30 Nosotros eramos todo

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Desde aquella noche, no volvió a hablar con Negan. Estaba aún mas furiosa cada minuto que pasaba. Estaba caminando por los pasillos de las celdas, controlando que los prisioneros estén en buenas condiciones. Negan le dijo que usaban esas celdas para los "rebeldes" que intentaban saquearlos, destruir el santuario, o asesinarnos. Y que luego los soltaban. En varias ocasiones encontró salvadores abusando de su autoridad con los prisioneros, y les advirtió de las consecuencias.

Negan salía de una celda riendo y con Regina, su bate. La joven se escondió detrás de una pared, espero que el se alejara y fue hasta la celda. Chequeo que no haya nadie y con una de sus llaves, entró.

Uno de los integrantes del grupo al que Negan casi asesina la otra noche estaba allí.

Cuando Daryl la vio entrar, sus ojos se abrieron y su boca se abrió. El seguía pensando que todo era una alucinación suya, que no era real, que de nuevo la estaba viendo.

-Tu grupo esta bien. He atendido a la joven embarazada. Hablaré con el para que anule ese patético trato. El no es así. También para que te deje ir a tu hogar.

-¿Eres tu?

La pregunta descoloco a la joven. Ella lo miró seria, analizo su cara y nada.

-No se quien crees que soy. Soy... yo. -Estaba nerviosa y no sabía que decir.

-Regina, ¿No me recuerdas? Soy yo, soy Daryl.

Ella negó y se levantó del suelo. Iba a irse, esa conversación la perturbaba un poco. Quizás el sabía de su vida pasada, quizás Negan tenía razón y eran gente peligrosa que solo buscaban tenderme una trampa. Aún así, no sabía si estaba lista para saber su pasado.

-Debo irme. -Cuando abrió la puerta, lo miro. Algo en ella le decía que no le mentía.

Salió corriendo y fue hacia la habitación de Negan. Entró llorando, el hombre la vio y aunque llevaban dos días peleados, el la abrazo fuerte.

-¿Que ha sucedido?

-Solo abrázame fuerte. -Y él cumplió.

Ella. Ella era la debilidad de el. Era lo que lo movía a vivir y a hacer todo lo que hacía. La primera vez que la perdió en el Apocalipsis, se sintió devastado, sin ánimos de seguir. Le faltaba ella, su compañera de vida.
Cuando la encontró muriendo, se prometió que nada malo iba a pasarle. Que no le importaba cuantas cabezas caigan en el camino, iba a protegerla. Y Alexandría significaba un riesgo que el no quería correr.

-Todo estará bien, lo prometo. -Le dijo dandole un beso en su cabeza.

Esa noche durmieron juntos, como siempre. Pero había algo que no la dejaba pensar en otra cosa. El prisionero de Alexandría. Si no era una trampa, él podía ayudarla.

Cuando se levanto por la mañana por los besos de negan, se bañó y cuando Negan se fue a algún tipo de misión, volvió a la celda de Daryl.

-Se que puede ser una trampa, no voy a creerte hasta que no tengas pruebas. ¿Pero me conocías?

-Claro que te conocía. ¿Que te ha sucedido?

-Los hombres de Negan me encontraron muriendo y me salvaron. Al parecer caí de alguna colina y golpeé mi cabeza contra una roca. Estuve inconsciente unas semanas y desperté con amnesia. Y aun no recuerdo lo qué pasó en esos años. Lo último que recuerdo es salvar a una mujer embarazada en un choque.

Nosotros (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora