Lanzó su teléfono al suelo justo antes de caer, junto a unas rocas, la arena fría chocando contra su cuerpo. Se arrastró hasta esconderse bien detrás de éstas; sus escamas, ya mojadas, impidiéndole moverse con facilidad. Tomó su móvil, intentando que no se mojara, y marcó.
-¿Zayn? -preguntó la voz de Tomlinson, un poco adormilada contra el micrófono.
-Necesito que vengas. Ya.
-¿Estás bien?
Zayn reprimió las ganas de gritarle.
-Está lloviendo. -contestó, cortante.
-Oh, claro, lo siento -recordó Louis -. ¿Y qué se supone que haga? Te recuerdo que va a seguir lloviendo, te busque o no. No puedo subirte al auto y llevarte así por toda la ciudad. ¿O sí?
Y por más que odiara aceptarlo, sabía que Tomlinson tenía razón. No podía. No podía. Rió al imaginar la situación en su cabeza. La cara de la gente se veía graciosa en su mente, aunque sabía que no sería tan así. Habría más de uno con cara de "Voy a hacer mucho dinero con este chico". Suspiró, volviendo a la realidad.
-Está bien. Iré a por un chapuzón.
•
Las aguas chocaron frías contra ella. Un cosquilleo invadió su cuerpo, recorriendo desde sus pies hasta la punta de su nariz, pasando por cada una de sus células. Le siguió una rápida picazón, fugaz, que no duró más que unas fracciones de segundo. Y ahí estaba.
Decidió aprovechar el momento y disfrutar, pero sus pensamientos no querían ayudarla. Él sabía algo, y con la automática reacción de ambos, sabría más. Una gota de agua y ambos habían salido corriendo. Daba por cierto que él lo había confirmado. De seguro él también está pensando lo mismo, se dijo.
Y de repente comenzó a pensar qué pasaría por la mente de Malik en esos momentos.
Ella era. Estaba más que confirmado. ¿Pero y si sabía que él...? Tal vez había más. ¿Y cómo era posible que ella fuera otra? ¿Le habría ocurrido lo mismo que a él? ¿O qué? Y si no era así, ¿cómo era? ¿Qué estaba pasando?
Sin embargo, sus pensamientos se vieron interrumpidos. Su cuerpo se paralizó. Sus músculos se tensaron. Su corazón sé detuvo por un instante, aunque parecieron siglos. Sus ojos se abrieron ante el asombro.
Frente a ella, estaba, nada más ni nada menos que...
Él.
•
Su mochila subió por sobre su hombro, los libros pesados en ella, provocando un momentáneo desequilibrio. Sus pies caminaban sobre la acera, áspera, mientras se dirigía a la universidad. El aire se sentía pesado con semejante humedad. El cielo estaba nublado, y dudó poder salir o llegar de (o hasta) allá fácilmente.
Sin embargo, logró llegar hasta los pasillos, grises como siempre, acompañados de un suave pero horrible blanco, dándole ese ambiente de frialdad al lugar. Casi todos los salones eran así, fríos, duros, dando la sensación de que no había un alma viva en el lugar. Rara vez había un cartel o algo colgando, y cuando lo había, también era frío, seco, como el edificio en sí mismo.
Sintió su respiración a poca distancia, se notaban los nervios en ella, cómo dudaba si debía o no. Dio la vuelta y la tuvo cara a cara, sus ojos llenos de una mezcla azul de terror, nervios y duda. El corazón de Adrianne latía a mil veces por segundo, los nervios comiéndola viva, su sangre intentando llegar hasta su pecho tratando de impedir que llegara al paro cardíaco. Sus piernas se pusieron débiles, y la voz salió de su garganta como un hilo temblando.
-Eh, Zayn, sobre lo de ayer... -comenzó-, yo, eh...
-¿Porqué no hablamos de esto en un lugar más, digamos, privado? -dijo él, haciendo una mueca. Brooke asintió con la cabeza.
Salieron al patio, buscando un lugar tranquilo, donde no hubiera nadie. Ambos él y ella se sentaron bajo un techo, alejado de salones o lugares donde pudiera haber alguien, sin saber quien estaba más nervioso, inquieto, dubitativo. Sin saber quién hablaría primero. Qué diría. Qué preguntaría. Qué contestaría. Qué era lo que en realidad debían decirse, qué era lo que en realidad debían saber. Qué sabía el otro. Qué pasaba.
-Tú, uh, esto... -comenzó el chico de cabello oscuro. -¿Sabías...?
-Sí, sé. Bastante.
-¿Qué tan "bastante"?
-Más que tú, si a eso te refieres -contestó-.¿Cómo pasó esto? -preguntó ella, mirándolo.
-Sinceramente, no sé. -respondió Malik, suspirando. Y le contó todo lo que sabía, lo que había ocurrido esa noche.
Fue hace un mes, o dos, más o menos; comenzó. Louis y yo fuimos a pescar en un bote, y se averió. Estábamos en medio de la nada. Apenas teníamos un sándwich, recuerdo, y alguien, dijo, colocando énfasis en ese "alguien", tuvo la genial idea de que nos separásemos a buscar algo, lo que fuera, para no morir. Un barco, tierra, algo. Tuvimos que ir nadando, cada uno por su lado. Se hizo de noche y yo ya estaba perdido. Estaba cerca de unas rocas cuando ocurrió. No había una sola nube, pero por algún motivo estaba lloviendo. Bueno, no exactamente lloviendo. En el agua salpicaba algo, como gotas, pero gotas no caían. El agua se puso fría justo donde estaba yo, y el pie se me atoró en un alga. Fue sólo un instante. Lo siguiente que recuerdo fue despertar en una playa, con Louis a unos pocos metros cocinando un pez.
-Y... ¿sabe él que tú...? -preguntó ella.
-Sí.
Hubo un pequeño silencio entre los dos.
-¿Cómo llegaste hasta esa playa? ¿Te llevó Louis hasta allá? -cuestionó la rubia, ya sabiendo la respuesta.
Malik miró hacia el suelo, contestando:
-No tengo idea.
(N/A: sé que hago capítulos cortos, y lo lamento, en serio, pero no tengo tiempo, y además esta semana tuve un pequeño bloqueo y me costó escribir esta parte como realmente quería que fuera. Espero sepan disculparme. Trato de subir capítulos puntualmente Y, también tengo que ir a la escuela unas ocho o nueve horas todos los días, llegando a mi casa a las siete de la noche después de ir a clases de inglés, viola, otros días, hacer las tareas, tener una vida social, etc etc. Sin embargo intento dar lo mejor de mí en esto. Si conocen a alguien que crean pueda estar interesado en leer este trabajo, les agradecería yo mucho si le avisasen. Muchas gracias desde ya por el apoyo. Los amo a todos).
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Más azul que el mar ©️[mermaid au] [zayn]
Fanfiction«Y ahí estaba ella, tan irresistible en su vestido blanco, mirando el mar, probablemente pensando qué le quedaba ahora. Y se veía tan hermosa. Sus lágrimas, corriendo por su cara, la hacían aún más linda. Sus cabellos, alborotados y sin peinar, la h...