La Mini Mesías de los Zombies

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Tres días después

Ya habían pasado esos esperados 3 días, ya por fin podíamos seguir nuestro camino y sobre todo ¡Ya podía luchar!

Tommy seguía durmiendo plácidamente abrazado a mí, decidí despertarle para que no se nos aga tan tarde al emprender viaje.

Le comencé a dar pequeños besos en la mejilla para luego bajar a los labios, se me hacía divertido despertarlo así.
De a poco fué abriendo los ojos.

-Buenos días. -Le susurré sonriendo.
-Buenos días princesa. -Me dijo de igual manera depositando esta vez él un beso en mis labios.

Al rato salimos hacia donde se encontraban los demás, al parecer ya estaban preparados.

-¿Seguros de que tienen todo? -Nos dijo Sun Mei.
-¡Sii! -Dijimos todos a la vez.

Entonces cogimos las provisiones que teníamos, las subimos la furgoneta en la que viajaríamos nosotros y nos pusimos en marcha.
De repente la camioneta paró de golpe.

-¡Que pasa! -Se quejó Murfy.
-Tenemos unos intrusos. -Dijo Doc quien conducía señalando unos Zombis los cuales cortaban el camino.
-Son bastantes. -Dijo Addy.
-Yo me encargo. -Dije cogiendo mi Arco y mi machete, pero, alguien me lo impidió.
-¡No! -Me dijo Lucy agarrándome del brazo, yo la miré sin entender. -No los mates, ellos no tienen culpa. -¿Se supone que ella defiende los zombis.
-Espera, ¿Defiendes a los Zombis? Ellos se comen tus sesos. -Le dije.
-Los míos no. -Dijo sonriendo.
-Digamos que ella es la mini mesías de los zombis. -Dijo Addy.
-¿Entonces no puedo matarlos? -Dije a lo que Lucy negó. -Ugh. -Me quejé antes  volver a entrar a la furgoneta.
-Pero.... ¿Entonces como vamos a pasar? Son muchos. -Dijo Tommy.
-Yo lo haré. -Dijo Lucy bajándose de la furgoneta, se acercó a los zombis y al parecer estos les hacían caso a lo que Lucy les decía.

Después de esa extraña sorpresa estuvimos todo el día en la camioneta sin parar, así que para descansar decidimos parar por la noche en una extraña ciudad la cual parecía que estaba habitada por bastante gente, eran como un pequeño pueblo.

-Buenas, bienvenidos a la grán Villa San Rin, aquí todos estamos seguros de los zombis y con suministros suficientes para sobrevivir. -Nos dijo un hombre de mediana edad bastante feliz.
-Roberta Warren, miembro de la Guardia Nacional de Georgia, mi equipo y yo hemos decidido parar para descansar. -Le dijo Warren.
-Claro, solo decidme cuántos sois para que os podáis instalar en una casa espaciosa. -Nos dijo el hombre, la verdad estaba sorprendida de que haya una villa segura y bastante amigable  parecer.
-Somos 8. -Le dijo Warren.

Después de esa conversación nos dió una casa en un Estado aceptable, por lo menos era espaciosa, aunque nuestros materiales los teníamos en la furgoneta.

¡Tu eres mi razón! /2ª Temp 'Un amor de Apocalipsis' (10k y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora