28 Mi reina

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Desde que ella llego al santuario, todos la trataban como una reina. Todos la obedecían, de lo contrario, serian torturados hasta morir, eso fue lo que dijo Negan cuando la presento a sus salvadores.
En el momento en que la vio por primera vez, se deshizo de sus esposas. No quería causarle angustia en vano.

Negan conocía tan bien a Regina que en varios aspectos tuvo que mentirle. Sabía que si le decía la verdad, se iría lejos.

-Cuéntame del grupo, Negan. -Le dijo ella caminando por los pasillos al otro día de despertar.

-Tenemos varias bases en los alrededores. Y hemos hecho tratos comerciales con otras comunidades.

-¿De que se trata eso?

-Bueno, somos hombres armados. Los protegemos de los caminantes y cualquier otra comunidad agresiva, y ellos nos dan una pequeña fracción de su comida.

-Suena razonable. Es honorable que decidan proteger a los demás humanos. -Dijo ella dándole la mano y sonriéndole. A el le brillaban los ojos. Estaba tan enamorado que haría cualquier cosa por ella, hasta mentirle para protegerla.

-Lo es. Y ahora que estas conmigo, no dejaré que nada te pase. ¿Has recordado algo?

-No. Me ha costado dormir anoche. Las mismas imágenes se muestran en mis ojos una y otra vez. El bebé, la ballesta, una prision y un niño.

-Ya volverá todo a la normalidad. Solo no te presiones.

-¿Has dicho que cuando me han encontrado estaba sola? ¿Acaso no estaba cerca de ninguna comunidad?

-Mis hombres te encontraron, y estabas sola. Y no había comunidades cerca.

Otra vez le había mentido. Su corazón dolía al volver a hacerlo. No iba a decirle que la encontró con un joven a quien espantaron para poder llevársela, no iba a decirle que todo esto sucedió a unos metros de Alexandría. Comunidad a la que no atacarían por miedo a que Regina los recuerde y se vaya. Ni tampoco iba a contarle de la pulsera grabada que encontró en su muñeca con las letras R Y D. No iba a correr el riesgo de volver a perderla. Entonces le mentiría para su bien.

Ella lo abrazó y él correspondió.

-Entonces ¿Que dices? ¿Me aceptas como una salvadora?

-Tu y yo, dirigiremos la mayor comunidad post apocalíptica.

-¿Necesitan médicos?

-Estamos bien. No será necesario que trabajes.

-Genial, mañana empiezo. ¿Donde es?

-Me había olvidado lo cabeza dura que eres. Te mostraré todo el lugar, y empezaré por nuestra habitación. -Dijo riendo.

-Podemos dejar eso para lo último, asi nada nos distraera.

Y el le mostró todo él santuario. Cada lugar, cada habitación, cada rincón. Hasta le mostró las pequeñas celdas que había. Le dijo que la usaban para aquellos quienes intentaban tomar sus cosas o matarlos, lo cual le pareció razonable.

-Y esta es mi habitación, nuestra habitación.

-Debo decir que no la has pasado para nada mal. -Dijo ella entrando y mirando cada rincón.

-Todo esto es tuyo.

Ella camino hacia el con una sonrisa y lo beso. El le correspondió sonriendo y tomándola por la cintura. 

-Por ti, haría todo. Créeme.

-Lo hago Negan. Es increíble que hayas estado a mi lado en tantos momentos de mi vida, y ahora volvamos a estar juntos.

-Y esta vez no te perderé.

-No lo harás.

El le sonrió y volvió a besarla hasta acostarla suavemente sobre la cama. Ellos se besaron e hicieron el amor.

El volvió a sentirse completo y juro hacer todo lo que este a su alcance para no volver a perderla.

-¿No puedes dormir? -Le Preguntó.

-No. ¿Tu?

-Quizás unos besos mas te ayuden.

Al día siguiente amenazo a cada uno de sus hombres de contar lo que realmente hacían

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Al día siguiente amenazo a cada uno de sus hombres de contar lo que realmente hacían. Negan les dijo que hacer y que decir enfrente a ella. Y cualquiera que abra la boca de mas, iba a morir.

Nosotros (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora