Estábamos sentados arriba del colectivo de Dale. Era una noche bastante agradable, un poco fresca.
-¿A quienes has perdido? -Me preguntó.
-Es una pregunta bastante depresiva. A mi madre, mi padre, mi hermana, mi hermano y... a mi prometido. ¿Tu?
-A mi hermano. He tenido una infancia bastante abusiva por Merle, pero aun así lo hecho de menos.
-Ojalá pudiera decir que todo va a estar bien.
-No lo estará, tampoco lo estuvo. Entiendo que hayas tenido una vida feliz, una vida perfecta pero no es mi caso. No necesito esos estupidos consuelos.
-Vete a la mierda Daryl. -Dije sin entender. -No he tenido una vida perfecta. No sabes una mierda sobre mi.
Nos quedamos un rato en silencio, un silencio incómodo.
-¿Como has logrado tu puntería con armas? -Preguntó al fin.
-He estado en el ejército. He estado en guerras. ¿Tu como aprendiste lo del arco y flecha?
-Ha sido un pasatiempo de mi infancia.
-¿Me enseñarías algún día?
-Mañana iré de cacería al bosque. Puedes venir y ayudarme, y te enseño a usarla.
-Gracias Daryl.
-No tengo nada mas interesante que hacer.
-¿Es Carol?
-¿Que cosa?
-Tu novia. -El rió.
-Jamas podré tener algo con Carol. Ella es como una hermana, una buena amiga. He agarrado esos condones porque no siempre encuentras un supermercado repleto de cosas. Además uno nunca sabe.
Reí.
-¿Esta mal haberme traído un chocolate? -Dije sacando uno de mi mochila.
-Puedo jurar que hasta he olvidado su sabor.
Le di la mitad y lo comimos a la mitad de la noche.
-No me niegues que ha sido una buena idea.
-Lo ha sido.
La noche paso mientras ambos nos conocíamos. El fue a su tienda a buscar un gran poncho y volvió.
-Ten. -Dijo tirándomela. -Tienes frío.
-Tu igual. -Dije cubriendo mi cuerpo con su amplia prenda.
-Yo estoy bien.
-No, ven. El poncho puede cubrirnos a ambos. Rayos Daryl, no voy a morderte.
Y luego de insistir se acercó y nos cubrimos con la manta hasta el amanecer.
-Lo siento. -Dijo. -Por lo de antes.
-Todo esta bien Daryl. -Le dije sonriendo.
Rick y Lori fueron los primeros en despertar, seguidos de Andrea y Carol, quienes tomaron nuestro lugar haciendo guardia.
-Buenas noches. -Dije envuelta en su poncho.
-Buenos días en realidad. Descansa.
-Esto es tuyo. -Dije dándoselo. -Gracias. -El solo asintió.
Dormí unas cuatro horas y media. Luego ayude a las chicas con sus tareas. Carol se ofreció a que le enseñe las cosas básicas de medicina, que serían útiles para todo el mundo. Mas tarde, prometí a Maggie ayudarla con las maniobras de lucha.
Estaba hablando con Lori, cuando Daryl se acercó.
-¿Vienes a practicar o tienes miedo? -Dijo.
-Quizás tu tienes miedo que te supere. -Dije levantándome. Note la mirada de Lori sobre ambos.
-Lori, estaré en el bosque. Volveré en un rato. -Ella estaba con todos los demás, no me daba miedo dejarla sola.
-Estaré bien, vayan tranquilos.
Caminamos unos kilómetros hasta llegar al bosque.
-Te prestaré mi ballesta, pero debes cuidarla como a tu vida.
El me la dió, pero era mas pesada de lo que pensaba. El hizo una marca en un árbol a unos metros y volvió a acercarse a mi.
-Apunta y dispara a la marca.
-Daryl... de casualidad puedo sostenerla. Y la verdad es que no se como usarla.
-Lo siento. -Me sacó el arma y me enseño como sostenerla. Cuando entendí me la devolvió.
-¿Solo sabes utilizar armas de fuego?
-Si, y el cuchillo. ¿Así? -Le pregunte sosteniendo su arma.
-Perfecto. Ahora debes mantener la vista bien fija y apuntar al lugar al que desees disparar.
El se colocó detrás de mi sosteniendo conmigo el arma y ayudándome a apuntar. Tenerlo tan cerca me ponía un poco incómoda. Podía sentirlo completamente pegado a mi. Él hablaba pero mentiría si diría que lo escuché.
-Bien, creo que puedo sola.
-Inténtalo. -Dijo separándose.
Y lo intenté pero me fue terriblemente mal. Una, dos, tres, cuatro, cinco y seis veces pero la flecha no pudo llegar al árbol.
-Soy un fracaso.
-¿Un fracaso? Eres medica, la única persona que podría salvarnos en un accidente o enfermedad. Manejas tu arma de manera increíble. Esto es cuestión de práctica.
-Admite que soy un fracaso con el arco y la flecha.
-Solo admito que necesitas practica. Pero esta oscureciendo y será mejor que volvamos.
Y volvimos caminando hasta la granja. En el camino encontramos un caminante.
-Déjame matarlo.
-Todo tuyo.
-Es enfermo y perverso que matarlos me de satisfacción.
-Lo es. Vamos.
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