13. Los buenos

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Shikamaru

Al regresar a mi casa me siento a analizar lo que sucedió y hacer un plan (Saco mi viejo encendedor para jugar con él, abro su tapa y lo enciendo), todo se fue a la mierda con lo que descubrimos esta noche, había pensado que se trataba de otra cosa con lo que traficaban... pero no... (Vuelvo a apagarlo y cerrarlo) lo único que se me ocurre es que es hora de contactar a la policía. Pero no acá.

Cuando desapareció el viejo Asuma nos dijo su mujer que trató de contactar a la policía de esta ciudad y nadie hizo nada, eso me hace suponer que están comprados por Kakuzo, así que eso no es una opción.

—Que fastidio.

(Vuelvo a abrir el encendedor y a prenderlo) El plan B es llamar a mi mejor amigo, Chōji, él tiene grandes influencias en todas partes, su familia es muy poderosa, se me escapa una pequeña sonrisa pensando en mi amigo, el no sólo tiene grandes influencias... tiene grande todo... en realidad su corazón es muy grande, si supiera el lío en el que estoy metido vendría inmediatamente, por eso no le diré más de lo estrictamente necesario, no voy a involucrar más personas, de por sí que puse a Temari en riesgo. (Cierro en encendedor) No, no voy a meter a nadie más en esta mierda, simplemente le diré que tengo algunos problemas y que necesito a alguien que esté más allá de la policía, algún conocido de una agencia federal o algo por el estilo.

—No puede ser a cualquiera, no, necesito a alguien en el que se pueda confiar y que no se deje sobornar.

(Respiro profundo) De ahí tengo que mandar a Temari, no tengo de otra, si yo me largo de aquí van a sospechar, en cambio ella, que es la gerente, puede irse si lo place y es completamente creíble.

—Puede decir que "el señor Nara" quiere verla en la capital para saber cómo van las cosas y ya, nadie va a desconfiar.

Por lo menos la podré tener unos días alejada de todo esto, no soportaría que algo le pasara (Vuelvo a abrir el encendedor y lo prendo), no después de...de que no dejo de pensar en ella, de que en esta maldita oscuridad en la que estoy... en la que estamos... siento que ella es una luz (Me quedo mirando la llama que está en mi mano y vuelvo a suspirar).

—Que fastidio, cuando pienso en ella mi corazón late un poco más fuerte.

(Cierro de nuevo el encendedor) Pero este no es el momento para pensar en sentimientos, es sólo el momento para tratar de... ¿De qué? ¿De ser el maldito héroe? No lo creo, no quiero terminar en el fondo del mar, debo de actuar con cautela y ayudar a la ley. Temari ya sabe toda la situación, que podamos dejar esto en manos de la policía o de quien sea, poder cerrar esto y largarnos de aquí... quizá lejos un tiempo, donde pueda pensar lo que me pasa cuando miro a esta mujer...

—Temari.

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Temari

Bien, hoy llegué a la capital, ahora estoy lejos de esa película surrealista que estamos viviendo y estoy lejos de Shikamaru, eso último no me gusta nada ¿Qué me está pasando? Me sorprendo de estar preocupándome demasiado por él.

Ahora mismo iré a hablar con un par de detectives que contactó su mejor amigo, es lo único que pudo pensar para salirnos de este lío.

Voy entrando a un edificio enorme, cuadrado y cuadriculado, todo en cemento gris, parece que a este lugar el estilo se lo quedaron debiendo. Pregunto por estos tipos y me dirigen a una especie de sala de juntas muy pequeña, apenas si tiene un ventanal grande y alto en el fondo, una mesa metálica en la mitad y algunas sillas plásticas de color negro. Cuando ingreso pienso que debería pedir que me pellizquen, están dos hombres esperándome y parecen salidos de una película de bajo presupuesto, el primero se acerca, me da la mano y se presenta, tiene una cara amable, atractivo, rubio, de ojos azules, tés blanca, su ropa es informal, apenas un jean y una camiseta de color naranja con un dibujo en forma de espiral rojo en el centro.

JEFE ENCUBIERTO ShikatemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora