12.

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Paul estaba sentado en el comedor de Emily mientras escuchaba a la manda reirse. Quil y Embry estaban haciendo una estúpida competencia de quién respiraba primero y ninguno había perdido, la manada por su parte solo reía y hacian comentarios que no lograba entender del todo.

Paul miraba su plato como si fuera la cosas más interesante del mundo ignorando todo aquello que lo rodeaba. Estaba mal.

Desde hace un mes Paul no era el mismo, sus ánimos de vivir habían terminado, su temperamento había empeorado, no hablaba, no comía como debería y no patrullaba bien. Parecía que ya nada hacia bien, era un tonto, un inepto, un idiota.

Desde el día que había alejado a la única persona que alguna vez le importó se dió cuenta que la había jodido. Sus impulsos lo habían orillado a perder a su impronta. A su amor. A su pequeña chica. A su Julie.

Aún recordardaba haber ido a buscarla al día siguiente de tal horrible día. Charlie Swan le había abierto la puerta y con una mirada curiosa le preguntó que qué necesitaba. Paul al preguntar por Julie solo recibió la respuesta más dolorosa de su vida.

”ella regresó a San Francisco" Esas palabras retumbaban en la cabeza de el todos los días, a todas horas y fueron las causantes de muchas lágrimas derramadas desde ese entonces.

Pese a que el joven lobo se había  convertido en un desastre lo único bueno logro fue que se había hecho bueno en pensar en Julie Monroe. Todo el día imaginaba su precioso rostro; sus ojos coquetos, su pequeña nariz, sus mejillas rosadas y sus labios.. ¡Oh sus labios! Paul se había vuelto un experto en pensar como sería poder besar esos rosados labios. Paul pasaba sus noches en vela pensando en la primera vez que había visto a su chica, el tenía escasos 12 años cuando en el patio de los black llegó la que el consideró un ángel. Desde ese día había quedado flechado por ella y quién diría que varios años después sus ancestros la volverían a poner en su camino para que el lo haya arruinado todo.

Conforme los días pasaban Paul fue perdiendo los ánimos de vivir, respirar dolía, pensar dolía, vivir sin ella cerca dolía, cada día era peor hasta que llegó el momento en que no lo soportó más y un día se aventó del acantilado. De no ser por Jacob, Paul estaba seguro de que no estaría allí sentado.

Paul había observado a Jacob todos los días. Tan amable, siempre en control y siempre cumplía con los deberes de la manda. Pudo ver que Jacob black era un gran chico que sin duda sería un premio para cualquier mujer…Algo en el pareció entender al pasar los dias el por qué Julie lo defendía tanto. Aunque Jacob había hablado con el y le dejo en claro que Julie para el era como una hermana, Paul aún consideraba que su compañero sería la mejor opción que Julie pudiera tener.

Julie Monroe no se merecía un loco posesivo, de mal temperamento, con un pasado oscuro y una naturaleza salvaje. Ella era demasiado perfecta para cargar con tal cosa.

—Paul come un poco otra vez no has probado nada— la voz de Emily Young interrumpió los pensamientos de Paul— hice esto solo para ti. Tu favorito.

Paul miró su plato con atención y fue conciente en que solo había estado picoteando su lasaña.

—vamos pequeño, necesitas comer— le susurró emily en un tono maternal mientras le acariciaba la espalda. Paul se tensó ante su toque y después abandonó la vista de su plato para posarla en ella.

Emily no tuvo necesidad de que Paul hablara para saber cuál roto y perdido estaba, sus ojos mostraban todo su dolor y los que una vez fueron unos ojos juguetones solo reflejaban agonia.

No sabiendo que más hacer la chica lobo solo se quedó a su lado esperando que por lo menos diera un bocado mientras le acariciaba la espalda. Paul no lo dijo pero en su interior agradecía el tenerla a lado de él.

Emily Young era la prometida de su alfa pero ella era más que eso para la manada, ella era sin duda una madre para todos.

—Julie está a fuera con bella— se escuchó el grito de Embry antes de que esté saliera corriendo con Kim y Jared detrás de él.

Paul miró a Emily confundido la cual lo miró sonriente, Paul por primera vez desde hacia un mes prestó atención a su alrededor y en cuestión de segundos su lobo comenzó a volverse loco al escuchar y distinguir los latidos de su dueña.

Paul miró esperanzado la puerta por la que todos estaban saliendo y lo sintió. Su aroma inundó sus fosas nasales en verdad era ella, había vuelto.

Paul solo pudo levantarse para después caminar a la puerta.

Emily sonrió al ver que Lahote había revivido.

...

Chicas he de confesar que estoy muy orgullosa de mi. Para haber pasado tantos meses sin dedicarle mucho tiempo a escribir estoy teniendo un gran avance. Les estoy actualizando cada día y la verdad no esperaba eso.
Estoy escribiendo como si no hubiera un mañana literal jajaja.
Pero me hace feliz ver que están disfrutando de cada capítulo, no saben lo feliz que me hace leer sus comentarios la verdad muchas gracias por su apoyo.
Cómo dije las iba a tener muy concentidas así que dejó este capítulo.
¿Qué opinan?
Comenten y díganme.
Las amo ❤

A Wolf Thing | Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora