JEFE ENCUBIERTO Shikatema

16. Terca

Temari

Ya es de mañana, apenas veo un poco claridad que entra a mi ventana, no sé en qué momento me quedé dormida pero siento un vacío en el estómago cuando veo que estoy sola en la cama. A donde estaba él sólo queda su olor, el mismo que desde lo conocí hace estragos en mi conciencia. (Pensaba en la palabra inocencia... pero esa hace rato la perdí y más aún luego de haber probado el cuerpo de mi jefe, el calor llega a mis mejillas de sólo pensarlo). Me volteo para quedar mirando el techo y pensar cual es el siguiente paso.

Llego a la oficina a las ocho en punto como siempre. A las 8:30am llegarán de nuevo los detectives y tendré que encerrarme en la sala de juntas para hacer tiempo, por lo menos dos horas, pero hoy no pienso quedarme callada perdiendo esa valiosa oportunidad.

De nuevo estoy en la entrada de la empresa y cuando llegan los guío hasta la sala de juntas.

Cierro la puerta y ellos se sientan, como siempre Uzumaki está cerca de mí con su cara amable y Uchiha casi al final de la mesa con cara de que se levantó por el lado equivocado de la cama, coloca los codos en el escritorio y cruza sus manos.

—Quiero que me digan todo acerca del tal Madara —suelto de una vez.

Uzumaki se sorprende pero el otro levanta una ceja inquisitivo.

—¿Pasó algo ayer?

Ahora que están interesados es momento de aprovechar.

—Antes quiero que me digan todo lo que saben de ese desgraciado de Madara, igualmente de Hidan y de Kakuzu.

—Madara es el líder de una organización conocida como Akatsuki, hacen de todo, tráfico de armas, de drogas y obviamente de órganos. —el rubio suena inusualmente serio—Trata de blancas, terrorismo, tienen varios caza recompensas asesinando a los que tratan de opornersen, tienen redes de microtráfico y de usura, mantienen sobornados a muchos policías.... Todo lo malo que se te pueda ocurrir lo hacen ellos si la paga es buena.

—¿Y Kakuzu?....

—Ese tipo es un fantasma, literalmente —ahora el que contesta es Uchiha— se supone que había muerto hace años cuando asesinó un líder político, pero al parecer logró engañar a todos incluso a nosotros...

—Realmente fue una sorpresa escuchar de nuevo su nombre enredado en algo...

—Si, en fin... El hombre fue entrenado en fuerzas especiales, había servido a varias naciones antes de al parecer quedar desempleado y comenzar a prestar servicios al mejor postor sin importar quien sea.

—Así que es realmente peligroso...

—Por así decirlo —asiente Naruto mirando el escritorio— pero ahora es sólo uno de los perros rastreros de Madara.

—¿También han investigado a Hidan?

—¡Ese tipo es un chiste! —Naruto esboza una sonrisa sin humor— Primero ejerció como stripper y luego le dio por fundar una iglesia de un culto raro, se llamaban "Seguidores de Jashin", era un buen negocio y medianamente legítimo, hasta que se descubrió que les exigía a las mujeres jóvenes que asistían a sus rituales entregarse no solo en su fe a él...

Abro los ojos como platos, que asco de tipo.

—Luego del escándalo en esa ciudad decidió desaparecer y entrar a esta empresa como un empleado normal, al parecer nadie aquí lo reconoció y era sólo uno más entre el montón

—No entiendo... ¿Nadie levantó cargos o hizo algo?

—El alegó que todo había sido de mutuo acuerdo con esas mujeres, y el hecho de ser un maldito que lava cerebros débiles no está estipulado por la ley —concluye Sasuke.