Capitulo 15

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Advertencia: este capítulo no es apto para todo público. Se recomienda leer bajo discreción.

La víspera de año nuevo llegaba, y con ella venía Cupido.

A las, más o menos, siete de la noche, venían llegando Louis, Liam y Niall, y como siempre, traían cerveza, champagne y algo para romper. Adrianne, a pedido de los chicos, también había invitado a sus amigas: Nereida, Lynna y Dionne. Liam ya las conocía,  pero Louis, Zayn y  Niall no. 

La primera era de estatura un poco baja, de un cabello rubio muy claro, casi blanco, llevaba una camiseta a rayas rojas y azules, un saco pequeño saco blanco cubriendo sus hombros. Dionne, en cambio, era todo lo opuesto. Su cabello era negro, sus ojos marrones oscuros, de aproximadamente 1,67 m. e iba vestida en una musculosa azul platinado y unos jeans. Y, por último, Lynna. Era la más alta del grupo, en un vestido verde bastante suelto, su cabello pelirrojo atado en una coleta, sus ojos verdes combinaban con su ropa. 

La cena transcurrió lenta, el Sol aún no se ocultaba. Liam había llevado la comida: merluza al horno. Louis comenzó a reír cuando lo vió, pero el comentario de Lynna lo remató:

-Las películas de Disney son puras mentiras, por si estás pensando en el Rey Tritón. 

Al terminar la comida, Zayn puso sus manos en la cintura de Adrianne. Un beso, dos, tres... y unas cosquillas. 

-Hay que comprar los fuegos artificiales, ¿no? - preguntó. Brooke se volteó y lo miró a los ojos.

Salieron de la casa para ir a "comprarlos". Pero eso fue lo que menos hicieron en toda la noche.

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Suaves besos rozaban sus labios, depositados uno a la vez, mas volviéndose más intensos cada segundo que pasaba. Uno, dos, tres... Recorrían cada parte de su cuerpo, de cabeza a pies, pasando detalladamente por cada una. Sus hormonas reaccionaron rápidamente, su piel erizándose. Eran suaves y desesperados. Pasaron por su frente primero, luego por sus labios, su cuello luego, llenándose de cosquillas. Recibió una mirada fuerte de parte de él, fija, examinándola detalladamente. Unos segundos después, su camiseta ya no estaba sobre ella, así que decidió hacer lo mismo con la de él.

Una mirada aún más fija cayó sobre sus pechos, aún tapados por el sostén, mas intentando salir desesperadamente, su respiración agitada. Esos labios pasaron, ahora, por su abdomen, sus pechos, su cuello, llegando a su oreja, mordiéndola también. Ella mordió su hombro para ahogar un gemido pequeño.

No podía creer que estuviera pasando. Se estaba entregando a él. Se estaba mostrando. Eso no pasaba desde hacia mucho. Y, de todas maneras, se sentía como la primera vez. Tan sólo esperaba que esta vez sí fuera correcto. Esperaba poder confiar en Zayn, poder entregarse realmente a él, y que él se entregara a ella.

Su pantalón tenía ya el cierre bajo, cuando quiso darse cuenta, y había una mano dentro de ella. Soltó un gemido, mientras ésta se movía. Primero fue un dedo, moviéndose suavemente, tratando de abrir el espacio. Sintió frío por un momento. ¿Estaba realmente pasando? ¿Era verdad, entonces, que iba a sentirlo al final? El movimiento se volvió más veloz, entonces, pero un poco de dolor valdría la pena. Sintió cómo su cuerpo pedía más, y Malik pareció comprenderlo. Sin más aviso que mirarla fijo a los ojos, metió dos dedos más, y ella no pudo más que gemir. Se sentía tan bien.

Se deshizo, entonces, de la camiseta del moreno, bajando sus manos por la espalda de éste, tomándola con sus manos, acariciando cada uno de sus detalles. Cada una de sus perfectas imperfecciones. Eran un desastre, enredándose entre las telas, riendo, mientras ambos inspeccionaban detalle por detalle cada parte del otro. Y, eran tan perfectos a los ojos del otro.

Nada podría ser mejor.

Nada.

El moreno pudo sentir su mano completamente húmeda, las respiraciones de su chica eran la música perfecta para sus oídos. Las suyas también eran agitadas, cuando quiso darse cuenta. Sí, estaba ocurriendo. Finalmente.

