Una chica, donde su vida se basa completamente en el mundo de la escritura. Un escape de la realidad, como le gusta llamarle, y todo eso llega a mejorar en el momento en que decide escribir una historia. El único problema... ¿Qué historia escribir?
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— Sí... — susurro la chica con las mejillas rosas
Él, perteneciente de sus sueños y pensamientos, extendió su mano en invitación a bailar en esa improvisada pista. Ella dudo varios segundos, pero termino por aceptar la mano, ambos se movieron hasta la pista, él tomo las manos de la pelinegra y las dejo reposar en sus hombros, poso las suyas en su cintura con delicadeza como si temiese romperla con su tacto, provocando que las rosas mejillas se incendiaran aún más y le robaran una sonrisa repleta de ternura.
"Dos Iris Azules"
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"La Familia Olsson"
Kate Y Key
"Extraños Amores Del Destino"
Avance por los pasillos con una sonrisa amenazando por escapar de mis labios, la chica a mi lado permanecía callada, como si luchara con sus pensamientos por algo que la estuviera atormentando desde su encuentro con Tyler. Detestaba ver como soltaba un silencioso gruñido, se mordía su labio inferior o negaba con su cabeza y simplemente me quedaba mirarla porque no le preguntaría y no debía. Eran asuntos de chicas que probablemente no entendería y la frustraría aún más. Por ello; la razón siempre ganaba ante el corazón, por ello callé y no dije una sola palabra en nuestro corto recorrido a la salida.
— Hasta mañana Kate. — me anime a decir cuando sus ojos se encontraron con los míos y los aparto
— Sí, hasta mañana... — susurro y comenzó a caminar
Inconscientemente una de mis manos se deslizo por mi cabello. No debía ir tras ella y preguntarle que le sucedía, podría complicar lo que sucedía en su cabeza y la atormentaría aún más. Debía de esperar a que ella se mejorara. Era una chica fuerte, lo había sabido con tan solo mirar sus azulados ojos por primera vez. Camine en la dirección opuesta reuniendo fuerza de voluntad y no perseguirla, deslice de nuevo una mano por mi cabello, suspire y conté hasta tres para controlarme.
