegado a pensar que todo fue producto de mi imaginación.

Luego de seguir unos cuantos minutos corriendo buscándolo, me resigno y decido regresar a casa. Camino lentamente llegando a casa aún con la respiración acelerada por mi pequeña maratón y no me sentiría tan agitada sino fuera por el pequeño detalle de que soy asmática.

Así que como era de esperarse encuentro a mamá preocupada en la entrada de la casa y en cuenta me ve frunce el ceño y pone sus brazos en sus caderas, una posición a la que llamo "prepárate que te voy a dar el sermón de tu vida" y sin más empieza:

— ¿En qué estabas pensando? ¿Qué tanto corriste? ¡No puedes salir así! Estas agitada, ¿no piensas en tus crisis de asma?

Simplemente ruedo los ojos evitando ser vista haciéndolo porque ahí si se armará el Apocalipsis.

» ¿A donde crees que vas? Aún no hemos terminado, señorita. — la escucho diciendo pero yo ya estoy subiendo las escaleras, dirigiéndome hacia mi habitación.

Mis manos pican, estoy ansiosa por ver lo qué hay dentro de este sobre, así que estando en mi habitación aseguró mi puerta y procedo a descubrirlo.

Al ver dentro puedo fijarme que es una hoja de papel perfectamente doblada. Es una carta.

«Hola Jenn, no sé cómo empezar una carta, así que solo iré al grano. Te preguntarás ¿porque te estoy escribiendo esto? Y bueno, yo también estoy preguntándomelo mmm me siento estúpido, en fin déjame ser ¿ok?. En segundo lugar, decírtelo en persona es casi imposible ya que cuentas con un personal de seguridad bastante excesivo y ridículo en mi opinión (ya sabes, tus amigos, los de Scott, etc)  ni que fuera hacerte algo, me siento ligeramente ofendido, aunque sería malo verte porque eres muy preguntona (por no decir chismosa y entrometida) y me estresarías con eso. Así que heme aquí, mejor una carta, así no te doy opción hacerme preguntas y puedo expresarme sin ser interrumpido por ti y tu escandalosa voz. No sé ni porque hago esto, no te debo respuestas ni nada, tal vez sea porque me caíste bien. Entonces, no creas que te contaré aquello que deseas tanto saber, no te tengo tanta confianza, no te emociones. Solo te dire que si hay una historia con Dean y sus amigos, no me emociona ni un poco recordar ello pero es la razón por la cual decido tomarme un tiempo de esta ciudad, decidí irme a vivir con mis abuelos y tal vez regrese para el año entrante, o tal vez no. Y si te preocupa (aunque lo dudo) si pierda el año pues te cuento que no pasará (ventajas de ser hijo del director) no me emociona tampoco eso, en conclusión no es un adiós solo un "hasta luego" quiero pensar que escribiendo esto me aseguro de que no andes de chismosa con Dean o alguno de su clan acerca de nuestra historia porque todos tenemos una versión distinta, solo no metas tus narices y punto, no son tus asuntos ¿vale? Gracias.
Y gracias también por ser un intento de "amiga" para mi, valoro mucho eso.
Pd: Controla tu instinto chismoso.
Pd 2: No intentes maquillar tus chismoseria con "curiosidad"
Y pd 3: No sé tampoco como cerrar una carta así que hasta luego. :)

Bruno»

Esa es la carta más rara que he leído en mi vida, aunque bueno, tampoco es como si haya recibido muchas. Eso es tan deprimente.