Suavemente, quitó los dedos poco a poco, y comenzó a introducirse él mismo dentro de la rubia. Ahora podía hacerlo más libremente, ella ya estaba lista. Soltó Adrianne otro gemido, emocionada, y colocó sus piernas alrededor del torso de Malik. Algunos mechones de cabello colgaban de su cabeza, su sonrisa de oreja a oreja, su felicidad justo frente a él. Esa felicidad no estaba compuesta por una rubia cualquiera, dos pechos, y ocho minutos junto a ella. No. Estaba compuesta por dos mares que solo lo miraban a él, que lo iluminaban. Estaba compuesta por una sonrisa hermosa, dulce, melodiosa. Estaba compuesta por una persona hermosa, perfectamente imperfecta, a la que él se estaba uniendo en ese momento.

Los brazos de Adrianne recorrían su abdomen, suaves, masajeando cada centímetro. Paseaban por su espalda desnuda, un poco mojada con sudor, trazando líneas imaginarias en ella. Lento, con pasión. Un gemido escapó de sus labios, casi inaudible.

Zayn iba cada vez más rápido, sin embargo cuidadosamente. Su corazón bombeaba cada vez más rápido. No sabía qué debía hacer: concentrarse en eso o besarla, le resultaba difícil hacer las dos cosas al mismo tiempo. De todas formas, no se dio cuenta cuando comenzó a hacerlo al mismo tiempo. Sus manos se guiaron solas hasta el pecho de Brooke, subiendo lentamente desde su cintura, haciéndole caricias en su abdomen, hasta llegar arriba. Hacía movimientos muy suaves, sin embargo desesperados, si es que eso era posible. ¿Era posible describir el sentimiento? Sólo podía sentir, no sabía nada más. No sabía ni su propio nombre. No sabía en qué ciudad se encontraba, ni qué momento del día era, ni nada. Sólo sabía que la amaba. La amaba más que a nada.

La rubia lo tomó por sorpresa al posar sus manos en su cuello y, lentamente, hacerlo girar, dejándolo abajo y tomando el control. Sus labios por poco se comían a Zayn vivo. Lo envolvían completamente, acercándose y alejándose, sus lenguas haciendo esgrima entre ellas. La mano de Zayn subió hasta su cabello, estaban atados completamente.

Adrianne decidió agregar un poco más de diversión a todo, comenzando a hacerlo rodar hasta la orilla del mar. El gesto de Zayn fue muy fuerte, de confusión. ¿¡Qué estaba haciendo?!

-¿Se puede hacer esto? -dijo, confundido.

Brooke sonrió.

-¿Cómo piensas que nací yo? -rió.

Lo siguiente que ocurrió fue un cosquilleo, de todas formas diferente a los normales. Malik no entendía nada. Ya habían cambiado, pero seguían pegados. Era lo más raro del mundo.

Y sin embargo, esto se sentía normal, y bien.

Así siguieron por unos minutos, hasta luego quedarse descansando junto a la orilla, uno junto al otro. Los ojos de Adrianne miraban distraídos al cielo, estrellado, ahora posados sobre la Cruz Del Sur. Esta constelación le daba un poco de envidia, porque en ella estaban las cuatro partes del mundo, tan cercanas, aunque estuvieran en realidad a años luz de distancia. Norte, Sur, Este, Oeste. Tan lejanas, pero juntas guiaban a millones de personas. Tan cercanas, pero no podían tocarse. ¿Era eso una desdicha o una ventaja? ¿Estaba eso bien? 

-¿En qué piensas, amor? -la interrumpió Zayn, pasando una de sus manos por la mejilla de la rubia. No había podido evitarlo, notaba algo raro en su mirada. Lo notaba desde hacía mucho, pero ya no podía contenerse. Brooke no era la misma, ultimamente no hablaba tanto, era como si supiera que iba a comenzar una guerra o algo así. Y le preocupaba.

Un mar se posó sobre la mirada de Malik, un mar que parecía a punto de estallar en una tormenta. Adrianne no pudo soportarlo más, tarde o temprano tendría que soltar la verdad. Y rompiendo en llanto, lo dijo.

-Tengo que irme.

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(n/a)

No me maten. NO ME MATEN.

Esto es corto: Más Azul Que El Mar está casi llegando a su fin. Quedan pocos capítulos, calculo que entre cinco y siete. 

Así que, por favor, recomienden la novela si pueden porque cada vez hay más fantasmas, por favor. Felices Fiestas.

Un beso,

Yo.

 

Más azul que el mar ©️[mermaid au] [zayn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora