JEFE ENCUBIERTO Shikatema

9. Paso 1 y 2

Temari

... Ya estoy planeando algo para averiguar la verdad sobre Hidan.

Estoy en la que ahora es mi casa. Aún tengo el aroma de Shikamaru sobre mi piel pero tengo que concentrarme en mi objetivo. Eso será un poco difícil porque cuando cierro los ojos aún veo la exhibición que me hizo sin ningún pudor antes de hacerme llegar al cielo. Me muerdo los labios y sonrío. Pero ya... ¡Concéntrate Temari!

Lo único que tengo medio claro hasta este momento es cuando se van a mover las piezas de este ajedrez. No quise decirle nada a Shikamaru porque apenas son conjeturas que he hecho examinando cerros de papeles, aunque el hecho de que lo hubieran contactado le da más peso a mis teorías. Me he empapado completamente de los movimientos de esta empresa.

Con mi dedo índice derecho empiezo a tocar mis labios, es una manía que tengo cuando me pongo a pensar. Suspiro y digo en voz baja: Los primeros días.

Luego de examinar detenidamente muchos documentos lo único que encontré fueron algunas irregularidades en unos pocos manifiestos de embarque, siempre en los primeros días de cada mes. Esta discrepancia la noté por seis meses seguidos, y esto sucedió a final del año pasado. Todos eran de cuando trabajó un tal Asuma Sarutobi del cual nadie me da razón. Igual no creo que supiera mucho porque una de las discrepancias era justamente su firma, lo que me hace pensar que esto no lo hizo él. Este hombre tenía el mismo cargo que hoy en día Shikamaru, era muy metódico, por eso noté que uno que otro informe era diferente, era demasiado general.

Dado que era subordinado directo de Hidan me hace sospechar que él arreglo estos papeles. Además hay que aceptar que en una empresa que hace estos movimientos de mercancía a diario nadie hubiera notado nada a no ser que supiera que buscar.

Hay que sacarle la verdad a Hidan así que necesito acercarme a él. Como estamos ya a final de mes no puedo ser tan sutil, planeo en mi cabecita perversa una simple estrategia de tres pasos:

1 Insinuar

2 Seducir

3 Sacar la verdad

Para este último no me imagino tipo rufián torturando o algo así, me río solita de las bobadas que pienso, más bien creo q es mejor actuar inteligentemente y de la forma antigua, drogar.

El lunes iniciaré mi plan, me sonrío y acabo de descubrir que esto me excita, me reprendo porque es peligroso actuar como una sexi súper espía, soy consciente de que no es un juego pero si me siento... no sé cómo describirlo... poderosa.

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Primero necesito mis armas bien afiladas, para ello me visto con una falda negra ceñida y una blusa camisera blanca. Sé exactamente que parte de mi cuerpo no ha dejado de observar ese pervertido así que será fácil ponerlo en perspectiva con una par de botones desapuntados y un sostén negro de encaje. Me recojo el cabello para que la vista quede aún más limpia. Cité a Hidan en mi oficina a las 11am, necesito el calor de medio día para que me ayude.

Golpea la puerta, me apresto a poner mis codos en el escritorio e inclinarme hacia unos papeles que tengo allí.

—¿Me llamaba?

—Siéntese por favor

Empiezo a leerle varios documentos, mientras lo hago cojo un lápiz entre mis dedos, muy sutilmente con la punta comienzo a dibujar la parte de arriba de mis senos, es un simple pasar de un lado a otro mientras hablo. Noto que su mirada no se quita de mi escote. Luego con la punta de forma directa empiezo a bajarlo y subirlo varias veces por en medio de mi pecho, miro de soslayo a Hidan y el muy maldito se está saboreando, sigo leyendo los papeles y cuando ya voy a terminar bajo un poco más la punta y me abro el siguiente botón de la blusa dejando ver un pedacito insinuante de mi sostén.