2.5

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Julie suspiró y estrujó el cuello de Paul sintiendose protegida por primera vez desde la última vez que lo había visto, y más aún desde esa misma mañana. Estando en sus brazos nuevamente se sintió plena, nada le faltaba. Parecía que podía respirar nuevamente con tranquilidad, su cuerpo estalló en un millón de fuegos artificiales al sentir su tibia piel bajo sus manos, julie lo había hechado de menos y no sabía cuánto lo necesitó hasta ese preciso momento.

—Joder Julie estoy tan molesto maldita sea por qué estás aquí y no en la reserva— gruñó Paul apretándola más a su pecho y seguido le besó el cuello.

Enterarse por el chupa sangre de Edward Cullen mientras patrullaba cerca de la frontera del tratado que su impronta estaba con ellos lo había cabreado a un nivel que le recordó lo que había pasado hace unos meses. Paul estuvo apunto de arrancarle la cabeza pero su enojo paso al escucharlo decir que pasara, y que Julie lo necesitaba.

Aquello alteró todo su ser y temiendo lo peor cruzo la frontera y como un loco corrió hacia los Cullen ansiando ver a Julie.

Julie sintió el corazón acelerado de Paul latir con fuerza, también lo sintió temblar cuando le comenzó a besar su cuello seguido de su mandíbula y así dejo un camino de besos hasta su boca pero no llegó a besarlos.

—Te extrañé— fue lo primero que dijo y ella supo que era lo que el necesitaba saber primero. Julie acarició su cabello y juntó sus frentes sintiendo el suave cabello de Paul entre sus dedos.— Paul no me vuelvas a dejar por favor— rogó Julie con la voz entre cortada.

Unas inmensas ganas de llorar se hicieron presentes en julie y es que ya no sabía que hacer, estaba confundida. Ya no quería sentirse de esa manera; perdida, confundida, hecha un lío y estando entre los brazos de Paul todo pareció tomar sentido. Eso es lo que he necesitaba, necesitaba a Paul con ella, siempre.

— hey pequeña mirame— dijo con ternura Paul y acarició con una delicadeza extrema el rostro de Julie logrando sorprender a los vampiros presentes ante tal acción—¿que pasó? ¿Que tienes?

Julie se acercó más a Paul y lo miró a los ojos, sus ojos chocolate la miraban preocupados y Julie sonrió un poco al verlos. Como había extrañado sus ojos y la forma en la que la miraban.

Julie cerró sus ojos y pensó en lo ocurrido en la mañana y después lo miro con una rebelde lágrima corriendo por su mejilla.

—Me ha encontrado — dijo ahogando un sollozo.

Paul la miró sorprendido entendiendo  ahora lo que pasaba. Por reflejo acercó a Julie a el y la apretó hacia su pecho. El hombre lobo suspiro sintiéndose nerviso y no creyó sentir lo que sintió. Miedo. Hacía tanto que no sentía aquello, pero ahora lo sentía y lo peor es que era un miedo que nunca antes había creído llegar a experimentar, el miedo de perder a alguien no era algo que lo perturbara del todo antes, pero desde que Julie había aparecido eso cambió. Y ahora lo sentía y eso lo estaba perjudicando.

Paul aun aferrado a Julie miró a Carlisle Cullen y con una mirada le suplicó ayuda.

El líder Cullen miró a Paul Lahote sorprendido ante lo vulnerable que se mostraba en esos momentos, el intenso, impulsivo y explosivo joven que conocía parecía haberse esfumado y ahora solo estaba un joven enamorado y preocupado aferrado al amor de su vida ansiando ayuda para protegerla pero aún así en sus ojos el vampiro pudo notar aquella fiereza digna de un guerrero que lo caracterizaban. De algo estaba seguro Carlisle Cullen y era que Paul Lahote pelearia con todo lo que tenía para mantener a Julie a salvó y eso lo hizo admirar a aquel muchacho.

Paul dejó de mirar al vampiro y alejó un poco a Julie para mirarla.

—Necesito que te quedes aquí Julie— le susurró tomándola del mentón hablándole con una tranquilidad poco usual en el, que solo usaba con ella.

—Yo quiero estar contigo— le dijo Julie acariciando su brazo y de último entrelazó sus manos.

Paul se llevó sus manos entrelazadas hasta su boca y beso el dorso de la mano de Julie. La castaña sonrió ante tal acción sintiendo su pecho lleno de emoción y amor por el.

— Necesito hablar con Sam de lo que está ocurriendo, ponerlo al tanto pero no puedo llevarte conmigo amor no es seguro. La manada tiene otros asuntos que resolver hay...— Paul miró a los Cullen y estos asintieron dándole su consentimiento de decirle— están creando un ejército de vampiros Julie y tenemos que estar alertas para proteger a los nuestros.

Julie asintió entendiendo y Paul no logrando controlarse más la tomó de la nuca y la besó. Ambos explotaron de felicidad al sentir nuevamente los labios del otro. Aquel beso fue corto pero ambos lograron percibir la necesidad que tenían y aquel rápido beso fue la promesa de unos mejor la próxima vez que se vieran.

—Volvere Julie, lo más pronto que pueda— le prometió.

Julie asintió y sin más pronunció las palabras que ansiaba decirle desde que se había ido de San Francisco hacia unas semanas.

—Te amo.

Paul sonrió al escucharla.

—Te amo— le contestó y le beso la frente como despedida pero antes de irse se acercó a Carlisle y a Rosalie.

Julie después del beso de Paul fue conciente en que todos los Cullen los habían visto y se sintió avergonzada por eso, la chica lobo miró hacia las escaleras de la casa y ella vio a Edward.

El al verla subió las escaleras ignorandola por completo, Julie frunció el ceño intrigada por la actitud de Edward pero no dijo nada más.

—Vamos pequeña lobo— escuchó la potente voz de emmett hablarle y Julie lo miró. El fuerte vampiro tenía su maleta y su bolsa cargadas con un solo brazo— te mostraré tu habitación.

Julie sonrió a emmett y por último vio a Paul. El le sonrió como despedida y después de decirle algo a Carlisle salió corriendo por la entrada.

...

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A Wolf Thing | Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora