22. Haku

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Temari

Despierto, siento el frio suelo, trato de incorporarme un poco colocando mi codo en el piso pero mi pierna me duele jodidamente duro, lo primero que veo son unos hermosos ojos rojos que me observan con preocupación, volteo mi rostro de un lado a otro haciendo caso omiso a esa mirada para tratar de reconocer donde estoy, es una habitación amplia, toda pintada de blanco, sólo hay una puerta metálica y a su lado izquierdo hay una ventana de vidrio grueso. Según alcanzo a mirar esta da hacia otra habitación pequeña también blanca, de allí proviene la poca luz que deja ver lo que hay acá.

De nuevo me enfoco a la persona que está junto a mí, con esos ojos de un color tan particular, su tez blanca y cabello castaño es fácil reconocerla.

—Kurenai...

Me mira extrañada.

—¿La conozco?

Trato de al menos sentarme, la pierna que me duele tanto es la izquierda, recuerdo todo pero ya no veo las heridas, están escondidas debajo de una pañoleta que ejerce presión para detener el sangrado. La castaña sube los hombros y me habla amablemente.

—Estabas sangrando mucho así que con mi pañoleta paré el sangrado y te vendé.

—Gracias...—sigo tratando de ubicarme con la mirada— ¿Sabes dónde estamos?

—Estamos en un hospital infantil abandonado, en una especie de sala para hacer exámenes.

Observo lo que hay detrás, es un antiguo tomógrafo o lo que queda de él. Eso tiene sentido con la ventana desde la que alguna vez un técnico observaría al paciente mientras realizaban el examen.

—¿Qué...qué ha pasado?

—Me trajeron aquí, luego de un rato largo te trajo "ese" tipo desmayada y te puso en el suelo.

Frunzo el ceño.

—¿Qué tipo?

—El que tiene cara de pervertido.

Hidan.

Kurenai entrecierra los ojos vidriosos, empieza a sollozar acariciando su crecida barriga, no puedo hacer otra cosa que obligarme a sentarme bien, abrir los brazos para ella y atraerla hasta mi pecho. Ella está llorando aún más duro, no sé qué le habrá pasado pero necesita sacarlo y yo necesito sentirme humana de nuevo. Me duele allí donde ella solloza por la impotencia de verla en este tétrico lugar conmigo. Acaricio su cabello tratando de reconfortarla.

—Sh sh sh... tranquila. De alguna forma saldremos de esta pesadilla.

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Shikamaru

Acato todas las órdenes que me dio Kakuzu, tenía que cambiar los turnos de los empleados de la bodega para que esta noche estén los que son más leales a él, falsifiqué todas las órdenes de embarque para la mercancía que saldrá hoy y los entregué a sus "hombres" en la bodega, todo lo hago bien, todo de forma mecánica y rápida, porque quiero lo antes posible estar en su guarida.

1pm.

Llego hasta el viejo hospital y veo que hay un hombre en la entrada haciendo guardia, eso es extraño.

—¿A dónde vas?

—Me llamó Kakuzu.

Me mira de abajo hacia arriba y se aparta para que ingrese.

Este sitio se ve casi igual que en la noche por lo que no tiene ventanas que den al exterior. En medio de la estación de enfermería está parado Kakuzu hablando con Hidan, voltea sus ojos hacia mí y me mira despectivamente.

JEFE ENCUBIERTO ShikatemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora