11. La bodega

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Temari

Cierro los ojos y suspiro. Dejo lo que no me sirve, la gorra y el látigo. Me coloco mi abrigo negro, por suerte es largo, anudo el cinturón y salgo.

Aquí voy... caminando rápida pero sigilosamente a la bodega que queda junto al muelle. Ya la veo, estoy a tan solo unos diez metros de allí, es una construcción con unos veinte años de antigüedad, simple, con ladrillo expuesto, techo alto y una puerta metálica negra. Tiene una pequeña oficina que es donde se hace casi todo el papeleo, queda a unos 5 metros de la entrada de la bodega, destaca por que está estucada y pintada de blanco, tiene una puerta sencilla de aluminio y vidrio, también tiene ventanales grandes para dar iluminación a los que trabajan allí todo el día.

Desde donde estoy alcanzo a ver la luz que sale por el portón grande, las luces de la oficina parecen estar apagadas, alcanzo a escuchar a los empleados trabajando y veo sus sombras, pero no distingo a nadie en especial.

Si Shikamaru está involucrado en ésta operación tuvo que haber firmado los papeles para el embarque, observado e inventariado el mismo, luego tuvo que terminar su trabajo tipo ocho de la noche y haberse ido. Pero por lo que he llegado a conocer a este hombre debe estar metiendo sus narices en todo este asunto. Cierro mis ojos, me imagino entrando a la bodega y encontrando a Shikamaru atado a una silla siendo torturado. ¡No! Tengo que ir a echar un vistazo allí dentro.

Espero ver a los empleados involucrados en esto trabajar normalmente, eso creo que significaría que siguen sin cambios en sus planes y que no lo han encontrado merodeando. Necesito también tener pruebas y ver qué es lo que transportan.

Tengo que acercarme más, entrar a esa bodega (lo cual está terriblemente difícil ya que sólo hay una puerta), buscar aunque sea una caja de lo que transportan (lo cual está aún más putamente difícil porque no sé cómo distinguirlas del inventario normal), tomar fotos o datos de esa mercancía y luego salir de allí sin que me vean.

Respira Temari, cálmate y concéntrate.

La puerta de más fácil acceso obviamente es la de la oficina, sería un golpe de suerte si está sin seguro, ésta tiene una salida posterior que da directo a la bodega. Bien.

Lo segundo, el distinguir qué mercancía es, dado que está revuelta con la normal que transportamos. Una opción es buscar papeles en esa misma oficina y con los manifiestos corroborar qué es inusual. No, eso me puede demorar mucho tiempo, que no tengo, sin contar que no sé exactamente donde pueden estar esos papeles.

Otra opción... ¡tiene que haber otra opción!

Supongo que logro entrar, toda la mercancía que va ser llevada al muelle se coloca en un área especial, el área de preparación que está casi saliendo y que es de fácil acceso al montacargas. Imagino que logro llegar hasta allí rodeando por la parte posterior de la bodega... ¿Cómo distingo que cajas son?

Piensa Temari, ¡Piensa!

Hoy revisé en la mañana cuidadosamente lo que se iba, casi todas la mercancía que viajaba eran partes de computadoras, recuerdo que eran de una misma empresa así que deben estar todas marcadas iguales. ¡Eso descartaría la mayoría! Y si la suerte me acompaña al revisar las demás cajas que queden podría encontrar algo.

Camino lo más cerca a la pared lateral de la bodega, debo de doblar la esquina, respiro profundo y me asomo, escucho voces saliendo de la puerta donde hay luz, es mejor esperar, de pronto escucho que se alejan, que suerte, así que voy a la puerta de la oficina y... Bingo, está abierta. Ingreso y ya veo la salida posterior, voy agachada para que no me vean por los ventanales, estoy a dos pasos de salir y escucho voces acercándose. ¡Mierda! Ingreso más al fondo de la oficina y me meto debajo de un escritorio. Prenden las luces, están como peleando pero no distingo muy bien porqué. Mi respiración es agitada y con mis dos manos me tapo la boca para no emitir ni un solo sonido. Los que se acercan siguen su acalorada discusión, ahora si alcanzo a escuchar una voz terrible que suena como un gruñido que exige a otro la presencia de Hidan, en medio de esto golpean la tapa del escritorio donde me estoy escondiendo, casi siento que no puedo respirar, me he llevado un gran susto, luego se van con su discusión. Mi corazón está que se sale de mi pecho.

JEFE ENCUBIERTO ShikatemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora