¡Tu eres mi razón! /2ª Temp 'Un amor de Apocalipsis' (10k y tu)

Resurrección y ataque.

-Chicos, ¿Que ha pasado? Escuchamos una explosión. -Dijo Doc con Murfy y Lucy detrás.

Todos nos miramos entre nosotros y bajamos la cabeza.

-Esperen, ¿Y Sun Mei? -Preguntó Lucy al darse cuenta que no venía con nosotros.
-Aquí estoy. -Escuchamos una voz entrecortada, todos miramos de donde provenía y vi algo que no me pude creer.

Estaba Sun Mei ahí viva, delante de nosotros, llena de polvo y algunas heridas.

-¡Sun Mei! -Dije casi gritando con los ojos como platos.

Todos nos lanzamos a abrazarla.

-¿Como se supone que sobreviviste a la enorme explosión? -Le preguntó Warren sorprendida.
-Había una habitación al lado de donde me encontraba y me dió tiempo a meterme en ella antes de que explotara, sino, no lo hubiera conseguido. -Nos explicó, era como un milagro, que sobreviviera a eso.
-Ten. -Le lanzó Warren un paño para que se limpase la Sangre y el humo.

Al final resultó que Sun Mei tenía bastantes heridas pero ninguna muy grave, decidimos acampar antes de seguir gracias a la explosión teníamos vía libre para continuar nuestro viaje a Nueva América.

Decidí hecharme en un árbol a descansar, aproveché el tiempo y me puse a crear unas pocas flechas para tener en caso de emergencia.

No se cuánto rato estuve así pero al parecer todos estaban durmiendo y yo notaba que los párpados me pesaban.

-¡Auch! -Sin darme cuenta de hice un corte en la muñeca con la navaja, mientras afilaba la punta de la flecha.

Me escocía bastante.

-Hey, ¿Pasa algo? -Apareció Tommy al parecer le desperté por el grito.
-Solo me corté la muñeca. -Dije enseñando mi muñeca.
-Ven, te la voy a lavar. -Me dijo agarrando delicadamente mi muñeca. -Solo es un pequeño corte.
-Pero podría infectarse. -Tommy como siempre siendo protector, yo solo le sonreí y nos dirigimos a un pequeño lago que teníamos aquí cerca.

Me limpió con cuidado la herida y después me la vendó para que la herida no se infectase.
Yo me dedicaba a mirarlo con una sonrisa en la cara.

-Gracias. -Le dije aún con una sonrisa cuando terminó de curarme.
-No hay que darlas. -Se quedó mirándome a los ojos igual que yo.

Terminé echándome en su pecho y quedándome profundamente dormida.

Desperté con el sonido de un extraño gruñido.
La luz no me permitía abrir los ojos con facilidad y, cuando por fin pude ligeramente abrirlos el causante del rugido de abalanzó sobre mí, abrí los ojos de golpe y vi a un asqueroso Zombi encima de mi y con sus dientes muy cerca de mi cuello.
Recién despierta tenía pocas fuerzas y sentía la baba de aquel Monstruo caer en mi cuello.....