Nosotros (Daryl Dixon)

22 Una luz en la oscuridad

Volvimos y les contamos de la situación a todos. Glenn, Maggie y Tara se habían ido camino a Washington con Eugene, Rosita y Abraham.

-Debemos ir prevenidos. Michonne, necesito que te quedes con Carl, Judith y Gabriel. -Ella asintió. -El resto iremos todos. Preparen sus armas.

Y todos le hicimos caso.

-¿Todo esta bien con el? -Me pregunto Rick mientras cargábamos las cosas en los autos.

-Estoy embarazada. -Dije y el dejo sus bolsos para mirarme.

-¿De verdad? ¿Esto es una buena noticia, verdad?

-No lo creo. No puedo tener un niño mientras no tenemos un lugar seguro.

-¿El esta molesto por eso?

-No, peleamos como siempre.

-Reg, vamos a encontrar un lugar seguro. Te lo prometo. -Le sonreí.

Llegamos bastante rápido. El plan inicial era atacar, pero Tyreese propuso que tomemos uno o dos de sus guardias y hagamos un intercambio pacíficos. Lo cual me pareció una idea bastante acertada.

Noah logró que se acerque uno de sus autos. Pronto los acorralamos y los tomamos como prisioneros.

Para el final de la tarde, pudimos entrar al hospital a hacer el intercambio. Todo había sido calmo. Pudimos hacer el intercambio en paz. Hasta que Beth se acercó y le clavo una tijera a Dawn, la que accidentalmente le disparo en su cráneo.

No podía ser real, no podía estar sucediendo. Beth estaba muerta, muerta frente a nuestros ojos. Beth representaba el lado humano, la esperanza en todos. No importa que tan malo sea el momento, mirabas a tu lado, y estaba ella consolándote y abrazándote.

Grité y lloré. No lo entendí por mucho tiempo. Saque mi arma para intentar asesinarla a ella y a quien se cruce en mi camino. Daryl me tomó mientras lloraba y le disparó.

Salimos de allí en shock, todos llorando y conmovidos. Cuando pensamos que no podía ser peor, apareció Maggie, quien al ver el cuerpo de su hermana, la angustia invadió su cuerpo y no pudo parar de llorar por horas y días.

Eran días oscuros para el grupo. Especialmente para Maggie. El grupo decidió acompañar a Noah a su hogar a unos 800 kilómetros, donde el aseguraba que era un lugar seguro.

-¿Irás? -Me pregunto Daryl.

-No, prefiero quedarme aquí con Maggie y los demás. ¿Tu?

-No, me quedare contigo.

Lo abracé fuerte. Lo necesitaba.

-Perdón por lo de Atlanta. -Me dijo.

-Te amo, no me dejes nunca. -El me abrazó y me dio un beso en mi cabello.

Ellos fueron, volverían mas tarde ese día, o quizás al siguiente, podíamos comunicarnos por un walkie talkie que encontramos.

Intenté consolar a Maggie, quien lloro unas horas en mis hombros. Luego la deje sola, tiempo a solas era lo que necesitaba.

Volvieron al otro día, pero volvieron con otra pérdida, Tyreese. Ahora era Sasha quien estaba en una inmensa depresión.

Sin autos caminamos y caminamos. Días y semanas pasaron. No teníamos comida, no teníamos agua, y nuestra energía se estaba acabando.

-¿Estas bien? -Me Preguntó Daryl acercándose a mi.

-Estoy bien. Solo hace un poco de calor. -Estaba mareada, sedienta, hambrienta, pero no iba a decírselo.

-Iré a explorar. Buscar agua y algún animal que cazar. -Dijo Daryl. Y nos detuvimos al lado de la ruta, debajo de unos arboles.

Daryl volvió sin nada. A los pocos minutos, comenzó a llover. Dejamos llenar nuestras botellas de agua. Realmente era un alivio, tendríamos agua y pudimos refrescarnos. La cosa se complico cuando paso de ser una simple lluvia a una tormenta.

-Hay un granero, quizás sea mas seguro pasar la noche allí. -Dijo Daryl.

-Vamos. -Dijo Rick.

Revisamos el lugar antes de que todos pasen. Había una caminante en una habitación, que asesiné.

Todos entraron, y nos acomodamos para dormir.

-¿Crees que sobrevivamos? -Le dije a Daryl.

El no me contestó. Ambos sabíamos lo que significaba. Nadie en el grupo tenia esperanzas.

Me levanté temprano y buscamos algo para comer con Michonne.

-Anoche te he oído. -Me dijo. -Y si me lo preguntas, si. Lo haremos.

-¿Tu crees?

-Debe existir algún lugar seguro en este mundo y lo encontraremos. Hemos sobrevivido a cosas peores que solo caminantes. Ambas hemos perdido personas muy importantes, terminus, el gobernador, woodbury. Lo haremos. Encontraremos ese lugar tan seguro que buscamos. -Dijo y me sonrió. Nos dimos un fuerte abrazo.

Cuando volvimos, nos encontramos con un hombre atado. Mire a Rick y luego a el.

-Es Aaron, dice tener una comunidad segura. -Dijo Carol.

Mire a Michonne sorprendida.

El nos dijo que solo había un auto y una camioneta en la ruta. Rick no creía nada de lo que decía. Mando a Maggie, Glenn, Michonne, Rosita y Abraham a revisar si decía la verdad.
Los demás fueran a buscar zonas para mejor observación. Yo decidí quedarme con Rick, Judith y Aaron.

Pude ver fotografías en la mochila de el. Algo en el me inspiraba confianza. Quizás era porque una parte de mi necesitaba que sea verdad.

-Esa es mi casa, en la que vivo con mi novio. -Me dijo.

-Es bonita. ¿Tienen una casa para ambos?

-Si. Tu también tendrás una para ti y tu novio.

-¿Como sabes que tengo pareja?

-Eres una chica muy apuesta, era obvio. Además en el poco tiempo que los he observado, note al de la ballesta loco por ti.

Judith comenzó a llorar.

-Hey Rick. Tengo puré de manzana en mi mochila. Puedes dárselo.

-No. -Dijo el.

-Rick... le hará bien comer. -Le dije.

El lo abrio, tomo un poco con la cuchara y lo llevo a Aaron.

-Tu lo pruebas.

-¿De verdad crees que esta envenenado? ¿Crees que haría algo así? ¿Asesinar a una bebe?

-¡Pruébalo!

Y el lo probó. Lo que le inspiro confianza a Rick. Tomé a judith en mis brazos y la alimente mientras Rick vigilaba.

-Debes entenderlo. Una comunidad intento asesinarnos y la otra alimentarse de nosotros. Hemos tenido malas experiencias con esto. Pero si sirve de algo, yo te creo.

Volvieron los demás, quienes confirmaron que el no mentía.

-Nos llevarás allí.

Y allí fue. En el camino nos encontramos con Nick y tuvimos unos problemas, pero allí estábamos en las puertas de Alexandria.