Capítulo 16

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El pueblo estaba a una media hora del rancho. Bella miraba los alrededores maravillada. Todo era hermoso, todo arbolado y florido. De vez en cuando se podia ver algún animalito al costado de la ruta, por lo que no se podía levantar tanta velocidad, y había carteles que lo anunciaban. El camino fue tranquilo, y ella estaba feliz. Pero esa felicidad le duró poco, exactamente hasta que llegaron a casa de la amiga de Liz, y ésta se puso a hablar de las antiguas novias de Eric.

-La nueva conquista de Eric?

-No! ella es Bella, la secretaria de mi hermano.

-Ah, con razón. No sabía que tu hermano necesitaba una secretaria. Me hubiera postulado.

-Con razón que?- se atrevió a preguntar Isabella.

-Bella fue su secretaria en la ciudad.

-Que no te pareces en nada al tipo de mujer que frecuenta Eric- dijo ignorando a su amiga y mirando con superioridad a Bella.

Quiso decir que Eric no pensaba lo mismo cuando, cada mañana y cada noche, la besaba. Pero era mucho mejor persona que eso, y no quiso generar una pelea entre amigas. Como tampoco quería decir delante de su hermana que Eric besaba a diario a su empleada.

-Entiendo- dijo por fin, sonriendo forzadamente.

Liz había sentido la tensión entre las mujeres, así que decidió llevarse a la joven de compras, como lo había prometido.

-Tenemos que irnos-dijo poniéndose de pie- Debemos comprar unas cosas para el baile de esta semana.

-Tu hermano irá al baile?- Liz miró incómoda a Isabella.

-No lo sé. Tal vez lo haga, ya sabes como es mi hermano. Decide todo a último momento.

-Si-respondió riendo exageradamente-Conozco a tu hermano de toda la vida, lo conozco mejor que nadie!

Con esa última declaración salieron rumbo a la única tienda de ropa que había en el pueblo. La chica tenía razón, ella no lo conocía. Lo único que podía decir de Eric con seguridad era que amaba el Lemon Pie y a su rancho. Nada más. Ni colores, ni gustos, bueno, si, el café, sabía cómo tomaba el café, pero a grandes rasgos, no sabía nada. Sólo que lo amaba.

-No le des importancia- dijo Liz una vez dentro del local.

-A qué?

-A lo que dijo. Ella no conoce para nada a mi hermano. Tampoco me gusto que te dijera eso de las mujeres con las que solía salir Eric.

-No tiene importancia. Yo sólo soy la secretaria de tu hermano.

-Sabes? no soy adivina. Pero sé que hay algo más detrás de su relación jefe-empleada.

-A-algo...mas? como que?

-A mi no me engañas, Bella. Pero te la voy a dejar pasar hasta que quieras contarme. Me caes bien. Tania siempre quiso tener algo con Eric, pero él nunca les prestó mucha atención a las chicas del pueblo.-siguió.

-Como hay que ir a la fiesta del pueblo?

-Es una fiesta ranchera, así que, camisa!-dijo caminando a un perchero lleno de camisas de todos colores- esta! te va a ir perfecta! pero llevaremos un par más para tener!-exclamó emocionada y le guiñó un ojo.

-Están muy lindas, pero sólo voy a llevar una. Más adelante tal vez venga de nuevo a comprar más.

-Claro que no! te imaginas cuáles habrán sido las instrucciones de mi hermano? "Compra lo que veas que necesita y lo cargas al rancho"-dijo imitando la voz del vaquero.

-Ya hablé con tu hermano, le dije que no permitiría que me compre nada. Tengo mi dinero.

-Bien, escucha. Si no me dejas cargar nada a su cuenta, va a enojarse. Y no lo hará contigo, lo sabes, verdad? así que, por que no me dejas hacerlo y luego tú arreglas con él el pago. Te parece?-Bella suspiró.

-De acuerdo. Yo arreglo con él.

-Bien!- gritó dando saltitos y palmadas.- Pollera vaquera, Con una alcanzará por ahora, no es algo para todos los días, mucho menos cuando hay mosquitos. Lo ideal son los vaqueros- dijo tomando tres diferentes. Y, por supuesto, botas de montar. Éstas las vas a usar todos los días. Son cómodas y seguras, te agarran bien el pie en caso de que pises mal en terreno desnivelado. Llevaremos dos pares, uno negro y uno marrón.- Llevo todo a la caja para que hicieran la factura y se percató que Bella no la seguía, la busco con la mirada y la encontró en la zona de lencería.-Te gusta?

Bella soltó el conjunto de encaje que estaba admirando y se sonrojó.

-Ya nos vamos?

-Te gusta, Bella? Es hermoso. Deberías llevarlo.

-Yo no uso este tipo de cosas.

-Espero que te refieras a que no usas ropa interior, y no a que no usas encaje.-Bella se sonrojó.

-No lo necesito... quiero decir que no tengo ocasión para usarlo.

-Claro que la tienes! Ahora veo de donde vienen tus inseguridades! Mira, una mujer no necesita "ocasión" para usar lencería fina. Siempre debes llevarla, te hará sentir poderosa. Empecemos con algo discreto. No tiene que ser algo diminuto. Que sea algo cómodo! Llevaremos de color negro, blanco... este crudo está precioso, siempre hay que tener uno de color piel. Te gusta el rojo?

-Me parece demasiado...

-De acuerdo, nada de rojo, por ahora.

-Me gusta este rosa- dijo agarrando el conjunto que había soltado, era un rosa claro muy delicado.

-Me encanta ese rosa! Vendremos por más Bella! hay que hacer un cambio a tu guardarropa!

-Yo pago esto- dijo sacándole toda la ropa interior de las manos a Liz.

-Eric va a enojarse conmigo.

-Que se enoje. Van a mandarle la factura a tu hermano, y no habrá ropa interior en ella. Sería demasiado.

-De acuerdo... te perdono esta, solo porque me dejaste llevar el resto.

Pasaron el resto del día en el pueblo, conociendo gente y recorriendo. A Bella le encantó el lugar y toda la gente que allí habitaba. Habían sido todos muy amables, todos menos Tania. Pero esa mujer no iba a arruinarle el día.

***

Cuando Eric vio la polvareda que dejaba atrás el auto de su madre, salió al porche.

-Ya era hora. Viste la hora que es, Liz?- encaró a su hermana apenas se bajo del vehículo.

-Si, Eric. Vi la hora. Llegamos justo para cenar, o no?

-Si...-Se calló cuando vió la cantidad de bolsas que ambas jóvenes sacaban del baúl, se alegró, suponiendo que su hermana había logrado convencer a Bella de cargar la compra al rancho.- Qué compraron?

- "Qué compre?" querrá decir. Esto no se va a quedar así. Le dije que no quería que me compre nada. Voy a devolverle hasta el último centavo. Entendió?

-Vale la pena cada moneda gastada en tí- dijo intentando besarla, pero Bella apartó la cara.

Hasta ese momento no se había dado cuenta de que aquello era lo que hacía Eric con sus "conquistas", como las había llamado Tania. Así conquistaba a las mujeres, comprándole ropa o regalos caros. Y ella le había permitido hacerlo. Pero, qué tonta había sido! Quiso tirarle todo por la cabeza y gritarle que ella no era igual al resto de las mujeres, pero optó por subir a su habitación, ese no era el momento, y ese tampoco era el lugar. Ya tendría oportunidad de decirle unas cuantas verdades a ese hombre.

Y que le guste el ranchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora