-Jimin-
Desperté en mi habitación. Estaba totalmente oscura y se sentía fría como el invierno. Tan pronto recordé a Yoongi, mi corazón se encogió y pronto las ganas de llorar volvieron a mí. Un sollozo salió de mi garganta y sentí el líquido tibio de las lágrimas por mi rostro.
-¿Hyung?- Jungkook estaba a lado mío, al parecer había dormido en el suelo junto a mi cama.
Traté de contestarle pero no podía hacer otra cosa que balbucear y llorar. De pronto sentí sus brazos rodearme mientras se sentaba en la cama junto a mí.
-Shhht, ya, ya- me decía mientras acariciaba mi cabello y yo me hacía un ovillo en su regazo.
-Duele. Kokie, duele mucho- le dije de nuevo al borde del llanto.
-Yo sé, hyung. Pero ahora está en un lugar mejor- dijo convencido.
Me revolví al recordar todo aquello de los dioses de la muerte y el inframundo, si tan sólo supiera la verdad, no me daría estos ánimos inútiles.
-Gracias, Kokie- me incorporé- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?-.
-Bastante tiempo, Tae y su novio te trajeron aquí. Entre Hoseok y el tío Jin han estado haciendo los arreglos para el funeral de Yoongi- sentí un nudo en la garganta- Te llevaré ahí cuando te encuentres mejor-.
-Ya estoy mejor- me levanté impaciente.
-Uh...claro- me dijo algo desconfiado- ahí tienes un traje negro que te ha dejado el tío Jin, te espero abajo- se levantó y cerró la puerta de la habitación.
Sin perder tiempo, me puse la ropa que estaba en el sillón y salí volando del cuarto para encontrarme con Jungkook, parecía sorprendido por mi rapidez pero no le di importancia.
Llegamos al recinto, era un lugar hermoso, al contrario del funeral de Heechul, aquí había muchas personas, pude identificar algunos rostros; de amigos, vecinos, clientes de la tienda, personal de la productora de mi tío y muchos dioses que quisieron acompañar a Yoongi en su último viaje.
Al fondo de la capilla, había un ataúd precioso, la madera brillaba como mis ojos con las lágrimas. Caminé lentamente hasta allí. Hoseok estaba parado justo al lado del ataúd, me acerqué hasta él pero no quise interrumpir su momento con él. Hablaba en un idioma que no entendía, supuse que era el que ellos hablaban en su mundo. Hoseok me miró mi puso una mano en mi hombro.
-Sé que nada en el mundo podrá borrar el dolor que sientes en este momento, sólo el tiempo lo hará. Él te quería, Jimin, no veas esto como algo triste...Yoongi sabía que este viaje sería especial, te conoció a ti y a la paz eterna. Créeme que dondequiera que esté ahora, no se arrepiente de nada- Sin esperar una respuesta, se fue.
El ataúd estaba totalmente cerrado, se acordó pretender que Yoongi viajaba en el auto incendiado y así fue como perdió la vida. No queríamos levantar sospechas ni morbo contando la verdadera historia. Pero eso, me impedía ver a Yoongi ahora, sólo necesitaba eso, necesitaba verlo por última vez. Abrí la pequeña tapa del ataúd para observar el cuerpo de Yoongi, inerte y vacío frente a mí. Rocé su mejilla con mi mano y me incliné para besar sus labios. Cerré la tapa y conteniendo mis lágrimas acaricié la madera de la caja.
-Prometiste no dejarme nunca, y ahora estás muerto Min Yoongi, qué clase de ser eres para romper una promesa así – sorbí mi nariz – Pero entiendo, ahora puedo comprender con claridad tus acciones, tus razones. Perdiendo tu vida, me has devuelto la mía y- mi voz se quebró- aunque hubiera preferido vivirla a tu lado, la viviré por ti. Seguiré siendo una buena persona, trabajadora y alegre como tú solías decirme que era, recuperaré lo que queda mi pasado aquí y con el formaré mi futuro. Tendré una vida larga y feliz- rompí a llorar- como tú hubieras querido...me enamoré de la muerte y ésta me amó de vuelta y su mayor regalo fue dejarme vivir-besé mis dedos y los puse sobre el ataúd- te amo-.

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When Death Loved Me (Yoonmin)
FanfictionJimin es un chico con una vida aparentemente normal hasta entra en escena un extraño individuo cuya relación con él le hará entender un nuevo concepto de la vida. Yoongi es un dios de la muerte que decide viajar a la Tierra de los vivos, en ese via...